Incómodos o no, lo cierto es que en México, los niños representan la tercera parte de la población, según datos del INEGI. De acuerdo con un reporte de tal dependencia, a propósito del Día del Niño, 32.5 millones de personas en nuestro país tienen entre cero y 14 años.

“Si bien el número de infantes ha aumentado ligeramente en las últimas décadas, su participación porcentual en el índice demográfico ha disminuido, ya que en 1990 este sector de la población se ubicó en 31.1 millones y su proporción respecto al total de 38.3 por ciento”, dice el comunicado.

La disminución obedece a las transformaciones sociales y económicas del siglo pasado que derivaron en una mayor sobrevivencia y una reducción paulatina de la fecundidad. Hoy las mujeres se cuidan más, “meten menos la pata” y planean la llegada de su único hijo o por mucho la famosa “parejita”.

De acuerdo con datos del Censo 2010, más de una cuarta parte de la población menor de 15 años reside en localidades de menos de dos mil 500 habitantes; tres de cada 10 en localidades de dos mil 500 a 99 mil 999; mientras que 43 por ciento en localidades de más de 100 mil habitantes, como es el caso de Puebla.

Asimismo, el organismo informó que siete de cada 10 niños ocupados reside en zonas menos urbanizadas (menores de 100 mil habitantes), por lo que este aspecto condiciona el tipo de ocupación que desempeñan. Al respecto, detalló que 29.8 por ciento son trabajadores agropecuarios; 21.7 por ciento son trabajadores industriales, artesanos y ayudantes, y un porcentaje similar son comerciantes y empleados de comercios establecidos.

Fuente: Notimex

Ahora que a todos nos ha entrado la “ñoñez” y queremos escribir nuestra carta a Melchor, Gaspar y Baltazar, encontré en la página de los amigos de Hazme El Chingado Favor esta peculiar carta que supera la tradicional misiva en que los saludamos y nos soltamos a enumerar la lista de juguetes. Esta carta a los Reyes “a la mexicana” en la que hay hasta un par de explicaciones de por qué muchos que creen que Santa Claus no llegó hace un par de semanas. Aquí va:

“Queridos Reyes Magos: Cómo empezar esta carta. Puedo decir, por poner un ejemplo: “Este año me he portado muy bien, no hice llorar a mi hermanita y no me enojé cuando me mandaban temprano a la cama, además ayudé a mi mamá a sacar la basura, hice las tareas de la escuela y me saqué buenas calificaciones; por eso quiero que me traigas ese muñeco Max Steel Violador de Barbies…”

Pero me he dado cuenta que esas mentiras, o sinceridades en otros buenos casos, no funcionan del todo. Por lo menos no con Santa Claus, el cual no me trajo ni un maldito suéter tejido. Ustedes disculpen la palabra, queridos Reyes Magos. De hecho ahora sé la razón de porqué Santa sólo les lleva regalos a los niños gringos, aunque se porten mal.

Advierto que esto es sólo un rumor, pero dicho rumor dice que no trae regalos y juguetes a los niños mexicanos porque Santa tiene miedo de entrar al país y ser secuestrado, ja, ya me imagino a los secuestradores amordazando al gordito navideño. Y, a quién le pedirían el rescate, ¿A los elfos y duendecillos del Polo Norte?, ¿a los niños del mundo?, ¿a la Coca-Cola? Sea lo que sea, queridos Reyes Magos, ese rumor se esparció por Diciembre. Pero no pasó nada, de hecho Santa ni siquiera logró entrar al país.

Otro rumor llegó desde el norte (aquí todo es rumor porque los medios censuran demasiados asuntos). El papá de un amigo me contó que Santa se quedó atorado en una chimenea cuando intentaba entrar a dejar regalos allá por un suburbio gringo, y cuál va a ser la sorpresa de los bomberos, malhumorados por trabajar en Nochebuena, que abren el costal de Santa y le encuentran unos paquetes de marihuana y cocaína, y otros más todavía con papel fantasía y su moñito, háganme el chingado favor, queridos Reyes Magos, se llevaron a Santa detenido. Y porqué se quedó atorado, pues porque está bien gordo, y porqué está bien gordo, pues porque trabaja sólo una vez al año, pero creo que eso ya lo saben.

Y esa es la puritita verdad de porqué Santa no llegó. Existen otros rumores de su ausencia en esas fechas, unos dicen que la crisis económica también lo afectó, pero yo qué sé de eso si soy sólo un niño.

En fin, queridos Reyes Magos, todo este rollo es para asegurarme que mi Max Steel llegue sano y salvo a donde deje mi zapatito. Por eso quisiera hacerles un par de recomendaciones, ya saben, en estos tiempos nunca está de más.

Primero: por favor, cuidado al entrar al país, ya saben con esto de los asaltos a las aduanas y demás. (No estaría de más que se trajeran unos cuernos de chivo para protegerse, pero igual podrían confundirlos con algunos Zetas de Oriente).

Segundo: cuidado con el tráfico, ya saben, hasta hay elefantes atropellados por estos rumbos.

Tercero: extremar precauciones cuando lleguen a Cd. Juárez, Chihuahua, es la ciudad más violenta del país, según las noticias que lee papá. De preferencia no entrar, que me disculpen los niños que ahí viven. O bueno, llévense un ejército para imponer orden en esa ciudad, porque la poli, bueno, ni para bailar bien sirve.

Y el gobierno, bueno, mamá no me da permiso de hablar de eso.

Cuarto: por favor nada de asuntos partidistas en esto de los juguetes, lo único que falta es que dibujen la fea cara de Ebrard en la joroba del camello de Baltasar.

Y quinto, reitero eso de andar armados, por eso de los secuestros, uno nunca sabe, que tal si aparecen en el fondo del lago uno de estos días, con lo frío que está Enero.

Bueno, creo que eso es todo, queridos Reyes Magos, por favor, repito, quiero ese Max Steel Aventura Todo Terreno (lo de violador de Barbies era un ejemplo).

P.D.1- Frente a mi casa está en funcionamiento un parquímetro veinticuatro horas, así que lleven cambio.

P.D.2- Este año es el último que voy a creer en ustedes, así que no me dejen un mal recuerdo. Lo que quiero decir es que espero que al otro día abra mi regalo y exclame sonriente: “¡increíble!” o “¡Fantástico!” y no que tristemente diga: ¡Hazme el chingado favor!

Fuente: hazmeelchingadofavor.com

Caminábamos por la comuna de Providencia, allá en Santiago de Chile, cuando nos topamos con una iglesia. Nos causó extrañeza que aunque era domingo, estaba cerrada. Como buenos turistas y reporteros al fin y al cabo, nos acercamos para curiosear un poco en el inmueble que teníamos en frente.

Una placa enorme situada a un costado de la puerta principal atrajo nuestra mirada. Creímos que tal vez se trataba de información que podía enriquecer nuestra “cultura general”, algo así como fechas, personajes, historia, etc. Lejos de eso, se trataba de una especie de “oración de perdón” (que a mi parecer no tiene nada de oración ni de perdón) dedicada a la “Memoria de los Niños Asesinados Antes de Nacer”.

Estoy convencida de mi formación católica, sin embargo, lo que mi familia y la vida me ha enseñado sobre Dios y su infinita bondad, dista mucho del crudo, agresivo y hasta cierto punto “chantajista”, mensaje que algunos miembros de la iglesia católica escribieron en la placa cuya foto está arriba de este texto, para reprobar la práctica del aborto. Para leer el contenido que se inscribió el 28 de diciembre de 1994 en el marco de la celebración de los Santos Inocentes, acerca la foto colocada al inicio del texto.

Gracias a Google, supimos que ese templo es conocido como la Catedral Castrense de Nuestra Señora del Carmen y es la sede episcopal del Obispado Castrense de Chile. Wikipedia nos informó que tal iglesia está destinada a los servicios religiosos de las Fuerzas Armadas y Carabineros, pero está abierta también al resto de la comunidad.

Me quedé impactada cuando La Güera (así la conocemos todos), escribió en Twitter que este martes a consecuencia del brote de sarampión una amiga de 25 años había  fallecido el martes y su primo, Alfredo Madrid Ortega, estaba internado en el hospital de la UPAEP.

Mientras el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, y su secretario de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos, juran por todos lados que no hay razón para preocuparse y que todo está bajo control porque sólo tienen el registro de uno que otro “caso aislado”; a los ciudadanos comunes y corrientes bien nos valdría estar atentos de esta alerta epidemiológica.

A muchos, esta enfermedad nos tiró en la cama por algunos días cuando fuimos pequeños, sin embargo, el brote proveniente de Europa parece ser algo de cuidado por lo que aquí hacemos un recuento de lo que debes saber de este mal:

1. ¿Qué es? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sarampión es una enfermedad vírica aguda, muy contagiosa, que afecta sobre todo a los niños. La provoca la familia de paramixovirus.

2. ¿Cómo se contagia? Al inhalar pequeñas gotas de secreciones expulsadas de una persona enferma al hablar, toser o estornudar. Se puede transmitir desde tres días antes de iniciar la fiebre y la tos, y hasta cuatro días después de que aparecen las ronchas o exantema.

3. ¿Cómo se manifiesta? Los síntomas suelen aparecer entre ocho y 12 días después de la infección. Consisten en fiebre alta, inflamación de la mucosa nasal, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después aparece una erupción en la piel que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo.

4. ¿A quiénes afecta? Afecta principalmente a los niños, por lo que los menores de seis a 11 meses deben vacunarse con una dosis de vacuna de sarampión-rubéola. Los menores de uno a seis años que no han sido vacunados deben aplicarse vacuna sarampión-rubéola-parotiditis (Triple Viral o SRP).

5. ¿Cuáles son sus complicaciones?
En general, es de curso benigno pero pueden ocurrir infecciones del oído, neumonía, diarrea, ceguera, o un sarampión hemorrágico que causa sangrados generalizados e inflamación del cerebro.

6. ¿Cuál es el tratamiento?
No hay tratamiento específico, los cuidados se encaminan al control de la fiebre y la tos, que son síntomas constantes de la enfermedad, evitando la ingesta de aspirina y jarabes con codeína en niños menores de 12 años. Deben administrarse líquidos abundantes, reposo y una alimentación adecuada que ayude al paciente a sentirse mejor. Se recomienda consultar al médico antes de administrar cualquier medicamento.

Si en el kinder no te tocó disfrazarte de una vocal o tu mamá no te arrulló con la historia de “Los Cochinitos” que ya estaban en la cama todos en pijama y a punto de roncar, o calmó tus berrinches con la historia de “El Chorrito” o “La Patita” que iba al mercado a comprar todas las cosas del mandado, entonces no entenderás este blog.

Este martes se conmemoraron 20 años de la muerte de Francisco Gabilondo Soler, mejor conocidos por todos como “Cri Cri”. Aunque en dos décadas nuevos héroes han llegado a saturar la imaginación de las nuevas generaciones, las historias que este compositor mexicano escribió, permanecen en la memoria de las nuevas mamás que aún se saben las originales fábulas que en su infancia coreaban cuando ponían en su estéreo alguno de los discos de acetato que no podía faltar en cada casa.

Si quieres recordar un poco del mundo de Cri Cri, consulta la página no oficial que Gabriel Orozco administra desde 1997. Este fan de Gabilondo Soler atesora cuentos, partituras, discografía, letras, tarjetas musicales y hasta las canciones en formato mp3. La dirección es http://www.cri-cri.net

Este año el creador del “Caminito de la escuela” y “El ratón vaquero” es evocado en la exposición “México suena”, un homenaje a la música mexicana; con la puesta en escena “Descubriendo a Cri Cri”, de Mario Iván Martínez; y dos compilaciones de discos “100 años, 100 éxitos”, con los mejores éxitos de Gabilondo soler en cuatro discos más un DVD, y el álbum con el ensamble vocal Voz en Punto, con una selección de 14 temas.

Francisco Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz, y murió víctima de un mal cardiaco a los 83 años de edad, el 14 de diciembre de 1990 en Texcoco, Estado de México. Según Wikipedia, durante su niñez gustaba de leer cuentos de autores clásicos como los Hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Emilio Salgari y Julio Verne. La primaria le parecía aburrida y sólo cursó hasta sexto grado.

En su juventud se dedicó a practicar la natación y el boxeo, pero esto no lo convenció y pronto lo abandonó; también intentó torear y no lo hacía mal, pero le molestaba tener que matar al toro, por lo que tal afición fue casi fugaz.

En 1963 se estrenó una película titulada “Cri Cri, El Grillito Cantor”, protagonizada por Ignacio López Tarso, en la cual se narraba la vida de Francisco Gabilondo desde pequeño, cuando vivía con su abuela, hasta los años en que ya no hacía su programa de radio. Si quieres ver un fragmento de la cinta dale play al siguiente video: