“La montaña más alta está dentro de ti”, fue el mensaje que encontré en la mesa del Toks. Resulta que esta cadena de restaurantes se ha sumado a la ola del “gran secreto”. El famoso “secreto” que más allá de lograr cambios reales en la sociedad ha desatado un fanatismo barato que no pasa del mediocre discurso.

La manteleta de papel si logró cautivarme. Más allá de alguna ley mágica de atracción y frases trilladas como “Querer es poder”, reseña la interesante hazaña de Carlos Carsolio, uno de los mejores alpinistas del mundo.

De conquistar las cimas más altas del mundo ha pasado a ser consejero empresarial. Este alpinista mexicano es el primer hombre del continente americano en alcanzar las 14 cumbres que superan los 8 mil metros de altura, es decir, las más elevadas del planeta.

Entre sus ascensos alrededor del mundo destacan los Himalayas, los Alpes, La Patagonia, El Círculo Ártico y los Andes. Cada hazaña la realizó ¡sin un solo tanque de oxígeno!

Siete picos de más de ocho mil metros los escaló sólo con su alma y dos de ellos lo hizo a través de nuevas rutas.

A él se le atribuye el segundo ascenso mundial al precipicio de roca y hielo más grande del mundo, la pared del Ruppal, en el Nanga Parbat, por una nueva ruta que por su dificultad no ha podido ser repetida en 20 años.

“No es lo mismo llegar a la cumbre que hacerlo con buen estilo y por una ruta innovadora que previamente se estimaba imposible”, así Carlos Carsolio se promociona ahora como asesor en el Desarrollo de Equipos de Alto Rendimiento.