Entre los cientos feminicidios que se han registrado en México en los últimos años, el de Ingrid Escamilla, poblana originaria de Juan Galindo de 25 años, merece un capítulo propio porque la escena en la que fue hallada sin vida se esparció en fotografías a toda plana en tabloides en la Ciudad de México en febrero de 2020 y la indignación social contra la revictimización llevó a impulsar la llamada Ley Ingrid, que sanciona hasta con 10 años de cárcel a quien difunda imágenes explícitas de crímenes como este.
El amarillismo de los diarios Metro y Pásala por el crimen ocurrido el 9 de febrero de 2020 en la Ciudad de México detonó el repudio social y surgieron movimientos para vencer el morbo por ver las imágenes de su muerte, como una publicación masiva de imágenes de paisajes sublimes con el nombre de Ingrid en internet para que su memoria no se vinculara a la escena del feminicidio.
Cuando las imágenes del crimen de Ingrid llegaron a medios de comunicación y se desató la condena social, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México anunció que haría una investigación entre los funcionarios que estuvieron presentes en la escena y sancionaría a los responsables de haber filtrado las imágenes.
Un año más tarde, la fiscal capitalina Ernestina Godoy anunció una iniciativa de ley para castigar hasta con 10 años de cárcel a la persona servidora pública que, de forma indebida “difunda, entregue, revele, publique, transmita, exponga, remita, distribuya, videograbe, audiograbe, fotografíe, filme, reproduzca, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios, videos, información reservada, documentos del lugar de los hechos o del hallazgo, indicios, evidencias, objetos, instrumentos relacionados con el procedimiento penal o productos con uno o varios hechos, señalados por la Ley como delitos”.
La ley Ingrid se replicó en Oaxaca y Estado de México, y en los congresos de cinco estados más se han presentado iniciativas. La Cámara de Diputados la aprobó en marzo de este año a nivel federal y fue turnada al Senado de la República para su discusión y aprobación.
Este jueves, un Tribunal Unitario declaró culpable a Erick Francisco "R" por el feminicidio de Ingrid Escamilla, ocurrido en febrero de 2020 en un departamento de la alcaldía Gustavo A. Madero.
En una audiencia en las salas de oralidad del reclusorio Oriente, el juez Israel Pérez Cuevas determinó la responsabilidad de este hombre en el delito de feminicidio.
La sentencia que tendrá que cumplir Erick Francisco "R" y la reparación del daño que deberá cubrir, se definirá el próximo 17 de octubre en la audiencia de individualización de pena.
Ayer familiares y colectivos feministas se manifestaron afuera del reclusorio Oriente, mientras se llevaba a cabo la audiencia de veredicto de Erick Francisco "R", en la que se definiría si era responsable, pero fue aplazada para hoy.
LA HISTORIA
Ingrid Escamilla Vargas (Juan Galindo, Puebla, México, 3 de octubre de 1994 - Ciudad de México, 9 de febrero de 2020) fue una mujer de 25 años de edad originaria de Puebla. Estudió una maestría en administración de empresas turísticas. Erick Francisco Robledo Rosas, de 46 años y de profesión ingeniero civil, era su pareja. Ambos vivían en un domicilio de la colonia Vallejo de la alcaldía Gustavo A. Madero al norte de la capital mexicana. Tenían cinco años de relación sentimental. Previo al crimen, Robledo Rosas contaba con una denuncia interpuesta por violencia contra su exesposa.
El crimen contra Ingrid Escamilla ocurrió tras una discusión en la que el asesino entró en cólera al ser cuestionado por ingerir bebidas alcohólicas, lo cual desencadenó una pelea en que ella recibió varias cuchilladas. Erick Francisco "N" acuchilló en el cuello a su pareja en distintas ocasiones acabando por asesinarla, para luego quitarle la piel y distintos órganos, mismos que intentó arrojar por el inodoro de su casa. Al no conseguirlo, el homicida salió alrededor de su domicilio a intentar tirar los restos en la coladera de una calle envueltos en una bolsa de color verde.
El hijo del agresor habría presenciado el asesinato. Robledo Rosas llamó a su exesposa y madre del menor, para confesarle lo que había hecho. La mujer al enterarse llamó a la policía, misma que halló al asesino junto al cadáver de Ingrid Escamilla. El sujeto fue detenido por policías y consignado ante un ministerio público. Videos en redes sociales mostraron al homicida detenido en una patrulla con ropa llena de sangre y confesando descriptivamente su crimen a los agentes.
El cuerpo de Ingrid Escamilla fue entregado a sus familiares el 10 de febrero y sepultado el 11 en el panteón del municipio de Juan Galindo, de donde era originaria. Antes de ser enterrada, Ingrid Escamilla recibió un homenaje de cuerpo presente en la presidencia municipal de Juan Galindo, de donde fue colaboradora. Al funeral acudieron unas 300 personas que reclamaron justicia.?
El 12 de febrero de 2020 un juez con sede en la capital de México encontró elementos de culpabilidad en la investigación aportada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) por lo cual fue encarcelado preventivamente. Luego de anunciar en su audiencia preliminar que cometería suicidio, el acusado debe cumplir una valoración psicológica en el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial del Reclusorio Preventivo Varonil Sur de la capital mexicana.