Aunque la cultura de dejar el auto y montarse en una bicicleta como medio de transporte aún no ha permeado a niveles de Europa, en nuestra Puebla de los Ángeles ya existe – y va en aumento- la comunidad ciclistas que salen a dar un paseo para ejercitarse o, en el caso de los jóvenes, emplea la bici para ir a la universidad.

Son ellos quienes en este año han organizado varias de las movilizaciones para alzar la voz y exigir sus derechos frente a los atropellos de los automovilistas o la falta de espacios y ciclovias para poder transitar libremente.

Mención aparte merecen todos aquellos que no tienen la voz para manifestarse pero que sí padecen a los microbuseros y cafres que “les echan” la unidad sin el menor tacto. Me refiero a los carteros, mensajeros, obreros y tamaleros que humildemente emplean la bici como un medio no sólo de transporte sino de trabajo.

Basta refrescar la memoria y recordar el caso que levantó polémica en mayo pasado, cuando el subdirector de Vialidad Estatal, un tal Florencio Vázquez Padilla, violó las leyes de tránsito al rebasar a un auto por la derecha, lo que ocasionó que arrollara a un ciclista llamado Santiago Fernández Hernández que circulaba en el cruce de las avenidas Cadete Vicente Suárez y Fidel Velázquez. La historia concluyó con el pago de un millón de pesos por parte del funcionario estatal a quienes los automovilistas tuvieron que detener en su intento por darse a la fuga y con traumatismo craneoencefálico para el ciclista de 40 años, quien incluso pasó unos días en estado de coma.

Alfredo Vela, en su sitio infografiasencastellano.com nos comparte la siguiente imagen que detalla de manera excelente uno a uno de los depredadores de los ciclistas.

Gerardo Islas es un joven, como se distinguen la mayoría de los militantes de Nueva Alianza. La diferencia es que no es uno más del Panal, resulta que es el presidente estatal de este partido en Puebla. Además, en su cuenta en Twitter (@GerIslas) se describe como “Consejero de Grupo Sexenio Comunicaciones, Amante de la Política, Constructor de Ideas y Carreteras”.

Este domingo, mientras Gerardo celebraba el triunfo de la alianza que se tejió con el PAN en Michoacán para que Cocoa Calderón fuera electa gobernadora de esa entidad, el joven dirigente panalista tuvo que tuitear un poco sobre su bisabuelo, Juan Naude Córdoba.

La razón no fue otra más que la polémica que se generó en la red social después de que al medio día compartió en el ciberespacio la siguiente foto acompañada del mensaje: “Estamos en casa de @enrique_nacer disfrutando este rico venado”.

De inmediato, aquellos a los que nos pareció muy grotesca la imagen del pobre animal muerto para ser comido por un par de homo sapiens, reprobaron y lamentaron el hecho de que el político presumiera con orgullo semejante imagen.

La respuesta de Gerardo Islas fueron unos cuantos tuits en los que “justificó” la “afición a la caza que lleva en la sangre” puesto que su abuelo Juan Naude Córdoba, fue un poblano que se distinguió por ser un gran cazador y haber recorrido 31 países.

“Fue el segundo mexicano en recibir el prestigiado trofeo “Wheatherby”, En 1971, ostentó la marca de mayor número de especies cazadas (94), resultado de 42 cacerías internacionales. Su paso por la India, le atribuyó cazar 6 Tigres. Dono una muy completa colección de incalculable valor para formar el Patrimonio Inicial de un gran Museo. Cedió al Museo de Historia Natural de Puebla, todos sus animales, la mayoría montados en tamaño natural, expuestos en dioramas que en forma magistral exhiben a los animales en su hábitat natural”, se leía en uno de los links que el político compartió en internet en otro más de sus intentos por calmar a los ecologistas, ambientalistas y protectores de los venados y animales en general.

Más allá del llamado “fin del mundo” ubicado en la patagonia argentina, cruzando las aguas del Océano Pacífico y el Atlántico, se extiende la famosa Antártida. Este domingo nos amanecimos con la noticia de que una fractura a lo largo de 29 kilómetros del glaciar de Isla Pine, en la Antártida, ha dado lugar a un nuevo glaciar de unos 880 kilómetros cuadrados, un poco menor a la mitad de la extensión del Distrito Federal.

Mientras científicos de la NASA lo vigilan de cerca, Megan Lane de BBC Mundo nos recuerda algunos aspectos interesantes que vale la pena recordar en torno al descubrimiento de este territorio descubierto hace un siglo por el capitán Robert Scott, quien se proponía llegar al Polo Sur.

En la tienda de campaña donde se encontraron sus cuerpos congelados había 16 kilogramos de fósiles, un diario meteorológico, notas de cuentas, y rollos de películas tomadas por el propio Scott. El grupo de cinco hombres murió en marzo de 1912 a 17 kilómetros del depósito de suministros.

Los moribundos exploradores pensaron que esto era muy valioso para echarlo por la borda, aunque viajar más ligeros de carga pudo haber sido determinante en su lucha entre la vida y la muerte tras semanas de viaje en temperaturas de -37ºC.

A finales del siglo XIX, la Antártica era un espacio largo y blanco en el mapa. Nadie estaba seguro si se trataba de un continente o una colección de islas de hielo.

Scott lideró primero una expedición a la región en 1901, y regresó una década más tarde con un equipo de jóvenes y hambrientos expertos, que por primera vez incluía a un fotógrafo profesional, y que debían recoger tesoros ocultos de especímenes, información y observaciones para ser analizados a la vuelta.

Sólo unos poco de su equipo de 38 hombres zarparon hacia el Polo en ese último viaje fatal. Los otros continuaron su investigación en los alrededores del campamento base y más allá.
Recuperados los restos para responder las interrogantes de entonces, estos descubrimientos continúan aclarando las preguntas científicas de nuestros días.

De los 2.000 especímenes de animales recolectados por Scott y su equipo, 400 de los cuales eran nuevos descubrimientos, la joya de la corona fue un trío de huevos de pingüinos Emperador. Se esperaba que esto ofreciera la tan esperada prueba de la teoría de la evolución de Darwin. En esa época, se creía que un embrión pasaba por todas las etapas de la evolución de su especie mientras se desarrollaba.

Está visto que en Puebla, las redes sociales aún no logran la sinergia y la convocatoria masiva que mueva a los cibernautas a dejar su silla y moverse al mundo real. Es decir, mucho blablabla, todos opinan, todos tuitean, comparten links en Facebook, “les gusta” todo tipo de causas y publican su vida entera pero del dicho al hecho… todo se queda en el mundo virtual.

Desde hace unas semanas, Ponxo Tenorio, ViSí Klekticos y Charly Chile Mexicano Chipocludo, convocaron a los poblanos a sumarse al “Día sin auto” que tendrá una réplica en varios países. Sin embargo, el llamado para dejar por 24 horas la unidad móvil y asistir al evento simbólico sólo ha logrado que 185 personas afirmen que asistirán, 68 respondieron con un “tal vez”, mil 694 no respondieron la invitación digital y 75 de plano no asistirán.

La descripción del evento indica que este jueves 22 de septiembre de 10:00 a 16:00 horas en la manzana comprendida entre la 3 sur y 16 de septiembre a la altura de la 5 y 7 poniente, cualquier grupo de amigos, colectivo, organización y ciudadanos ocupen un espacio de automóvil en un estacionamiento para recrear lo que podría ser si ese espacio que hoy lo ocupa el automóvil estacionado, se destinara a colocar diferentes actividades para crear una calle más divertida, humana y compartida.

Según la descripción del evento, Un día Sin Auto / México 2011, es una actividad que se llevará a cabo a nivel nacional organizada por los miembros de la Red Nacional de Ciclismo Urbano.

“TENDREMOS UN LUGAR PARA GUARDAR LAS COSAS UN DIA ANTES EN EL ESTACIONAMIENTO LA LIMPIA UBICADO A LA VUELTA DE PROFÉTICA. Y EL RESTAURANTE CASA DE SAL COCINA URBANA PONE LAS CHELAS SI LLEGAN EN BICICLETA A COMER: 5 PONIENTE 704. TERMINANDO EL EVENTO TENDREMOS UNA FIESTA EN PROFÉTICA APARTIR DE LAS 7:30 PM “, se lee dentro de las indicaciones del evento.

Mientras algunos usuarios de Facebook envían sus porras y su apoyo moral, otros tantos como Mauricio López opinan en el siguiente sentido: “Tienen muy buenas ideas y los apoyaría con mi asistencia, pero muchos de sus eventos son entre semana y en horario comercial. Ni modo de hacer a un lado el trabajo . O su grupo es de millonarios, desempleados, o estudiantes. Los demás no podemos participar”.

Hace unos días Greenpeace, siempre preocupada por el cuidado del medio ambiente publicó en internet el siguiente decálogo para que la Tierra no se vea afectada por el amor y la pasión.

1. Apagar las luces.  El decálogo, titulado ‘Guía Greenpeace para un sexo amigable con el medio ambiente’, es presentado a los cibernautas con el eslogan ‘Ser verde nunca había sido más erótico’ y comienza con una de las recomendaciones más elementales: ‘Apaga las luces’.

2. Optar por las frutas de la pasión… libres de transgénicos o pesticidas. El segundo consejo, ‘Frutas de la pasión… libres de OGM’, sugiere al usuario que cuando decida consumir guaraná, fresas, zarzamora, moras, frambuesas, cerezas u otros frutos afrodisíacos, se asegure de que sean orgánicos, es decir, ‘libres de transgénicos o pesticidas’.

3. Usar aceites o jabones biodegradables. ‘¿Amor a toda costa?’ propone a los amantes que apoyen proyectos sostenibles de comunidades productoras de aceites y jabones biodegradables ‘con aromas que encienden la pasión’, en lugar de consumir con el mismo fin ‘ostras y mariscos’, porque están desapareciendo de los océanos ‘en un rango sin precedentes’.

4. Procurar el Amor Reciclado. La lista tiene una referencia al ‘Amor reciclado’ , que sugiere emplear envases ya usados para colocar los condones, lubricantes o juguetes sexuales en los dormitorios.

5. Usar lubricantes ecológicos. Promociona productos elaborados a base de agua, y no de petróleo, como el aceite o la vaselina, y recuerda que la saliva es el mejor lubricante natural.

6. Ser esclavos de la pasión, no del petróleo. Este mandamiento advierte del riesgo de usar juguetes sexuales fabricados con Policloruro de Vinilo (PVC), un material que genera ‘algunos de los químicos más tóxicos que existen: las dioxinas y furanos’.

7. Ahorrar agua en pareja. Propone a los amantes compartir el baño para disfrutar de un buen encuentro sexual.

8. Aprovechar una cama sostenible. Este mandamiento les recomienda asegurarse de que el somier donde se coloca el colchón sea de madera certificada, reconocida por el Consejo de Manejo Forestal.

9. Practicar el Sexo Verde. El noveno punto del decálogo propone hacer uso de aceite para masaje y ropa interior orgánicos.

10. Hacer el amor y no la guerra. Este punto se explica solo, ¿no lo crees?