Interestelar: ciencia y ficción
13.11.2014Quienes hemos visto la última trilogía de Batman (Inicia, El Caballero de la Noche y El Caballero de la Noche Asciende), así como El Origen y El Gran Truco, esperábamos la nueva película del británico Christopher Nolan. Interestelar llegó a las salas de cine de Puebla hace una semana y ha tenido muy buena aceptación en taquilla.
Con el renovado Mathew McConaughey (quien tras Dallas Buyers Club remontó con dignidad su carrera en Hollywood ) y la popular Anne Hathaway, como cartas fuertes de la película, Nolan nos vuelve a revolcar en un universo paralelo. Ahora no es la mente de superhéroes y sociópatas, ni tampoco se trata de sueños dentro de sueños, en Interestelar el cineasta se sumerge en la galaxia, en hoyos negros y en el espíritu de supervivencia humana.
Hay dos detalles que vale mencionar. Después de la larga introducción, justo cuando vemos a la Tierra desde el espacio exterior, es inevitable traer a la mente la secuencia de “Gravedad”, el aclamado filme que le valió a Alfonso Cuarón hacer historia como el primer mexicano y latino en ganar el Oscar como Mejor Director. El segundo aspecto es la referencia a los agujeros de espacio temporal, esos puentes en los que Thor y Jane viajan de un planeta a otro.
Lo que empieza como una aventura espacial, termina en toda una cátedra de las leyes de Newton y la física en general. De ahí que resulta un mejor experimento que la “Gravedad” de Cuarón. Sin embargo, conforme va avanzando la trama, el espectador se va llenando de interrogantes sobre hasta qué punto estamos viendo ciencia ficción y en dónde terminan los argumentos teóricos reales.
Resulta que el argumento escrito por Christopher y su hermano Jonathan está inspirado en el trabajo del astrofísico Kip Thorne, el cual se basa en una teoría conocida como el puente de Einstein-Rosen que establece que existen los agujeros de espacio temporal, es decir, una suerte de túneles que permiten a la gente viajar a través de diferentes planos del continuo espacio-tiempo.
Mientras seguimos mirando al cielo y nos preguntamos si el hombre puede colonizar un lugar más allá de Saturno, una cosa es muy clara y nos lo recuerda esta película: a pesar de que viajando por el espacio exterior se logren vivir más de 100 años, sabemos que tarde o temprano todos estamos destinados a morir. En resumen, el tiempo es algo que el ser humano no puede manipular a su antojo… todavía.