Este año Puebla ganó el título de Capital Nacional de la Hora del Planeta. La razón: el compromiso de las autoridades para combatir el cambio climático, ese que hoy nos tiene con granizadas en plena primavera y con nieve sobre la autopista a la ciudad de México.
Según los despachos informativos, la capital poblana fue elegida entre 163 ciudades de un total de 16 países que año con año se suman a la iniciativa del Fondo Mundial para la naturaleza (WWF).
En teoría el compromiso por el título de Capital Nacional incluye la reducción del 90 por ciento en emisiones de carbono para 2050, bajar en un 80 por ciento el suministro de electricidad a partir de energías renovables para 2030, el ahorro energético de 20 por ciento antes de 2017, así como la incorporación de un sistema de autobús de tránsito rápido que estima reducir 44 mil 496 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al año.
En términos de los simples mortales, todo lo arriba descrito son metas en chino y demagogia política. Así que lo que nos toca es poner nuestro granito de arena desde casa. Cuidando el agua, usando la menor energía eléctrica, apagando el boiler cuando no requerimos agua caliente, separar la basura, reducir los desechos, usar menos el auto, en fin, medidas sobran y son las que nos han repetido desde que tenemos cinco años.
A continuación un resumen de cómo se vivió la Hora del Planeta el pasado sábado en la capital poblana:
¿A quién no le causan ternura los osos polares? Los vemos en televisión, son símbolos de la Navidad y quisiéramos viajar al Polo Norte para verlos en vivo y en su hábitat natural. En su última campaña, Greenpeace se está dedicando a alertar sobre el hecho de que estos animales están muriendo debido a la amenaza del cambio climático que los pone en peligro extinción.
La organización ambientalista explica que los osos polares dependen del hielo marino para su alimentación y, a medida que el hielo del Ártico se retrae y se hace más fino, se ven obligados a trasladarse a tierra firme donde no pueden encontrar alimento.
“Los osos desnutridos tienen menos oseznos y son más propensos a perder los cachorros durante la gestación. Si esta situación continúa, la propia especie podría desaparecer. Las grandes compañías petroleras, la cuales han desempeñado un papel importante en la generación de este problema ambiental, ahora pretenden aprovecharse del retroceso del hielo marino”, indicó la agrupación.
Aunado a esta problemática, este año la petrolera Shell quiere comenzar a perforar en el Ártico para buscar petróleo, poniendo el frágil hábitat de los osos polares en mayor riesgo ya que un derrame aquí sería imposible de contener y tendría efectos devastadores en este entorno único.
La iniciativa para salvaguardar el hábitat de los osos polares consiste en la recolección de un millón de firmas de defensores del Ártico, mismas que serán colocadas en una cápsula que será llevada al fondo del océano del Polo Norte para exigir a los líderes mundiales que establezcan esta región como un área protegida, en la que se prohíba la explotación petrolera y la pesca industrial.
Cada 5 de junio es la misma cantaleta: “no tirar basura”, “cuida el agua”, “no contamines”, “hay que frenar el cambio climático”, “el calentamiento global está fuera de control”, etc, etc. La verdad es que los grupos ambientalistas no se cansan de repetir los puntos básicos y claves que podrían salvarnos de un desastre ecológico. Lo triste es que no hacemos caso.
Mientras no sigue entrando por un oído y saliendo por el otro, la realidad es que el planeta agoniza, lo vemos quienes solemos viajar para apreciar la naturaleza o el ecosistema de uno u otro país y descubrimos que el orden está trastocado. Donde debía haber nieve no la hay por qué el clima gélido ha sido sobrepasado por los rayos del sol, donde debía haber un lago enorme o un mar con ballenas y tortugas, hay cuerpos de agua que año con año pierden sus niveles y van llenándose de basura o residuos tóxicos que van aniquilando a sus preciadas especies.
El lugar que pretendemos heredar a nuestros hijos, ya no hablamos de los hijos de ellos o nuestros bisnietos, está por perder a alrededor de 2,000 especies de flora y fauna, pues según cifras de este año del INEGI, diversas especies de plantas y animales se encuentran en situaciones de: vulnerable, en peligro, en peligro crítico y extintas.
A continuación algunas cifras que la misma ONU ha difundido en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente:
• México contribuye con alrededor de 1.6% de las emisiones de gases de efecto invernadero, ubicándose en la posición 13 de los países emisores.
• México se ubica en el 7° lugar en la producción mundial de petróleo, aportando cerca del 4% de la oferta total del planeta.
• De 1990 a 2010 la población de México se incrementó en 31 millones de personas, 1.5 millones en promedio cada año, esta cifra es equivalente a la población que actualmente reside en entidades como Zacatecas, o la de Campeche y Colima juntas, y representa un aumento de casi 30 mil habitantes cada semana.
• Para el año 2010, México ocupaba el lugar número 11 en población mundial, con 112´336,538 habitantes.
• En los países en desarrollo, hay más de 3,000 millones de personas que dependen de la biomasa tradicional (Conjunto de recursos forestales, plantas terrestres y acuáticas y de residuos y subproductos agrícolas, ganaderos, urbanos e industriales) para cocinar y como fuente de calefacción, y 1,500 millones de personas que carecen de electricidad, así como millones de ciudadanos que no pueden pagar estos servicios energéticos, incluso si están disponibles.
Por tercer año consecutivo, este sábado 26 de marzo, Puebla participará junto con más de cuatro mil ciudades en La Hora del Planeta, el evento creado por la WWF (World Wildlife Fund) con el que los ambientalistas proponen darle “un respiro al planeta” al apagar luces y desconectar todos los electrodomésticos y demás aparatos eléctricos durante una hora.
En Facebook, Karim Ariceaga creó el evento “La Hora del Planeta”, al que ha convocado a 2 mil 500 cibernautas a sumarse a esta causa, lo cual significaría que tendrían que apagar su computadora y dejar de consumir energía de las 8:30 a las 9:30 de la noche. Hasta ahora 2 mil 480 personas invitadas aún no responden, 44 sí asistirán, 13 tal vez lo hagan y 16 han afirmado que no acudirán al llamado.
A la par, en You Tube también ya circula el video con la invitación en la que un grupo de ecologistas recuerda el slogan del evento: “Apaga la luz, enciende la energía del planeta”. Para ver el spot de 54 segundos dale play:
Además de apagar lámparas, focos, televisores, estereos, hornos de microondas y demás, en punto de las seis de la tarde, en el zócalo de la ciudad de manera simbólica realizarán varias actividades, todas organizadas por la Fundación Crecimiento Joven A.C. cuyo fin es concienciar a la población hacia el medio ambiente.
Las actividades comprenden un festival ecológico en el Zócalo de la Ciudad de Puebla.
o 15:00 hrs Inicio de difusión del evento con jóvenes voluntarios
o 16:00 hrs Inicio de talleres ecológicos
o 18:00 hrs Muestras culturales
o 19:00 hrs Evento circense a cargo de “Circo Los Hermanos Fratelli Brothers”
o 20:00 hrs Evento protocolario
o 20:30 hrs Apagado de luminarias del primer cuadro de la Ciudad de Puebla, Catedral y Palacio Municipal así como de monumentos emblemáticos de la ciudad.
• Encendido de velas con el logotipo internacional del evento
• Invitación a la reflexión por el planeta
• Evento de percusiones con performance en fuego a cargo de Ensamble Lukumi
o 21:30 hrs Finalización del evento y encendido de luces
Ahora que el cambio climático, el sol, el agua y la luna rigen los temas de conversación, bien vale la pena reparar en los países que podrían desaparecer ante el desastre ecológico que prevalece en la Tierra. Si un tsunami o un huracán han causado estragos y heridas gigantes en países como Japón, Chile o Haití, lo que espera a algunas naciones enteras por catástrofes producto del calentamiento global se antoja escalofriante.
El portal 20minutos.es publicó la lista “Países que podrían desaparecer ante el cambio climático”, en el que el usuario con el seudónimo Russian boy, realizó un recuento que involucra a los habitantes de estados como Bangladesh, las islas Fiji ,Tuvalu, Kiribati, Samoa o Vanuatu, donde año con año ven cómo el océano, lento pero implacable, gana unos cuantos centímetros a sus tierras. Aquí lo reproducimos.
1. Islas Salomón.
“Yo nací en 1992. Ustedes han estado negociando toda mi vida. No pueden decirnos que necesitan más tiempo”. Cristina Ora de las Islas Salomón se quejaba ante los delegados de las conversaciones de Naciones Unidas para afrontar el cambio climático.
Esta parte de su discurso, ofrecido durante una cumbre en Copenhague en el 2009, estaba estampado en las camisetas de los activistas en el último encuentro para negociaciones en México, expresando la exasperación por los pequeños avances para reducir las inundaciones, sequías, olas de calor y el aumento de los niveles del mar debido al calentamiento global.
2. Seychelles
Seychelles, y otras paradisíacas islas Estado desaparecerán bajo el agua este siglo y sus ciudadanos se convertirán en apátridas, a menos que se consiga frenar pronto la subida del nivel del mar, denunció Rolph Payet, presidente de la Fundación contra la Subida del Nivel de los Mares.
3. Islas Maldivas
Esta vez no son bárbaros ni guerreros mongoles los que acechan detrás de la línea de protección, sino agua. Mucha agua. Milímetro a milímetro, de forma inexorable, el océano ha ido ganando terreno a esta tierra y una carrera contrarreloj ha comenzado para salvarla del destino que le vaticinaban esta semana los 2 mil científicos reunidos en el Congreso Internacional sobre Cambio Climático. Si sus previsiones se cumplen, el país quedará sumergido como una Atlántida moderna antes de que acabe el siglo. Y Maldivas desaparecerá.
4. Islas Fiji
En enero de 2009 Fiji sufrió durante más de una semana las inundaciones más graves que han tenido lugar en el país. Llovió durante días y días, sin parar un solo minuto y con una fuerza inusitada, provocando la evacuación de 9 mil personas y la muerte de 19 ciudadanos. Las plantaciones de caña de azúcar y las infraestructuras turísticas sufrieron consecuencias devastadoras que no ayudarán en absoluto a aliviar la crisis política y económica de la nación.
5. Samoa
Las islas volcánicas de Samoa también padecen los efectos del cambio climático con el desvanecimiento de los arrecifes de coral de sus costas, que servían de escudo natural ante la erosión y la invasión de las aguas.
“Quizá seamos las primeras víctimas de este fenómeno, pero vuestro turno llegará más tarde, les tocará a vuestros hijos o a vuestros nietos si no hacemos algo para solucionarlo”, advierte a las economía más desarrolladas la climatóloga samoana Penehuro Lafale en el documental Rising Waters.
6. Tuvalu
Tuvalu, un estado con 11 mil 500 ciudadanos, ya ha comenzado la evacuación de más de un centenar de habitantes. Este archipiélago del Pacífico se hunde bajo las aguas a causa del cambio climático. La comunidad científica ha señalado que esto es solo el comienzo para una gran cantidad de Estados que viven completamente rodeados de agua. El problema del realojo de personas y las evacuaciones serán una tónica habitual en la mitad de este siglo, con todos los problemas políticos y humanitarios que conllevarán.
7. Kiribati
La subida del nivel del Pacífico ya se ha cobrado sus primeras víctimas, de momento sólo tierras deshabitadas como las dos islas del archipiélago de Kiribati que han sido engullidas por las aguas en la última década.
Las 105 mil personas que pueblan esta pequeña nación formada por 33 atolones y una isla volcánica tienen asumido que su nación desaparecerá un día, en menos de 50 años si se cumplen las previsiones más pesimistas y el nivel del mar sigue su imparable subida de los últimos años.
El presidente del país, Anote Tong, anunció sin ningún tapujo el año pasado que Kiribati desaparecerá de los mapas tarde o temprano e inició una gira internacional para hallar una nación de adopción para sus conciudadanos.
9. Bangladesh
Más de 15 millones de personas corren el riesgo de convertirse en “refugiados climáticos” en Bangladesh, donde, según el Programa Medioambiental de la ONU, una subida de 1’5 metros en el nivel del mar haría desaparecer el 16 por ciento de su territorio.
9. Nauru
Nauru, es la república más pequeña del planeta y solo tiene 10 mil habitantes es mágica y hermosa pero a causa del calentamiento global está en peligro de desaparecer.
10. Islas Marshall
Las Islas Marshall, cuyo principal territorio, Majuro, ha perdido el 20 por ciento de su superficie de playa. La franja costera se reduce pese a los esfuerzos de los lugareños, que han construido diques para contener el inexorable avance del océano.
Un trabajo que seguramente sea vano porque el Gobierno advierte de que la tierra escasea y mantener en pie esos muros, en parte construidos con basura importada desde Estados Unidos, cuesta más que el presupuesto anual de todo el país.
Reportera. Adicta a las historias de vida, el cine, la música y las redes sociales. Orgullosamente universitaria de la Facultad de Ciencias de la Cominicación de la..