La tarde de este miércoles, centenares de hombres –y mujeres también – lamentaron el fallecimiento de James Gandolfini, el protagonista de la serie Los Soprano, víctima de un infarto al miocardio durante su estancia en Roma. El afamado villano Tony Soprano llegó al fin de una vida terrenal.

James Gandolfini participó en Los Soprano, una serie que estuvo en antena seis temporadas y batió récords de audiencia. Durante los 86 episodios que duró la serie, los espectadores pudieron ver como Tony Soprano vivía atormentado por su madre, por su mujer y por diversos mafiosos rivales.

En 2007, millones de espectadores se quedaron con la duda de saber si el protagonista de Los Soprano había muerto en la mesa de un restaurante. Sin embargo, este miércoles, las intrigas y rumores terminaron con los aficionados a Tony Soprano.

La pregunta es: ¿por qué tanta identificación con el villano de una serie de mafia, crimen y poder? Existen hasta ahora tres explicaciones, según el diario español ABC: Tony Soprano es malo, pero no tanto, pues es padre de familia y desborda en sentimientos hacia sus hijos adolescentes.

La segunda es que Tony Soprano encarnó a la justicia por propia mano, que en todo el mundo ha causado revuelvo por la implantación de la ley del pueblo. El personaje se dibujó como una persona capaz de imponer sus propias reglas y hacerlas valer con todos los que lo rodearon. Y la última: Tony Soprano es malo pero simpático, pues cautiva a sus víctimas y las hace sacar de sus cabales con tal de obtener su objetivo personal.

Gandolfini había participado recientemente en películas como La noche más oscura, que narra la captura y muerte de Osama Bin Laden (2012) o The increible Burt Wonderstone (2013). Los proyectos actuales de Gandolfini incluían Animal Rescue de la FOX, Criminal Justice de la HBO y el show Taxi 22 de la CBS.

Le sobreviven su esposa, Deborah Lin, una hija, Liliana, nacida el año pasado, y un hijo adolescente, Michael, fruto de su matrimonio con Marcella Wudarski, que terminó en divorcio.

Todos, todos sin excepción viajamos a la prehistoria gracias a Pedro Picapiedra, Vilma, Pablo Mármol, Betty, Pebbles y Bam bam. La caricatura de Hanna Barbera que marcó a generaciones enteras está de manteles largos porque resulta que hoy el mundo de Piedradura cumple 50 años.

The Flintstones, como se llama la serie en inglés, salió al aire por ABC el 30 de septiembre de 1960. La popular caricatura creada por Joseph Barbera y William Hanna inspiró décadas más tarde a la familia del futuro, Los Supersónicos, y hace 20 años a la familia disfuncional pero al mismo tiempo común y corriente de finales del siglo XX: Los Simpson.

Los Picapiedra pertenecen a la generación de caricaturas tradicionalistas llenas de humor blanco con las que crecimos a quienes se nos explicó el concepto de familia en el que hay un papá y una mamá. El papá trabaja y tiene permitido irse de parranda con los amigos, tener mal carácter y proveer a la familia del sustento; mientras que la mujer de los años 60 era la ama de casa que veía por los hijos, se dedicaba a las labores domésticas y a “hacer creer” que el marido tenía la razón en todo.

Los tiempos han cambiado. Los chamaquitos de hoy pueden pasar horas enteras viendo atrocidades como Los Padrinos Mágicos o aventuras sofisticadas como las de Ben10, en las que los padres y la inocencia brillan por su ausencia; vaya, la función social se remite a haz el bien y lucha contra el mal.

Hoy con tanta tecnología se extrañan los animales prehistóricos que servían lo mismo de botes de basura, cámaras fotográficas, refrigeradores, planchas, lavaplatos y hasta transportadores de carga.

¿Recuerdan al mamut que hacía la función de regadera?

El detalle más inolvidable, sin duda, es el famoso “troncomóvil”, ese en el que subían hasta a la mascota (Dino) y se movía gracias a los pies. Después de ver la caricatura no hubo quien no agarrara su coche de juguete y simulara estar en Piedradura.

Este 9 de noviembre el mundo conmemora 20 años de la caída del muro que durante 28 años dividió Alemania. Esa noche el puesto fronterizo ubicado en la Bornholmer Strasse, fue el primero en abrir sus barreras para dar paso a miles de ciudadanos germano orientales ansiosos por conocer el sector occidental de la ciudad.

Hoy, los festejos por este capítulo trascendental en la historia de la humanidad, finalizará con el derribo de una simbólica cadena de piezas gigantes de dominó de 1.5 kilómetros de longitud a lo largo del trazado del antiguo Muro de Berlín, pintadas por numerosos artistas y estudiantes para recordar la caída del Telón de Acero y el fin de la división de Berlín, Alemania y Europa.

Abc digital realizó un recuento de este episodio. En las primeras 24 horas, este video en You Tube acumuló 750 reproducciones. Para verlo sólo dale play: