En la vida trato de no tener prejuicios. Trato. Pero cuando me llega un boletín de los dueños de refaccionarias de la 46 poniente informando que ellos se declaran inocentes y aseguran que no son delincuentes, trato de darles 10 segundos para no soltar a bocajarro un “si creo”.
Resulta que los empresarios de esa zona de la capital poblana, no de muy mala, sino malísima reputación, exigen un alto a la persecución por parte de las dependencias encargadas de la seguridad pública y la normatividad comercial.
¿Quién no ha ido a la 46 a recuperar sus espejos, sus llantas, sus tapones o los rines de su auto ultrajado y desvalijado?
Es por inercia, pero también por un sentido realista el porque uno relaciona a las refaccionarias de la 46 con las bandas dedicadas al robo de autopartes que nos ponen a temblar a los automovilistas.
Pues bien, siguiendo con el asunto informativo, dice Moisés Ortiz Bracho en calidad de líder del Movimiento de Organizaciones Sociales Unidas Por Puebla (MOSUP A.C.) que han acordado un plan de acción tras el operativo del viernes pasado cuando varios negocios fueron desmantelados.
En una rueda de prensa este domingo se acusó a Elías Córdoba López Escalera, director de Comercio Exterior del ayuntamiento de Puebla, de tener una afrenta personal con los locales Carman Importadora de Autopartes y Santa Clara Refacciones, pues ya son cuatro operativos hechos en lo que va de la administración.
Incluso, el agraviado presentó videos y testimonios donde muestra el trabajo ineficiente de Elías Córdoba a lo largo de su gestión, por lo que pidió a las autoridades correspondientes que sea removido de su cargo, o de lo contrario aplicarán el voto de castigo en las elecciones del próximo domingo 7 de junio, y hasta amagó con una movilización de más de veinte mil agremiados.
Lejos quedaron los días en que los automovilistas suspiramos y respiramos aliviados cuando en 2010 nuestros diputados eliminaron el cobro de la tenencia. La verdad era uno de esos impuestos que nos ponían a temblar en marzo. El gusto nos duró sólo un par de años. Desde 2014 el control vehicular fijado en $375 pesitos está sujeto al programa de Monitor Vial, ese en el que el gobierno nos mantiene a raya del exceso de velocidad a través de cámaras.
Más de uno, incluída la que esto escribe, se ha llevado tremendo chasco al ingresar a la página del gobierno del estado para el “pago fácil”. La mayoría nos topamos con que tenemos fotomultas, y no del mes pasado sino de hace casi un año que sabe Dios cuando pensaban notificarnos.
Las mías no son tantas y son por apenas un par de kilómetros por hora de más, pero sé de algunos a los que se les fue la pata y acumulan hasta ¡17 mil pesos!. Pues con estas sorpresas entiendo por qué hasta ahora sólo el 51 por ciento del padrón vehicular en Puebla ha cumplido con esta obligación a una semana de que venza el plazo.
Yo que nací en la era de los pagos en línea, suelo evitarme complicaciones y resolver lo que se pueda con un par de clics, así que nunca tuve la intención de darme una vuelta por el CIS o Finanzas, mucho menos ubiqué los kioscos en plazas comerciales y dudé en llegar a la ventanilla de un banco.
Escuchaba los spots en la radio del “pago fácil” y el segundo chasco me lo llevé al intentar pagar con tarjeta pues la página principal del portal del gobierno del estado no te remite a la liga de recaudación en línea sino a la que te imprime tu ficha para ir a una sucursal bancaria. Así que hay que clavarse por un tour para dar con esta liga: https://portalsfa.sfapuebla.gob.mx/srl/index.jsp?imp=5
Yo soy mala para manejar, soy de las que se atraviesa y se cree dueña de la calle, de las que conducen creyendo que la gente, los perros y el resto de los coches deben detenerse porque “aquí les voy”.
Sí, sé que no debería jactarme de ello y después de tres choques severos en mi primer año al volante, debería haber aprendido un poco de humildad al conducir, pero no, no fue así. Tal vez porque después de mis atropellados inicios como conductora ya llevo más de tres años invicta en percances vehiculares. Vaya, una pérdida total de un Corsa 2007 me enseñó a ser más cuidadosa con la grava suelta, con los topes en la madrugada y con los puestos de tacos que se salen de las banquetas.
En fin, sin importar que tan buen conductor sea uno en nuestra ciudad, no es lo mismo cuando uno sale “fueras”. La revista En Plenitud encontró cinco lugares extremadamente peligrosos, que van desde ciertas rutas de Sudamérica con historiales viales negativos, hasta los destinos más peligrosos para manejar dentro de Estados Unidos.
1. Johannesburgo: capital mundial del robo de autos
Sudáfrica tiene una de las costas más hermosas de África, un agradable clima subtropical, y una gran abundancia de vida silvestre. Pero también tiene una de las tasas más altas de robos de automóviles del mundo.
De acuerdo con estadísticas de la policía, el año pasado se produjeron 10 mil 627 robos de vehículos en el país, la mitad de los cuales tuvieron lugar en la pequeña provincia de Gauteng, donde quedan las ciudades de Johannesburgo y Pretoria.
La situación es tan grave que los ciudadanos pueden, de forma legal, agregarle a sus autos pequeños lanzallamas para repeler a los asaltantes (esto definitivamente no es lo común en los coches de alquiler).
2. Mississippi: las rutas más peligrosas de Estados Unidos
Estadísticamente, con casi 27 muertos en las rutas por cada cien mil habitantes de ese estado, se encuentra en el último puesto del listado de seguridad vial de Estados Unidos.
Caminos rurales sin luz, altas velocidades y un escaso uso del cinturón de seguridad son los principales responsables.
También es uno de los 11 estados de EU. en el que no está prohibido mandar mensajes de texto mientras se maneja (aunque es ilegal si usted está manejando con una licencia temporal o de principiante).
3. Bolivia: algunas de las rutas más peligrosas del mundo
La calidad de las rutas de Bolivia es muy diferente a las del primer mundo. Las rutas de este país tienden a ser estrechas, de dos carriles y con profundos baches, y llenas de conductores agresivos, y con carretas de caballos y burros, perros, y peatones con los que los autos comparten las rutas.
Una en particular, la ruta Yungas Norte, ha recibido el apodo de “El camino de la muerte”, debido a la alarmante cifra de micros, automóviles y camiones que han chocado o se han salido del camino y caído al valle que está al costado de la ruta.
Ubicada en una zona de acantilados, sin guardarais y a 2 mil600 metros sobre el nivel del mar, esta ruta se ha hecho famosa por su elevado número de muertos.
4. Pennsylvania: El animal más mortífero de América del Norte
Cada año, hay aproximadamente un millón de colisiones con ciervos en las rutas de Estados Unidos, más de 100 mil de los cuales se producen en Pennsylvania, donde las probabilidades de chocar con un ciervo son de 1 en 86.
El mes más riesgoso para las colisiones con ciervos es noviembre, cuando los ciervos machos están en etapa de apareamiento. Por lo que es recomendable subir las luces altas y observar los carteles que adviertan sobre el cruce de ciervos.
Por otra parte, en la costa este, Nueva Hampshire no es un buen lugar para ser un alce, ya que allí se producen alrededor de 250 choques anuales entre autos y alces, una cifra considerablemente alta teniendo en cuenta que la población de alces de este estado es sólo de 6 mil ejemplares.
5. India: Las rutas con mayor caos y con más vacas
Famosa por su caótico tráfico, la India bien podría ser considerada como el lugar más terrorífico para manejar. Grandes embotellamientos, seis coches amontonados en tres carriles y un total desprecio por las señales de tránsito, son sólo algunos de los peligros con los que podría enfrentarse en las calles de la India. Además, el ruido de las bocinas de los coches es ensordecedor y las calles están llenas de vacas, ciclomotores, bicicletas y peatones.
En las afueras de las ciudades, vehículos antiguos precariamente mantenidos andan a toda velocidad por rutas en pésimo estado.
En algún momento de la historia y en algún lugar lejano se diseñaron los siguientes modelos de autos que, seguramente por su diseño, no prosperaron y trascendieron para ser fabricados en serie como el vocho, el Jetta, el Golf, el chevy, el Tsuru o ya aunque sea como el Athos.
A continuación los modelos considerados por el portal listas.es como los coches más feos del mundo:
Cuando era universitaria moría por un Chevy Monza color azul claro. Recuerdo que lo repetía hasta hartar a los que me rodeaban. En esos años, entre las propinas que ganaba como mandil y la mesada que me daba mi padre iba juntando mis pesos. En una de esas tenía ya cinco mil, los cuales aporté para el enganche de un auto con el que mi mamá por fin regresaría al mundo del volante.
El modelo que compramos no era ni tipo Monza ni tampoco azul claro, resultó ser el clásico de cajuela de “huevito” y de un tono azul marino. El auto tenía cuatro días salido de la agencia. Yo circulaba por las calles de la colonia en una tarde en la que un vecino amable me enseñaba a manejar cuando un tipo totalmente ebrio venia huyendo de tres autos con los que se había estampado desde seis calles atrás. Ese fue el primer percance automovilístico que protagonice yo detrás del volante.
El trauma, más allá de reponer la facia, cofre y calaveras del vehículo en cuestión, era la reacción de mi padre. No me corrió de la casa ni me puso como chancla pero sí me dejo claro que el asunto fue de “falta de pericia”. Decía que cualquiera en dos segundos se habría hecho para atrás o para adelante o para donde fuera con tal de esquivar al borracho que, por momentos, venía a 100 kilómetros por hora.
Sirva esta catarsis de mi historia con los chevys para traer a colación la noticia que General Motors dio a conocer este fin de semana: “A 18 años de su llegada al país, el popular Chevy, se dejará de producir”. Sin embargo, antes de ensamblar la última unidad, el fabricante preparó una última producción limitada para despedirlo,
El Chevy Edición Especial Joy 2012, cuenta con un motor 1.6 litros de cuatro cilindros que le otorga una potencia de 100 caballos de fuerza y un torque de 102 lb/pie, acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades. En cuanto a equipamiento, incluye aire acondicionado, dirección hidráulica, kit deportivo, rines de 14 pulgadas de acero, equipo de sonido, entre otras ventajas.
Del Chevy se sabe que llegó al mercado mexicano desde Europa en 1994 con dos carrocerías de tres y cinco puertas. Con el modelo 1996 se introdujo la versión sedán, nombrada Monza. En ese mismo periodo se inició la comercialización de Chevy pickup, así como otras versiones en años posteriores.
Reportera. Adicta a las historias de vida, el cine, la música y las redes sociales. Orgullosamente universitaria de la Facultad de Ciencias de la Cominicación de la..