Anoche muchos mexicanos celebraban el triunfo de Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Muchos quisieron encontrar consuelo en la reelección del primer presidente afroamericano del vecino país como si con ello olvidaran que viven en México y que en el tercer mundo la democracia aplica de otra manera.

Resulta que la jornada electoral de este martes ha sido la más tuiteada, comentada y compartida en las redes sociales en toda la historia. Claro que hay que considerar que hace cuatro años el microblog estaba en pañales en América Latina y sólo era explotado por la nación norteamericana.

En Twitter, algunos criticaron que se celebrara la reelección en Estados Unidos cuando si se tratara de un país de Latinoamérica la reacción por el mismo hecho generaría repudio, crítica y rechazo generalizado porque, de este lado de la frontera, la reelección es la hija menor de la dictadura. Otros tantos bromearon con que Andrés Manuel impugnaría “la imposición” o con la creación de un grupo denominado #Iam132 que “marcharía” por la Gran Manzana o Washington como una especie de parodia con la grilla azteca.

En mi humilde opinión, si a nuestros parientes y paisanos que viven en Estados Unidos les irá bien o mejor con Obama, es algo que ya se verá, así como si los cárteles, la DEA y demás seguirán con sus contubernios que han provocado que el tráfico de armas y drogas entre ambos países se dispare, también dependerá de lo que en Los Pinos decida a partir del 1 de diciembre el nuevo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

Mientras tanto, aquí el tuit del triunfo que ayer inundó el ciberespacio.

Tal vez me abucheen los férreos defensores de la identidad nacional que repudian cualquier nexo que roce la democracia de México con la de Estados Unidos, pero es lo que hay. Nos guste o no, decenas de nuestros familiares están “del otro lado” en calidad de ilegal o residente y lo que pasa allá, sí afecta en lo que pasa acá.

Fiel a sus vitrinas metodológicas,  Consulta Mitofsky le preguntó a mil mexicanos ¿Cómo ven la elección de Estados Unidos desde México?.  Para empezar, resulta que sólo aproximadamente 1 de cada 3 ciudadanos dice que la sucesión presidencial en el vecino país le importa, porcentaje similar al que obtenía la lucha por la Presidencia en 2008, por lo que la aparición de Obama como candidato genera el mismo interés que la búsqueda de la reelección, aunque al desglosar la dureza de ese interés se aprecia una disminución de 12% a 3%  en el “mucho”. Donde más interés tiene la elección presidencial de Estados Unidos es en el norte y en el  Bajío, uno por su cercanía y otro por ser la región tradicionalmente origen de migrantes a ese país. Por el contrario, en el sureste el interés es muy bajo.

Otra cifra interesante es que 38% de quienes tienen parientes en Estados Unidos muestran interés, porcentaje que sólo llega a 30% cuando no se tiene esa condición. Y es que la verdad sí despierta curiosidad saber si a nuestros paisanos les augura un futuro esperanzador o tendremos que poner veladoras para que no “los agarre la migra” en caso de que quien gane busque extinguir a los ilegales.

Por lo que respecta al conocimiento de los candidatos 13% pudo mencionar tanto a Barack  Obama como a Mitt Romney, pero el diferencial individual es grande ya que 40% mencionó al hoy presidente y sólo 14% al candidato republicano.

En 2008, en la elección presidencial de Estados Unidos, los mexicanos se inclinaban claramente por el candidato demócrata Obama sobre el entonces candidato  republicano John McCain, 38% prefería el  triunfo de Obama y 12% su derrota. El resultado fue una contienda mucho más cerrada con 53% vs 46% lo que  es algo tradicional en ese país donde pocas veces se ven diferencias grandes.

En 2012, la  ventaja en la preferencia de los mexicanos de nuevo es amplia ya que 36% mencionó que le gustaría que ganara Obama y sólo 6% que sea Romney, este resultado es  natural dado los niveles de conocimiento de ambos candidatos pero si muestra que en México el posicionamiento del presidente y hoy candidato es superior al de su rival.

Quienes tienen parientes en Estados Unidos dicen preferir a Obama 42% vs 8% lo que se  entiende por ser el candidato que más acercamiento ha buscado con los migrantes, aunque también entre los que no tienen parientes la ventaja es de 34% contra 5%.

Se trata del lugar más caliente del mundo, según la ONU. El llamado Valle de la Muerte está ubicado en el estado de California, en Estados Unidos y este sitio registró una temperatura de 56.7 grados centígrados, la más alta en nuestro planeta el 10 de julio de 1913.

Un reporte de Planeta CNN, informó este lunes que el dato que confirma por qué se le denomina Valle de la muerte a esta zona, se oficializó una vez que una investigación realizada entre 2010 y 2011, desechó la versión que indicaba que la temperatura más alta había ocurrido en El Azizia, Libia, el 13 de septiembre de 1922, con 58 grados centígrados.

Y es que un grupo de expertos lo invalidó por varios problemas con la medición, entre ellos los instrumentos utilizados en ese entonces, la inexperiencia del observador y la ubicación del lugar donde se tomó la temperatura, en una zona de material similar al asfalto que no era representativa del suelo natural del lugar. Según un comunicado de esta organización, eso hizo que la temperatura registrada fuera unos 7 grados superior a la real.

Hace once años amanecimos con una noticia que cambió el rumbo de la historia. Desde aquella mañana del 11 de septiembre, en las aduanas las medidas se volvieron más estrictas, en el séptimo arte las películas con escenarios en Nueva York se dividen en antes y después de las Torres Gemelas.

Repasando la información de la tragedia que envolvió a la nación más poderosa del mundo, hay dos aspectos que el portal www.sinembargo.mx destacó en la víspera de un aniversario más del atentado terrorista del llamado 11-S.

En primer lugar, el caso de los mexicanos que murieron al caer el World Trade Center después de que dos aviones se impactaron contra este edificio. Resulta que en la memoria de casi tres mil víctimas mortales, sólo están los nombres de cinco paisanos, tres de ellos originarios de Puebla.

“Los otros muertos de México volverán al olvido. Son unos 500 o 600, quizá 800 o más; y este quizá puede extenderse en los límites del Censo de 2000 que contó en esa ciudad a 186 mil 872 mexicanos, el 8.6 por ciento de la población total”, dice el despacho informativo.

“De México, quedaron inscritos los nombres de Antonio Meléndez, Antonio Javier Álvarez y Leobardo López Pascual, de Puebla, así como Juan Ortega Campos, de Morelos, y Martín Morales Zempoaltécatl, de Tlaxcala. Los cuatro primeros trabajaban en el restaurante Windows of the World, en el piso 107 de la torre uno. Ortega laboraba en Fines and Saphiro. Las familias de ellos son las únicas mexicanas que recibieron beneficios del Fondo Federal de Compensación. Cada una, entre 1.1 y 1.5 millones de dólares como finiquito, de acuerdo con información del Consulado de México en Nueva York”, continua el texto.

De acuerdo con la Asociación Tepeyac, una de las principales organizaciones defensoras de los inmigrantes mexicanos en Nueva York, se calcula que en el atentado perecieron otros 500 mexicanos porque hubo reportes de por los menos 50 casos de connacionales que trabajaban en algunos pisos del WTC. A ellos se sumarían otros 450, repartidos en restaurantes, florerías, los Star Bucks, los Mc Donalds, los Burguer King, las pizzerías, los carros de hot-dogs, los departamentos cercanos a donde los mexicanos iban a hacer limpieza. Sin embargo, ninguno fue reconocido dado que pesó su condición de ilegales.

Otro punto es el de las enfermedades derivadas del atentado terrorista ocurrido el 11 de septiembre de 2001.

El gobierno estadounidense suma 50 tipos de cáncer, incluyendo los del sistema respiratorio y digestivo, como consecuencia de las sustancias y condiciones a las que estuvieron expuestas las personas tras el derrumbe de las Torres Gemelas.

A todos nos llamó la atención la muerte de Neil Armstrong. No es para menos si se trata del primer hombre que pisó la Luna, ese cuerpo en el firmamento sobre el que se han escrito poemas, canciones, promesas de amor y canciones de cuna.

El norteamericano falleció a los 82 años de edad y su primer viaje espacial tuvo lugar en 1966, cuando lideró la misión Gemini VIII de la Nasa. Fue en 1969 cuando comandó el Apolo XI, que viajó a la Luna. En esta foto publicada por BBC Mundo, se le ve posando, a la izquierda, en un retrato de la tripulación. El astronauta del centro es Michael Collins y el de la derecha, Buzz Aldrin.

Aquí el cohete Saturno V, que transportaba el Apolo XI, se ve despegando de Cabo Cañaveral, en Florida.

El compañero de Armstrong, Buzz Aldrin, también caminó sobre la superficie lunar aquel histórico 20 de julio de 1969.

Con todo, Armstrong tenía fama de mantenerse muy modesto acerca de sus logros a lo largo de su vida. Vivía retirado del mundanal ruido en su granja de Ohio, daba clases de ingeniería en la universidad de Cincinnati y montó un negocio propio. Esta foto corresponde a una visita al Congreso de Estados Unidos en 2011.

Fuente y Fotos: BBC Mundo