Hace mucho que se rompió el plato que sentenciaba que sólo los hombres tenían la virtud de ser infieles. Sea por venganza, curiosidad, debilidad o por el mero gusto, las mujeres también nos echamos nuestras “canitas al aire” así que, Michelle Langley, autora del libro Women’s Infidelity, nos explica el patrón que siguen las féminas. Así que, hombres, mucha atención porque en el siguiente listado de 7 etapas podrían encontrar una señal para saber cómo reparar una relación a tiempo.

1. Las mujeres ‘empujan’ a los hombres hacia el compromiso.
2. Lo consiguen.
3. Pierden el interés por el sexo.
4. Se sienten atraídas por alguien más.
5. Empiezan a engañar a su pareja.
6. Cuando están con ella, aparece el mal humor y se vuelven resentidas.
7. Empiezan a decirle a su pareja que necesitan tiempo para ellas.

Después de investigar durante más de diez años el comportamiento femenino, Langley está convencida de que las creencias generales de la sociedad están mal encaminadas. “Actualmente, son las mujeres las que dan el primer paso en un 70 – 75% de los divorcios”, afirma y da otro dato interesante: las mujeres más propensas a dar ese paso son las que tienen alrededor de treinta años y llevan cuatro de matrimonio. “Es muy común que estas mujeres experimenten una crisis de madurez similar a la crisis de los 40 masculina”.

Esa crisis de identidad suele comenzar con la pérdida del deseo sexual. Mujeres que, supuestamente, tienen todo lo necesario en la vida (un marido, una casa, un trabajo y expectativas cercanas de tener hijos) comienzan a sentirse vacías y no encuentran sentido a esa vida. La crisis de identidad que arrastra el descenso del deseo sexual provoca que muchas vean las relaciones con sus maridos más como un trabajo que como un placer, lo cual no hace otra cosa que aumentar la frustración. En estas circunstancias las mujeres son mucho más vulnerables a volcarse con una relación nueva, incluso aunque sean el tipo de persona que siempre ha renegado de la infidelidad.

Los amores prohibidos, clandestinos, esos que nadie debe conocer celebran hoy su día. Como una antítesis al Día del Amor y la Amistad en el que se trata de evidenciar la melcocha a todo lo que da, los infieles destinan el 13 de febrero a celebrar con sus “otros frentes”.

Según una encuesta realizada por el sitio AshleyMadison.com, cuyo objetivo era conocer los hábitos extramaritales de los miembros de esta red social en febrero, un día antes del Día de San Valentín, la mayoría de hombres y mujeres planean reunirse con su amante para conmemorar la fecha y evitar ser sorprendidos por sus parejas.

Resulta que el pretexto más usado por los hombres para justificar la llegada tarde a casa el 13 de febrero es el exceso de trabajo, mientras que las mujeres inventan salidas con familiares y amigas.

Los hombres infieles suelen obsequiar a sus amantes joyas, lencería, perfumes y noches de pasión en hoteles lujosos, mientras que a sus esposas les llevan arreglos florales, chocolates, objetos para el hogar o salidas al cine.

En cifras, los infieles se gastan 34% más dinero en complacer a su “affair” que a sus parejas. En general los hombres se esfuerzan más en consentir a sus amantes, en donde planean incluso hacer regalos más caros y originales que lo que obsequiarán a sus esposas. Sin embargo, los infieles suelen decir con mayor frecuencia “Te amo”o “Te quiero” a sus esposas que a sus amantes, debido al sentimiento de culpa que les significa tener una relación extramarital.

Es un hecho que hombres y mujeres no somos iguales. Ellos, de verdad no pueden hacer más de una cosa a la vez. Ellas, nunca, nunca dejarán de hablar. Los machos son prácticos y racionales, mientras que las hembras moriremos de amor y complicaremos la existencia siempre.

Sin embargo, también es un hecho que no todo es blanco y negro. Existen los matices, los grises… En algunas circunstancias de la vida, las mujeres sacamos nuestro lado masculino y eso provoca que nos digan “pareces hombre”, y viceversa, a nuestros machos también les ocurre que se encuentran con emociones, sensaciones o pensamientos típicos de las féminas.

En su última edición, la revista Quo presenta una prueba elaborada originalmente por Anne Moir y David Jessel, publicada en su libro Brainsex, para determinar qué tan despierto tienes tu lado femenino. Aquí el test:

1.-Oyes un maullido. Sin voltear a ver, ¿qué tan bien localizas al gato?

a) Lo puedes señalar si reflexionas un poco.

b) Lo señalas inmediatamente.

c) No sabes si podrías señalarlo.

2.-Acabas de escuchar una canción por primera vez.

a) Es fácil recordarla y la cantas.

b) Sólo la recuerdas si es rítmica y sencilla.

c) Te he es difícil o imposible recordarla.

3.-Una persona a la que has conocido y visto poco te llama por teléfono.

a) Te es muy fácil reconocer su voz.

b) Reconocerías su voz la mitad de las veces.

c) Reconocerías su voz menos de la mitad de las veces.

4.-Estás con un grupo de amigos y amigas casados. Dos de ello son amantes. ¿Podrías detectar esa relación extra-pareja?

a) Casi siempre.

b) La mitad de las veces.

c) Rara vez.

5.-Visitas a tu nuevo vecino y están conversando. La casa está en silencio, pero se escucha un tenue goteo.

a) Oyes el goteo pero intentas no hacer caso.

b) Si te das cuenta, tal vez lo menciones.

c) No te molesta para nada.

6.- Estás en la sala de espera de un consultorio con otras 6 personas de tu mismo sexo. ¿Qué tan cerca puedes estar de alguna de ellas sin experimentar incomodidad?

a) Menos de 15 cm.

b) De 15 a 60 cm.

c) Más de 60 cm.

7.- Estás en una fiesta con muchos invitados y te presentan a 5 personas. Si al día siguiente te mencionan sus nombres:

a) Recordarás a la mayoría.

b) Recordarás a alguna o algunas de esas personas.

c) Es casi imposible que recuerdes a alguien.

8.- En la escuela primaria, ¿cómo ibas en ortografía y redacción?

a) Se te facilitaban ambas.

b) Se te facilitaba una de las dos.

c) Ambas eran difíciles.

9.- Tienes que estacionarte en reversa y el espacio es muy limitado.

a) Mejor buscas otro espacio.

b) Te estaciones con muchas precauciones.

c) Te estacionas sin pensarlo mucho.

10.-Llevas tres días en un pueblo que no conoces. Alguien te pregunta dónde está el norte.

a) Lo más factible es que no lo sepas.

b) Lo sabrás después de pensarlo algunos momentos.

c) Señalarás el norte de inmediato.

Notas y acotaciones.

Puntuación para los hombres:

a) 10 puntos. b) 5 puntos. c) – 5 puntos.

Puntuación para las mujeres:

15 puntos. b) 5 puntos. c) – 5 puntos.

“Es previsible que la mayoría de los hombres obtenga una puntuación entre 0 y 60.

La mayoría de las mujeres punteará entre 50 y 100. Una puntuación por arriba de 60 en un varón, podría indicar que su cerebro tiende a lo femenino. Si la puntuación de una mujer es por debajo de 50, podría reconocer un sesgo hacia un cerebro masculino”.

Hace mucho que no hago caso a las cadenas de correos pero la siguiente lista me pareció un buen acordeón que toda mujer debe tener a la mano por aquello de que solemos vivir en la eterna y desgastante búsqueda del Príncipe Azul. Obvio éste nunca llegará, así que lejos de idealizar a un sujeto, por experiencia propia, creo que las damas deben dejar de pensar en qué tipo de hombre quieren y centrarse primero en que es lo que no quieren en una pareja.

Así que aquí van 10 tipos de hombres para salir corriendo:

1. Mamitis: Son los que necesitan consejo de su madre casi para cualquier cosa, son incapaces de tomar decisiones sin antes consultarlo con su progenitora.

2. Servicial: Al principio su caballerosidad es agradable, con el tiempo se convierten en un verdadero dolor de cabeza y estorban más de lo que ayudan.

3. Mantenido: Algún día esperan tener la fortuna de traer dinero en los bolsillos, se hacen llamar víctimas de las circunstancias. Se aprovechan del amor de las mujeres y esperan que su oportunidad les llegue algún día.

4. Inseguro: Los inseguros apenas pueden creer que alguien los quiera, cuando logran tener pareja, decir “Te Amo” es parte de su vocabulario cotidiano, son capaces de humillarse con tal de ser correspondidos, no les importa ser pisoteados.

5. Chantajista: ¿ Ya no me Amas? Manipuladores por excelencia gustan de sacar provecho y obligar a sus parejas para que actúen de una forma determinada. Hacen lo que esté en sus manos para cambiar los planes y siempre logran que se les pida una disculpa.

6. Alma de la Fiesta: Para ellos las fiestas no son exclusivas de los sábados por la noche, es un estilo de vida con el cual se comprometen en serio, incluso más de lo comprometidos que estuvieron con su última relación, estos hombres son el condimento perfecto de todas las fiestas, nunca pueden faltar.

7. Músculos: Visualmente atractivos y con una fortaleza mental basada en sus músculos, pasan horas delante de un espejo contemplando sus pectorales, tienen horarios poco flexibles, su instructor es su guía espiritual. Playeras sin mangas y tennis son el atuendo cotidiano.

8. Solo sexo: Sexo y más sexo, su único razonamiento es pensar de la cintura hacia abajo.

9. Machista: Estos no buscan una pareja, sino una sirvienta de 24 horas. Son prepotentes por naturaleza, creen que tienen el derecho de controlar la vida y el comportamiento de su pareja. En un principio son encantadores y dulces, incluso tiende a confundirse con “Amor”, pero en el fondo no tienen consideración alguna por las necesidades, ideas, y sentimientos de la mujer.

10. Mandilón: “Sí mi amor, lo que tu digas…” Sumisos y abnegados de corazón, no se avergüenzan de recibir órdenes por parte de su pareja y jamás muestran señales de inconformidad hacia ellas, dejan de ser hombres con tal de tener feliz a su pareja.

Resulta que, aunque muchas no lo creamos, existen hombres para los cuales el sexo es una verdadera pesadilla y llegar al éxtasis es síntoma de malestar. Se trata del Síndrome de enfermedad post orgásmica (POIS por sus siglas en inglés) y es una enfermedad rara que afecta a muy pocos hombres tras un acto sexual.

Según nos explica el sitio Sophimania, durante la siguiente hora a la relación sufren varios síntomas cuyo grado y duración varían en cada sujeto. En algunos casos los hombres, luego de tener un encuentro sexual normal y satisfactorio o tras una masturbación o una eyaculación involuntaria, presentan síntomas como dolor de cabeza, fotofobia o depresión.

Esta extraña enfermedad fue descubierta en el año 2002 y es considerada un reto para los estudiosos ya que han pasado 10 años y aún no se han encontrado los mecanismos que producen este síndrome.

“Hay algunas hipótesis que siguen los científicos, que apuntan a motivos psicológicos, pero otros pacientes y médicos las descartan. Otra de las complicaciones de esta enfermedad es que existen dos tipos: está el POIS primario, que son aquellas personas que desde siempre han sentido estos problemas al eyacular; y el adquirido, que lo han desarrollado por algún mecanismo que todavía se desconoce y que ha dado lugar a que muchos científicos piensen que el origen de este síntoma es psicológico”, explica Antonio Fernández Lozano, urólogo y andrólogo de la Unidad de Alteraciones Eyaculatorias de la Fundación Puigvert de Barcelona.