Su bicicleta quedó rodando este miércoles sobre el asfalto aún caliente de la carretera federal 2 entre México y Nogales. Venía desde el punto más austral del planeta y pretendía llegar hasta la ciudad del Polo Norte.

El ciclista italiano Mauro Talini vio interrumpido su viaje de manera permanente, cuando un tractocamión le dejó sin vida. El conductor se dio a la fuga, antes de que llegara la asistencia médica y pericial en las inmediaciones del municipio de Trincheras, en este estado norteño de México.

Talini, quien padecía diabetes tipo uno y era originario de Viareggio en Italia, cruzaba el continente americano para demostrar que su condición de salud no era una limitante para realizar este proyecto.

El pasado 1 de enero, el pedalista inició su travesía en la ciudad argentina de Ushuaia y pretendía llegar a Prudhoe Bay, en Alaska, a finales de julio próximo.

Con su proyecto, Mauro Talini pretendía mandar un mensaje a nivel mundial de fortaleza a quienes padecen diabetes.

La diabetes mellitus, la hipertensión arterial y las infecciones respiratorias agudas son los tres principales males que aquejan a los poblanos. Este 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la finalidad de que las personas participen en la solución de los problemas sanitarios mundiales.

México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en obesidad; lo que nos ha provocado un problema serio de salud pública en relación al incremento en la diabetes mellitus, que es la principal y de ciertas enfermedades crónico-degenerativas, como la insuficiencia renal, la hipertensión arterial, los infartos agudos al miocardio, las neumonías y las enfermedades crónicas del hígado.

Según un reporte del IMSS, los mexicanos gastamos más en curar enfermedades que en prevenirlas. Por eso, para este año la OMS ha propuesto que 1000 ciudades organicen 1000 cierres de calles a través de ciclo vías con el fin de generar grandes espacios de recreación y convivencia para millones de habitantes del planeta.

La OMS concretamente llama a emular lo que ya más de una treintena de ciudades (la mayoría en América, pero también en Europa) realizan con regularidad los fines de semana: cerrar calles al tráfico motorizado y devolvérselas a la comunidad como una excelente forma de promover la salud pública. En un planeta donde la población urbana es un poco más de la mitad de la población total, una pregunta clave es determinar cómo satisfacer la urgente y apremiante necesidad que hoy tienen las ciudades por generar zonas y espacios de recreación y dedicados a la actividad física en forma rápida y eficiente.

Durante décadas Bogotá ha convocado a cientos de miles de personas que disfrutan de sus calles cada domingo; en Guadalajara, la iniciativa ha derivado en 180 mil participantes por domingo, así como también Quito y Santiago, entre muchas otras ciudades que tienen la suerte de disfrutar de esta experiencia semana tras semana. ¿Y en Puebla?… la ciclopista y la peatonización de calles sigue a medias.