Los que nos dedicamos a esto de los medios de comunicación tenemos claro que si quiere uno prosperar en la vida debe repartirse en dos, tres o hasta cuatro “chambas” y de pilón vender mole los domingos.  De lo contrario uno apenas y alcanzaría, si bien le va, los seis mil pesos con los que – cómodamente- según el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, cualquier simple mortal en México puede hacerse de una casa, un coche y pagar la renta, el teléfono y la luz.

Luego entonces, ¿Cuál es el sueldo que satisface a los mexicanos?  Eso le preguntó Consulta Mitofsky a mil mexicanos y resulta que la mayoría se sentiría a gusto con un ingreso económico en promedio de $11,350.00, cifra que es superior en 14% al sueldo promedio identificado en 2008 como satisfactorio, que fue de $9,924.00. Según los coeficientes matemáticos del estudio dado a conocer este lunes, en términos del número de salarios mínimos que dicho ingreso representa no existe un cambio significativo representa 6.54 salarios mínimos en 2006 y 6.58 en 2008.

Y es que resulta que sólo 31.1% de los mexicanos no tiene inconveniente con su ingreso económico actual. Es decir, no se queja. En este sentido hay que distinguir que no es lo mismo ser un cosmopolita que se aflige porque no puede llevar a sus hijos al cine al menos una vez al mes y los habitantes de la zona rural que se conformarían con que el refrigerador tuviera suficiente comida para que la familia no pase hambre.

Así las cosas, en nuestro México de contrastes, quienes viven afuera de las ciudades urbanizadas, confiesan que hoy estarían satisfechos con percibir menos de lo que les era satisfactorio hace 2 años: $8,984.90 en 2008 y $5,254.60 en 2010 (decremento de 41%). Es decir, ellos si anhelarían esos seis mil pesos de los que presumía el funcionario de Felipe Calderón. Junto con ellos, también estarían personas que no necesitan vivir en el campo para tronarse los dedos por el sustento del día a día, como es el caso de aquellos que se ubican en un nivel socioeconómico bajo.

Entre las 11 distintas ocupaciones que se miden en la encuesta, los mexicanos consideran que la de Presidente de la República es la que más debe ganar, con un salario mensual de casi $55,000.00 (cifra que representa una cuarta parte de los 198 mil pesos reales que, en teoría, recibe el poder ejecutivo de México). Después de esta figura, los mexicanos creemos que son los gobernadores quien sigue en la lista con $30,855.05. Le siguen las ocupaciones de Presidente Municipal/Jefe Delegacional ($23,378.69), Secretario de Estado ($23,017.02), Diputado ($22,186.91) y Senador ($21,166.55). Tales salarios expresados por los mexicanos, en todos los casos, resultan muy inferior a lo que realmente perciben nuestras autoridades.

Los seres humanos necesitamos un “algo” que nos guíe por la vida. No nos conformamos con el Dios que nuestros padres nos heredaron  y le buscamos más pies al gato, siempre y cuando éste no sea negro. Consulta Mitofsky le preguntó a mil mexicanos si creen o no en la suerte. A continuación los resultados más interesantes.

De entrada, en una cultura llena de tradiciones y costumbres, destaca la creencia del pueblo mexicano hacia las supersticiones y el poder que se le atribuye a ciertos objetos o eventos para atraer la buena suerte y ponernos en riesgo de mala fortuna.

Hoy en día la preservación de esta añeja costumbre encuentra su espacio en los puestos de mercado, que ofrecen a quienes los visitan la posibilidad de lograr sus objetivos, mejorar la situación económica, sentimental o de salud en la que se encuentran, a través de la compra y uso de una amplia variedad de productos como: amuletos, cuarzos, imágenes, veladoras, polvos, etc.

De acuerdo con el último estudio de la casa encuestadora de Roy Campos, para el 38% de los mexicanos, existe la convicción de que el suceso de algunos eventos pueden originar la buena o la mala suerte, esta opinión se incrementa entre las mujeres (43%), mostrando que los hombres son más escépticos a este tipo de temas (33%); las personas de mediana edad, en el nivel de escolaridad primaria e ingresos bajo y en la región norte del país es donde se acepta más este tipo de creencias.

Además, los mexicanos tienen una peculiar manera de combinar su dogma religioso y la tradición de atribuir a ciertos sortilegios la capacidad de brindarles fortuna, por una parte encontramos que para el 7% de la población basta “Creer en Dios” para lograr buena suerte, por otra parte el 5% respondió que tener una “pata de conejo”, así como encontrar un “trébol de 4 hojas” (4%) ayudan a conseguirla. Mientras que el 4% declara que “Ser positivo/ Buena actitud” y “Ser trabajador” es lo que se necesita para obtenerla.

En el caso contrario, ¿qué cosas consideramos que pueden traernos la mala fortuna?, el 7% afirmo que “Tirar la sal” y encontrarse con “Un gato negro” podrían ser los causantes de atraer la mala suerte, en tanto el 6% cree que al “romper un espejo” y el 5% se lo atribuye a “pasar debajo de una escalera”.

Finalmente para el 27% de los residentes del país es de buena suerte encontrarse un trébol de 4 hojas, tener “una pata de conejo” lo es para el 25%, en tanto el 24% afirma que “ver una lluvia de estrellas” es una señal de buena fortuna y el 21% cree que el “número 7” es una buena señal signo. Cabe mencionar que el 11% cree que cualquiera de estos objetos son de buena suerte.

FUENTE: Consulta Mitofsky

El cambio de año es uno de esos pretextos que los seres humanos necesitamos para reinventarnos. Nos encanta cargarnos de buena vibra y albergar esperanzas de un mundo mejor a través de lo que sea: desde una imagen religiosa, una prenda de color, un borrego por aquello de la abundancia o hasta unas maletas si es que uno quiere pasearse por el planeta.

Consulta Mitofsky le preguntó a mil mexicanos sobre su sentir ante el 2011 que está apenas comenzando, partiendo de cómo le fue en el difunto 2010. Según la encuesta publicada este martes, se recupera algo del optimismo y 6 de cada 10 terminan por afirmar que en 2010 le fue mejor que en 2009; mientras que 37% de los mexicanos dicen que 2010 fue peor año que el que vivieron en 2009. Los ciudadanos pesimistas se concentran en las edades mayores de 50 años, en los niveles escolares y económicos bajos y en las zonas rurales.

“La expectativa de un buen año está centrada en los méritos personales, así lo piensan más de 6 de cada 10 mexicanos; sin embargo esta proporción bajó respecto a años anteriores y crece la respuesta de los 3 tipos de gobierno, es decir, hoy los mexicanos ven un poco más importante lo que hacen los gobiernos como determinante de su bonanza o desgracia”, escribe Roy Campos en su explicación sobre la encuesta aplicada.

Por otra parte, la premisa para la mayoría de los ciudadanos es que en este 2011 encuentren trabajo, por lo que la solución a los problemas económicos se antepone a la salud que de ser el primer deseo anhelado hace tres años, hoy ocupa el tercer lugar de las prioridades mexicanas.

Ahora bien, el tema de la seguridad también ocupa un lugar importante en los propósitos de año nuevo que los entrevistados desean para su patria. Y es que mientras la expectativa personal es buena y está centrada en la economía, la forma en que se ve al país es negativa y por primera ocasión el mayor deseo sobre lo que le debería ocurrir a México es “Disminuir la inseguridad”, mismo que desplaza a la economía ya que hace un año 15% deseaba mejorar la seguridad, hoy subió a 25%.

Al pedir autoevaluación de 7 atributos la honestidad sigue siendo la mejor calificada que después de dos caídas se recupera a niveles de 2005 y 2006. La autoevaluación que menos crece es la de felicidad.