El destino alcanzó a la democracia, de hecho las tecnologías de la información superaron a las leyes e instituciones obsoletas que rigen los procesos electorales. En este histórico 4 de julio, los poblanos no sólo llegaron a la casilla, votaron y se fueron con su pulgar pintado a pasear y esperar sentados un resultado. En esta ocasión el reclamo ciudadano por terminar con 80 años de hegemonía del PRI obligó al electorado a movilizarse en internet, subir fotos de boletas como una prueba de que estarían pendientes de que ese voto a favor de la Coalición Compromiso por Puebla se contara.
Desde las 8 de la mañana y hasta después de las 6 de la tarde, por todos los frentes se subían a través de las redes sociales denuncias de irregularidades: grupos de choque, detenidos, casillas cerradas, presencia de priístas, panistas, maestros, lo que sea, todo era objeto de reporte.
En las casillas, la gente cuidó su voto, no se movió y vigiló que nadie tocará la urna. La batalla que se libró no fue en pro del ahijado de Elba Esther Gordillo sino en contra de Mario Marín y, principalmente del PRI.
Después de las 7 de la tarde, Javier López Zavala escribía en su muro en Facebook “cuidemos nuestras casillas”. Inédito, ¿Cuándo se había visto a un candidato del PRI pidiendo a sus simpatizantes semejante cosa?, ¿Qué no eran ellos los que embarazaban, robaban o quemaban urnas para robarle al PAN?. Ayer los papeles se voltearon, Moreno Valle le dio “una cucharada de su propia medicina” a sus ex compañeros de partido.
Ante la “cerrada elección” que anunciaban las encuestas de salida, la dirigencia nacional del tricolor insinuaba con pedir un “voto por voto”, ese al que Andrés Manuel López Obrador se aferró hace cuatro años. Sin embargo la tendencia del PREP se mantuvo igual desde el inicio del conteo al indicar entre 12 y 15 puntos de diferencia entre ambos candidatos.
“La gente castigó la guerra sucia, las campañas de lodo”, mencionó el periodista Carlos Marín, durante el maratón informativo electoral que ofreció este domingo Milenio Televisión. Aunque la lectura del estado de Puebla es significativa por la “demolición del monolito priísta”, en el ámbito global representa sólo uno de los tres grandes estados que el PRI perdió frente a los nueve estados en los que resultó electo.
La gran ganadora de la elección en los 12 estados de la República es la maestra de todos. Elba Esther Gordillo y su poderoso sindicato. Una vez más, camaleónica, a través de su partido Nueva Alianza, se alió con el PRI en donde tenía todo para ganar y con el PAN también en dónde le convenía estar, esto con el único fin de tejer la candidatura presidencial del novio de La Paloma: Enrique Peña Nieto (otro gran ganador de los comicios de ayer).
A todo esto, ¿Quién pierde?, sin duda el sistema político tradicional, el caciquismo político, Mario Marín y Ulises Ruiz pero sobre todo las instituciones políticas, ya que para vencer al “gran partido” necesitan aliarse por encima de proyectos sólidos, ideologías y mezcolanzas de agua y aceite. El experimento les funcionó esta vez y en los próximos dos años lo perfeccionarán de cara a la sucesión presidencial en 2012.
Resultados del PREP con el 86.31% de los votos ingresados.
