Hace falta más que un día mundial sin auto para salvar a este planeta del ecocidio. La iniciativa de dejar el coche en casa por 24 horas no debiera ser sólo una pose para tomarse la foto con la bici desempolvada o el baño del pueblo en el micro. Este martes políticos, funcionarios y sociedad en general se sumó al reto por un rato. Aquí unas imágenes para la colección:

La jornada del Día Mundial Sin Auto sirvió para que el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, junto con el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde de Puebla, Tony Gali, se subieran a su bici y recorrieran el Parque Lineal Universitario, con el que se completa otro tramo de la red de ciclopistas con las que se promueve y apoya el uso de este medio de transporte.

Recorriendo el Parque Lineal Universitario, que se suma a la Red de Movilidad Sustentable de Puebla. @RafaGobernador pic.twitter.com/WIIVdg4dAa

— Tony Gali (@tonygali) septiembre 22, 2015

La senadora del PRI, Blanca Alcalá, fue una de las que desde temprana hora mostró que a sus 53 años no pierde el equilibrio al pedalear la bici. Incluso, fue de las contadas que fue más allá de la foto y anunció que a partir de este viernes cada quincena rifará una bicicleta.

En la trinchera del PAN, Marisa Ortiz, quien como regidora y diputada le ha apostado a causas ecológicas y en pro del medio ambiente, publicó una serie de fotos en las que aborda el autobús y el metrobus.

#DiaMundialSinAuto p ser congruente… Autobús y metrobus pic.twitter.com/j8uo6zvF8B

— Marisa Ortiz (@MarisaOrtizM) septiembre 23, 2015

Yo crecí con las campañas agresivas de los ´90 que todo el tiempo en radio, televisión y bardas ordenaban “No tire la basura en la calle”. Creo que se cumplió el objetivo, es muy raro ver a alguien tirar un papel o x desecho mientras va caminando sin embargo, la conciencia sobre dejar de generar basura es muy pobre, pero es nula si hablamos de quienes suelen ir a tirar a ríos y barrancas todo lo que ya no les cabe en su casa.

Lo que ocurrió este lunes y martes en el Puente Negro es resultado de ello. El vaso regulador simplemente superó su tope y provocó inundaciones que obligaron a 10 familias a desalojar su vivienda.

Durante este martes las palabras Puente Negro se mantuvieron en primer lugar de las tendencias de los tuiteros en Puebla. Todos replicaban las notas sobre la lluvia de 13 horas, sobre las inundaciones y el desbordamiento del mencionado cuerpo de agua. Pero poco se habló del origen del problema, el cual no es nuevo, año con año en temporada de lluvias se recuerda: las toneladas de basura.

Según los reportes de la autoridad municipal, ¡más de 48 toneladas de basura se habían sacado hasta las tres de la tarde!. Es decir, se seguía contando el cúmulo de televisores, refrigeradores, planchas, estufas, anafres, juguetes, muñecas, cajas, bolsas, envases y hasta perros muertos.

Lo que ocurrió debe servir para recordarnos que cada cosa que compremos, adquiramos o llevemos a casa debe tener un propósito. Siempre que puedo lo recuerdo, ¡vivamos ligero!, ¿para qué queremos tantas cosas que tarde o temprano serán basura adentro y fuera de nuestro hogar?. Lo que ya no sirve se debe desechar pero también para ello hay un lugar, vaya, hoy en día hay hasta contenedores para celulares, pilas y demás aparatos que ya no sirven.

Dicen los que saben que en promedio cada habitante genera un kilo diario de basura. Según el INEGI en el estado de Puebla vivimos más de 6 millones de personas, así que sólo hay que hacer una simple multiplicación que nos da un resultado de miedo.

Dos cosas nos deja el desastre en Puente Negro: 1) Dejemos de generar basura y 2) Pongamos la basura en su lugar. Así de simple.

En este mes de enero que agoniza, el barco Rainbow Warrior navegó por el Pacífico mexicano como una iniciativa de la organización Greenpeace para difundir diversas propuestas para un futuro sustentable. La embarcación arribó a Mazatlán el 7 de enero y ha enclavado en los puertos de Puerto Vallarta y Acapulco. En febrero tocará la costa de Cozumel, Quintana Roo y cerrará su paso en el puerto de Veracruz, ya situado en el Golfo de México.

Aunque Puebla no tiene aguas marinas donde recibir a la tripulación ecologista, sí cuenta con una representación que participó en las ponencias de Guadalajara, dónde a través del Centro Fray Julián Garcés, se expuso una problemática legendario: el río Atoyac.

El afluente que cruza por Puebla, Tlaxcala y Oaxaca no cuenta con una planta de tratamiento para los vertidos industriales. En su reporte, los ambientalistas locales destacaron que se han encontrado en el río sustancias tóxicas como el pentaclorofenol, el cual tiene graves efectos a largo plazo pues se trata de un mutágeno, el cual causa alteraciones en el sistema inmunológico y endocrino, altera las funciones reproductivas y aumenta la susceptibilidad a infecciones.

“Se encontraron metales pesados como cadmio y cromo, así como 51 compuestos orgánicos volátiles, lo que constituye una señal de alarma debido a que muchos de estos compuestos detectados son tóxicos y están clasificados como cancerígenos o probables cancerígenos, según los parámetros de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC)”, se indica en el informe presentado.

Entre las actividades que se llevan a cabo están tianguis orgánicos, proyecciones de documentales, conferencias, bicicleteadas, demostraciones del uso de energías renovables para cocinar o para recargar nuestros aparatos electrónicos.

Además de ser sustentable, este barco es muy especial porque fue construido gracias a las donaciones que cientos de personas hicieron alrededor del mundo, a través del sitio: https://dona.greenpeace.org.mx/

Hay un viejito, de 89 años de edad, que ha recorrido toda la ciudad. Todo el estado. Todo el país. Ha caminado por más de 54 ciudades importantes en la República Mexicana, siempre con una sola intención: que los mexicanos dejen de tirar basura.

Cuando está en Puebla, Don Tomás Ortiz González sale todos los días con una grande pancarta, de color amarillo y letras negras, que invitan a la gente a no tirar basura, a dejar un México limpio y a enseñarle a un niño estas costumbres.

Con su gorrita blanca se ha colocado en la esquina de la 25 poniente y el bulevar 5 de Mayo, recorre el Centro Histórico, la avenida de la Juárez, la zona del Parque Ecológico. Incluso, ha aprovechado foros, conferencias y hasta informes de labores de funcionarios y diputados para exhibir su pancarta.

La historia de “el viejo trotamundos”, como se autonombra, inició cuando tenía 18 años y formaba parte del cuarta batallón de infantería de la XXV zona militar de Puebla. Más tarde, cuando tuvo a sus hijos, se dedicó a pregonar, primero en su colonia y más tarde en su estado, que México debe estar limpio empezando desde casa.

¿A quién no le causan ternura los osos polares? Los vemos en televisión, son símbolos de la Navidad y quisiéramos viajar al Polo Norte para verlos en vivo y en su hábitat natural. En su última campaña, Greenpeace se está dedicando a alertar sobre el hecho de que estos animales están muriendo debido a la amenaza del cambio climático que los pone en peligro extinción.

La organización ambientalista explica que los osos polares dependen del hielo marino para su alimentación y, a medida que el hielo del Ártico se retrae y se hace más fino, se ven obligados a trasladarse a tierra firme donde no pueden encontrar alimento.

“Los osos desnutridos tienen menos oseznos y son más propensos a perder los cachorros durante la gestación. Si esta situación continúa, la propia especie podría desaparecer. Las grandes compañías petroleras, la cuales han desempeñado un papel importante en la generación de este problema ambiental, ahora pretenden aprovecharse del retroceso del hielo marino”, indicó la agrupación.

Aunado a esta problemática, este año la petrolera Shell quiere comenzar a perforar en el Ártico para buscar petróleo, poniendo el frágil hábitat de los osos polares en mayor riesgo ya que un derrame aquí sería imposible de contener y tendría efectos devastadores en este entorno único.

La iniciativa para salvaguardar el hábitat de los osos polares consiste en la recolección de un millón de firmas de defensores del Ártico, mismas que serán colocadas en una cápsula que será llevada al fondo del océano del Polo Norte para exigir a los líderes mundiales que establezcan esta región como un área protegida, en la que se prohíba la explotación petrolera y la pesca industrial.

Para unirte a esta iniciativa haz clic en la siguiente liga: http://savethearctic.org/