Por favor, sea feliz
23.04.2014Si hoy me preguntaran si soy feliz, creo que diría que sí. No tengo una fortuna que me permitiría viajar todo lo que anhelo para darle la vuelta al mundo pero tampoco tengo una enfermedad que limite mis días para intentar llegar a Cuba, aunque sea, por ejemplo.
Le preguntaron a los poblanos si eran felices, el 47.88% de los encuestados respondió que está satisfecho con su vida, mientras que un 16.46% respondió de plano que está insatisfecho. Por este indicador, entre muchos otros desglosados es que Puebla ocupa el lugar 84 de 100 en el Ranking de Felicidad en México. Qué triste.
La tabla elaborada por SONRISAImagina México AC realizó la encuesta en 93 de los municipios de México con mayor población y 7 delegaciones del Distrito Federal.
Por un ciudad feliz, se entiende aquella en la que sus habitantes están satisfechos – a gusto, pues – con los distintos rubros del día a día: el trabajo, el salario, la economía (los precios del mercado), las relaciones interpersonales, los servicios públicos que recibe (luz, agua, alumbrado, drenaje), el tiempo libre, la amistad, la salud y la espiritualidad.
Se dice fácil pero ya todo junto resulta complejo. Puede uno irse a vivir a un mundo de cristal como Lomas de Angelópolis (donde las calles, los jardines y hasta el aire pareciera un cuento de hadas), sin embargo, al salir encontrará más temprano que tarde una barda grafiteada, una montonera de basura, una calle cerrada o un tráfico desquiciante que harán que la felicidad se empañe y se apodere de uno la histeria, la neurosis y el egoísmo (conceptos que creo se oponen al bienestar común).
En mis 33 años en este planeta he aprendido que puede uno ser el presidente o diputado del pueblo, puedes tener casas, coches, mujeres y parrandas a la orden del día, incluso puedes vivir con guaruras para sentirte seguro pero nada de eso te dará la alegría y paz interior que te brinda el calor de un hogar, de una familia saludable.
De hecho, el ranking concluye que a 25% de los mexicanos lo que les causa más felicidad es la familia, en comparación con 1.9% a quienes se la genera el dinero.
Ojalá entendamos que un mundo feliz parte de la sencilla imagen de ver una sonrisa en frente. Nuestros días serían diferentes si en la oficina, en la tienda, en la calle o en la cama uno no viera caras largas que frustran y contaminan.