El duelo por Steve Jobs
No es que yo sea una insensible pero debo confesar que a la fecha no comprendo el duelo mundial que algunos han decretado tras la muerte de Steve Jobs, cofundador de Apple. Sí entiendo la importancia del personaje y su aportación a la empresa de la manzanita mordida. También comprendo la lamentable enfermedad (cáncer pancreático) que le aquejó y terminó con sus días a los 56 años.
Resulta que este miércoles Apple cerrará sus tiendas al menudeo por varias horas para que los empleados puedan ver la transmisión de un homenaje a la vida de su cofundador que se llevará a cabo a las 10:00 de la mañana en las oficinas generales de Apple en Cupertino, California.
En las redes sociales, he visto publicarse centenas de condolencias porque Steve Jobs pasó a mejor vida. Sin duda, los más afectados han resultado los adolescentes y el público geek que lo llegaron a idolatrar porque sin él tal vez su vida sería muy “aburrida” al no contar con un iPhone, una iPad o el popular iPod.
Y es que en la era digital, hasta las condolencias se han revolucionado. No es necesario viajar hasta el lugar del funeral, mucho menos dar un abrazo fraterno a los familiares. Hoy la realidad virtual ha hecho posible que la intimidad sea un concepto en vías de extinción.
Un reporte de CNN Expansión indica que investigadores de la Universidad de Illinois estudiaron en 2010 cómo las personas usan internet para el duelo. Después de un tiroteo en un campus de Estados Unidos, los estudiantes cambiaron sus fotografías de perfil de Facebook por listones conmemorativos y se unieron a grupos de apoyo y solidaridad.
“Pero, ¿aprovechar los medios digitales en sus comunidades en realidad ayudó a los estudiantes a sanar? No exactamente, según los investigadores. La mayoría dijo que su actividad en línea los hizo sentir mejor, pero datos cuantitativos demostraron que los tuits, los mensajes de texto y las vigilias virtuales no tuvieron efecto en la recuperación de los síntomas de estrés postraumático o depresión”.
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