Este año Puebla ganó el título de Capital Nacional de la Hora del Planeta. La razón: el compromiso de las autoridades para combatir el cambio climático, ese que hoy nos tiene con granizadas en plena primavera y con nieve sobre la autopista a la ciudad de México.

Según los despachos informativos, la capital poblana fue elegida entre 163 ciudades de un total de 16 países que año con año se suman a la iniciativa del Fondo Mundial para la naturaleza (WWF).

#Puebla, Capital Nacional de #LaHoraDelPlaneta apaga sus luces y enciende el planeta. #WeLovePuebla @WWF_Mexico pic.twitter.com/noSdmp4AFv

— Tony Gali (@tonygali) marzo 29, 2015

San Pedro #Cholula también participa en la #HoraDelPlaneta con el apagado de sus edificios públicos pic.twitter.com/YYvaODYcg7 — Gobierno de Cholula (@GobiernoCholula) marzo 29, 2015

En teoría el compromiso por el título de Capital Nacional incluye la reducción del 90 por ciento en emisiones de carbono para 2050, bajar en un 80 por ciento el suministro de electricidad a partir de energías renovables para 2030, el ahorro energético de 20 por ciento antes de 2017, así como la incorporación de un sistema de autobús de tránsito rápido que estima reducir 44 mil 496 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al año.

En términos de los simples mortales, todo lo arriba descrito son metas en chino y demagogia política. Así que lo que nos toca es poner nuestro granito de arena desde casa. Cuidando el agua, usando la menor energía eléctrica, apagando el boiler cuando no requerimos agua caliente, separar la basura, reducir los desechos, usar menos el auto, en fin, medidas sobran y son las que nos han repetido desde que tenemos cinco años.

A continuación un resumen de cómo se vivió la Hora del Planeta el pasado sábado en la capital poblana:

Yo crecí con las campañas agresivas de los ´90 que todo el tiempo en radio, televisión y bardas ordenaban “No tire la basura en la calle”. Creo que se cumplió el objetivo, es muy raro ver a alguien tirar un papel o x desecho mientras va caminando sin embargo, la conciencia sobre dejar de generar basura es muy pobre, pero es nula si hablamos de quienes suelen ir a tirar a ríos y barrancas todo lo que ya no les cabe en su casa.

Lo que ocurrió este lunes y martes en el Puente Negro es resultado de ello. El vaso regulador simplemente superó su tope y provocó inundaciones que obligaron a 10 familias a desalojar su vivienda.

Durante este martes las palabras Puente Negro se mantuvieron en primer lugar de las tendencias de los tuiteros en Puebla. Todos replicaban las notas sobre la lluvia de 13 horas, sobre las inundaciones y el desbordamiento del mencionado cuerpo de agua. Pero poco se habló del origen del problema, el cual no es nuevo, año con año en temporada de lluvias se recuerda: las toneladas de basura.

Según los reportes de la autoridad municipal, ¡más de 48 toneladas de basura se habían sacado hasta las tres de la tarde!. Es decir, se seguía contando el cúmulo de televisores, refrigeradores, planchas, estufas, anafres, juguetes, muñecas, cajas, bolsas, envases y hasta perros muertos.

Lo que ocurrió debe servir para recordarnos que cada cosa que compremos, adquiramos o llevemos a casa debe tener un propósito. Siempre que puedo lo recuerdo, ¡vivamos ligero!, ¿para qué queremos tantas cosas que tarde o temprano serán basura adentro y fuera de nuestro hogar?. Lo que ya no sirve se debe desechar pero también para ello hay un lugar, vaya, hoy en día hay hasta contenedores para celulares, pilas y demás aparatos que ya no sirven.

Dicen los que saben que en promedio cada habitante genera un kilo diario de basura. Según el INEGI en el estado de Puebla vivimos más de 6 millones de personas, así que sólo hay que hacer una simple multiplicación que nos da un resultado de miedo.

Dos cosas nos deja el desastre en Puente Negro: 1) Dejemos de generar basura y 2) Pongamos la basura en su lugar. Así de simple.

Hay un viejito, de 89 años de edad, que ha recorrido toda la ciudad. Todo el estado. Todo el país. Ha caminado por más de 54 ciudades importantes en la República Mexicana, siempre con una sola intención: que los mexicanos dejen de tirar basura.

Cuando está en Puebla, Don Tomás Ortiz González sale todos los días con una grande pancarta, de color amarillo y letras negras, que invitan a la gente a no tirar basura, a dejar un México limpio y a enseñarle a un niño estas costumbres.

Con su gorrita blanca se ha colocado en la esquina de la 25 poniente y el bulevar 5 de Mayo, recorre el Centro Histórico, la avenida de la Juárez, la zona del Parque Ecológico. Incluso, ha aprovechado foros, conferencias y hasta informes de labores de funcionarios y diputados para exhibir su pancarta.

La historia de “el viejo trotamundos”, como se autonombra, inició cuando tenía 18 años y formaba parte del cuarta batallón de infantería de la XXV zona militar de Puebla. Más tarde, cuando tuvo a sus hijos, se dedicó a pregonar, primero en su colonia y más tarde en su estado, que México debe estar limpio empezando desde casa.

Este jueves abrió sus puertas al mundo, el primer hotel hecho de basura. El artista alemán H. A. Schult, fue quien hizo que la cerveza fuera de la lata a una habitación. Grupo Modelo, orgullosamente mexicano, es quien patrocina esta ingeniosa idea que hoy se puede apreciar en la Plaza de Callao, en Madrid, España.

Según los reportes, el hotel “Coronita Save the Beach” alojará a diez personas este fin de semana en sus cinco habitaciones dobles. Cabe mencionar que los huéspedes dejarán de lado el glamour y la banalidad para reposar en un concepto ambientalista y ecologista, nunca antes visto en el planeta.

Para edificar este hotel de basura se requirieron doce toneladas de residuos encontrados en diversas playas europeas. Cabe mencionar que no se agarró cualquier desecho tirado en la calle pues el propio Schult trabajó durante meses en su estudio de Colonia (Alemania), seleccionando la basura que ahora forma parte del hotel.

El hotel forma parte del proyecto “Coronita Save the Beach” que de forma pionera se compromete a recuperar, cada año, una playa europea elegida por los internautas a través de la página www.coronitasavethebeach.org

Ojalá, pronto la empresa productora de la cerveza Corona sea profeta en su tierra y construya un hotel de estos en México, donde las playas de Veracruz o Acapulco (por ejemplo) no brillan precisamente por su pulcritud.

A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, este sábado 6 de junio, Greenpeace presentará su campaña “Píntale la raya al cambio climático”, misma que pretende reunir a un amplio espectro de organizaciones no gubernamentales, intelectuales, artistas y ciudadanos.

Este año es clave para lograr un acuerdo sobre el clima ya que en diciembre se llevará a cabo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Copenhague, Dinamarca, en la que los países deberán comprometerse a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y revertir así los efectos del calentamiento global. De hecho, México participará allí e hizo un compromiso para reducir el 50 por ciento de sus GEI para 2050.

De hecho, se invita a todos aquellos que quieran ser un activista del clima a entrar a: www.pintalelaraya.org, en tal sitio puedes firmar el manifiesto para adultos (o el de niñ@s si eres menor de 18 años), mirar los videos, descargar los documentos, imágenes para Facebook, messenger y también participar en los foros que se llevarán a cabo en diversos estados de la República.

Es en este 5 de junio, cuando el mundo entero hace un recuento de los daños ocasionados a su hogar, el planeta Tierra. El INEGI presenta las siguientes cifras:

• En México, de las 5 mil 430 especies de vertebrados identificadas en el país, 9.6% se encuentra amenazada; 5.0% está en peligro de extinción y 15.4% se encuentra bajo protección especial.

• Más de 90% de los incendios son ocasionados por actividades humanas.

• La temperatura promedio del planeta podría aumentar hasta 6°C durante el siglo XXI.

• La generación de basura por habitante aumentó de 2004 a 2006 en 31 kg, promedio anual, de 357 a 388 kg.

• Entre 1998 y 2007 los incendios forestales afectaron 235 mil hectáreas en promedio anual de la superficie nacional.

• Si se mantiene la actual tasa anual de deforestación en México (calculada entre 1% y 2.5%), para 2050 se perderá entre 40 y 50% de la superficie de manglar del país.