Ada, desertora de La Luz del Mundo cuenta sobre el fanatismo

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 08-09-2022

Temerosa del fuego eterno, la joven mexicana no se atrevió a ponerse jeans sino hasta varios años después de dejar la religión que la hacía usar falda hasta los tobillos, llevar cabello largo, portar velo en la cabeza y, por supuesto, no usar maquillaje ni joyas. El alcohol, el tabaco, el cine, las fiestas mundanas y las groserías también estaban en la lista de prohibiciones.

Su liberación llegó cuando subió a sus redes sociales una foto vistiendo una playera negra, unos pantalones azules y unas zapatillas rojas, como muchas chicas de su edad.

Ada Camarena nació y creció inmersa en La Luz del Mundo, donde aprendió creencias difíciles de cuestionar debido a que los líderes ejercen fuerte presión sobre los fieles. En Mexicali, Baja California, debía entregar su vida a este sistema de creencias, sin cuestionar sus doctrinas.

A los 14 años se bautizó como todos los miembros de la congregación, que aún dirige Naasón Joaquín García desde una cárcel de Estados Unidos. El apóstol cumple una sentencia de 16 años por el triple delito de abuso sexual y enfrenta cinco denuncias por enriquecimiento ilícito.

Ada participó en el coro y dedicó su carrera profesional al servicio de Dios, que implica, según sus creencias, poner a La Luz del Mundo en primer lugar, por encima del trabajo y otras responsabilidades, como la escuela. Pero fue al entrar a la universidad que Ada cayó en cuenta de la presión que ejercía sobre ella la iglesia, pues si bien no le impedían que estudiara, le exigían no descuidar las actividades de la doctrina. “Yo sabía que tenía que ir todos los días a todas las oraciones posibles y hacer mis estudios”.

“Cuando Naasón Joaquín sube al poder empezó a haber mucha presión, decía Naasón que a los 18 años te tenías que ir a presentar ante Dios y darle las gracias porque cumpliste 18 años, tenías que entregar tu vida a la obra, tenías que regalar al menos un año de tu vida”, narró en entrevista con MILENIO.

Ada se inclinó por la enfermería al saber que en su entorno había poco personal de salud; las actividades de un universitario promedio no eran de su interés porque se le enseñó a satanizar las fiestas. “Estás tan adoctrinado que tú crees que las personas que van a la universidad y toman y salen con sus amigos y todo eso, automáticamente no van a terminar su escuela, se van a volver drogadictos, alcohólicos… es lo que te enseñan ahí”.

Al no compaginar con ciertas reglas, decidió salirse de su casa, ella no podía admitir públicamente que ya no creía en La Luz del Mundo porque este movimiento religioso exige dejar de hablarle a los hijos cuando salen de ella.

“Es muy difícil decirle que no a la salvación eterna y decir ‘sí, sí me quiero condenar’. Se me adoctrinó desde el momento que nací, a los 40 días (de nacidos), los papás juran ante la iglesia que van a criar a su hijo en la doctrina de La Luz del Mundo para servir a Dios… Yo no podía decirle a mis papás que yo ya no creía en el apóstol Naasón Joaquín, que yo ya no creía en la iglesia porque sabía que eso iba a romper mi familia”.

YouTube fue la gota que derramó el vaso. Ada encontró el video de una chica ex Testigo de Jehová que hablaba de su experiencia al haber nacido dentro de esa religión y cómo esa doctrina era muy parecida a una relación abusiva.

“Me di cuenta de todas mis dudas acerca de La Luz del Mundo, todo lo que sentía que estaba mal pero no sabía. Esa era la piececita que me faltaba para identificar los abusos que había sufrido”.

La primera vez que Ada utilizó jeans tenía 24 años, para entonces ella y su hermana ya habían renunciado a todo lo que conocieron, incluyendo sus padres, con quienes a la fecha no tienen contacto. Y fue en medio de la pandemia con el auge de TikTok, que se reconoció públicamente como ex integrante de esa iglesia.

“Subí (a redes sociales) mi primera foto en pantalón poquito después de que arrestaron a Naasón Joaquín, para mí esa fue una de las primeras manifestaciones de que ya me había salido de la iglesia, pero yo creo que el momento en que salí del clóset apóstata, que yo le llamo, fue en enero del 2020 que se hizo viral mi TikTok”.

Ahora tiene un pódcast junto con su hermana llamado “Yo salí de una secta” y dedica su contenido a informar sobre estas agrupaciones y los métodos de manipulación que utilizan para fanatizar a las persona, para que la gente no se enganche con La Luz del Mundo o alguna otra agrupación.

En México, de acuerdo con cifras del Censo 2020 del INEGI, La Luz del Mundo tiene 190 mil fieles, distribuidos en todo el país. Los estados que tienen una mayor presencia son Jalisco, donde se encuentra su templo sede, y Veracruz, donde en enero de este año inauguraron un nuevo templo. Aunque según la iglesia, en México hay 1.5 millones de feligreses y a nivel mundial, unos 5 millones.

Aun cuando Naason Joaquín fue sentenciado por confesar sus abusos, La Luz del Mundo pidió a sus fieles no mirar las noticias y emitieron un comunicado donde afirmaron que el apóstol se declaró culpable para defender a su comunidad, sostienen que él es inocente, por lo que aún lo reconocen como su líder.

“Para poder hacer ese tipo de cosas, que los miembros no miren las noticias, no se informen, utilizan la culpa, utilizan la manipulación emocional de que van a entristecer al Salvador, o sea el apóstol que está en la cárcel… Que Dios los va a castigar 'porque eso es falta de fe'.

Una persona que no es fiel de La Luz del Mundo y no ha tenido su vida allí, a lo mejor diría ‘¿Dios, qué me va a castigar?’ pero cuando tú crees firmemente en todas esas doctrinas y tú te bautizaste porque tú creías, eso que dicen allí es la ley, es la verdad absoluta y tienes miedo de investigar, tienes miedo de hacer algo que va en contra de Dios”.

Fuente: Milenio

 

 

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