La nueva película de Alejandro González Iñárritu está por cumplir dos semanas en cartelera. Sus funciones se han reducido en la cartelera de cine poblana, por lo que yo sugiero que vayan a verla antes de que la retiren de la marquesina y así evitar darse de topes en la cabeza en enero próximo.

La temporada de premios en Hollywood está a la vuelta de la esquina. “Birdman” ha recibido muy buenas críticas en su paso por los festivales de cine mundiales, abrió La Mostra en Venecia, por ejemplo, y ha sido ya nominada a seis premios Spirit, ese que reconoce el cine independiente. Además, se perfila como una favorita de la Academia para contemplar en algunas nominaciones al afamado premio Oscar.

Pero más allá de cuestiones de blof cinematográfico o apoyo al compatriota mexicano célebre por sus “Amores Perros”, Birdman es obligada por su peculiar narrativa, su banda sonora, su música incidental, sus genuinas actuaciones, su excéntrica exposición de una trama cargada de drama, ironía y secretos Brodwaynianos (sic).

González Iñárritu nos tiene acostumbrados a volvernos locos con la psicología de sus personajes. Nos ha metido en la mente de ellos en “21 Gramos”, “Babel” y “Biutiful”, así que “Birdman” nos presenta al cineasta corregido y aumentado porque para aderezar la trágica y jodida vida de Riggan Thomson (Michael Keaton), echa mano de un humor negro en el que no queda más que aceptar lo absurda y patética que puede llegar a ser la vida.

Ver al Batman de los ‘90, veinte arrugas después resulta shockeante pero exquisito porque le queda como anillo al dedo el papel de un actor que quiere romper con la superficialidad del cine de superhéroes de Hollywood y entrar al gremio serio de Broadway. Edward Norton, Emma Stone y Naomi Watts, completan el elenco que rompe con los clichés en los que estamos acostumbrados a verlos.

Durante dos horas veremos a la cámara bajo la fotografía de Emmanuel Lubezki, otro laureado mexicano, seguir a “Riggan”, haciendo contados cortes, así que recorremos cada rincón del teatro y de las calles en las que el alter ego de nuestro protagonista se apodera de su mente a través de la figura del hombre pájaro que insiste en resurgir de entre las cenizas, tal cual Ave Fénix.

Alfonso Cuarón es el hombre del momento. Apenas el domingo hizo historia al ser el primer mexicano en ganar el Globo de Oro como Mejor Director, este jueves repitió la hazaña por parte de la Asociación de Críticos de Cine que le dieron el mismo reconocimiento en los Critic’s Choice. Pero ayer, también su nombre llegó a los cuernos de la luna al lograr que su última película, Gravedad, sumara 10 nominaciones al premio Oscar.

Aquí 10 cosas que debes tener presente sobre la participación de los mexicanos en Hollywood, para seguir el ritmo de la temporada de premios en los que Cuarón andará en boca de todo mundo:

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Lograr que la Academia vuelva la mirada a México ha sido una constante en la historia de la preciada estatuilla del Oscar. Hoy Demián Bichir y Emmanuel Lubezki están en los cuernos de la luna, sobre todo el primero (pues el segundo ya ha sido nominado a Mejor Fotografía en cinco ocasiones). Y es que el integrante de la dinastía Bichir medirá su talento histriónico nada más ni nada menos que a la par de los apuestos y consagrados en Hollywood: Brad Pitt y George Clooney.

A propósito de la entrega de la presea, vale la pena recordar a otros mexicanos que se colaron en nominaciones pasadas. Por ejemplo, la primer cinta que representó a México en los premios Oscar fue Macario allá por 1960.

Antes de que la historia del humilde campesino encarnado por el primer actor Ignacio López Tarso conmoviera a los gringos, la actuación de otros mexicanos como Katy Jurado en 1954, quien fue candidata a Mejor Actriz de Reparto por Broken lance. En 1955, Gabriel Figueroa, fue nominado a Mejor Fotografía en Blanco y Negro por su trabajo en La Noche de la Iguana.

Alejandro González Iñárritu es uno de los mexicanos que ya es cliente de la Academia en la categoría de Mejor Película Extranjera en la que ha logrado la nominación por sus cintas: Amores perros (2001), El crimen del padre Amaro (2003), El laberinto del fauno (2007) y Biutiful (2011). Sin embargo, no se ha traído a casa ninguna estatuilla dorada.

Siguiendo con este genio cinematográfico, su largometraje Babel (2006), fue nominado a mejor director y mejor película. De nueva cuenta, no cosechó la estatuilla pero junto con él se colaron otros mexicanos, como Adriana Barraza, quien encarnó a una empleada indocumentada mexicana en Estados Unidos que, al no tener otra opción, toma medidas extremas para asistir a la boda de su hijo y cuidar de dos niños al mismo tiempo.

También por Babel se nominó el trabajo del guionista Guillermo Arriaga, quien ya en 2003 por Amores Perros y 21 gramos, había sido postulado en la categoría Mejor Guión Original.

Guillermo del Toro ha sido uno de los contados que consumaron la nominación, ganando el Oscar en 2006 por El laberinto del fauno, que concedió a Guillermo Navarro el galardón por Mejor Fotografía y a Eugenio Caballero por Mejor Dirección de Arte. Además logró nominaciones a Mejor Película Extranjera y Mejor Guión Original para del Toro.

Además de haber dirigido la tercera entrega de la saga de Harry Potter, en 2001, Alfonso Cuaron obtuvo su primera nominación, junto con su hermano Carlos, por el guión de Y tu mamá también, para después regresar con dos nominaciones más por Niños del hombre en 2006, éstas por mejor guión adaptado y mejor edición.

La veracruzana Salma Hayek consolidó su incursión en Hollywood cuando resultó nominada a Mejor Actriz por su papel en Frida (2002), en donde narra la vida de Frida Kahlo.