A un año de la tragedia en la Línea 12 del Metro, la reconstrucción va lenta, no hay personas presas como responsables, y la fiscalía capitalina privilegió en este caso, pero de forma selectiva, la justicia restaurativa, con compensaciones monetarias para evitar juicios largos y tediosos.
A las empresas que, según la investigación oficial, de origen construyeron mal la obra, se les permitió evitar acusaciones penales con el pago económico a las más de 126 víctimas (26 muertos y más de 100 heridos). Pese a ello, aún hay afectados sin indemnización, y otros se dicen olvidados.
En contraste, según el abogado Gabriel Regino, la fiscalía capitalina negó a las 10 personas exservidoras públicas y representantes de empresas, a las que busca imputar lesiones, homicidio y daños a la propiedad, la posibilidad de mediar una reparación del daño con las víctimas para evitar ir a juicio.
“La respuesta de la fiscalía es no, no darnos autorización bajo ningún argumento más que la convicción política de que nuestros representados lleguen a un proceso penal”, indicó el litigante quien representa a cinco de los 10 presuntos responsables, entre ellos Enrique Horcasitas, exdirector del Proyecto Metro.
Regino acusó que el Gobierno de la Ciudad de México no sólo está utilizando este caso con fines políticos, sino que, además, está protegiendo a Florencia Serranía, exdirectora del Metro.
“En México se dijo que ya no existe el fuero, pero en la Ciudad de México subsiste el fuero de amistad para Florencia Serranía, quien se mantiene en la impunidad y que en ningún momento ha sido citada a declarar ante la fiscalía; no se le ha tocado ni con el pétalo de una rosa”.
En entrevista dijo que en este caso no se quiere impunidad, pero tampoco arbitrariedades. “No vamos a permitir ningún proceso penal sin que se involucre a los verdaderos responsables, incluyendo a Florencia Serranía”, insistió.
La zona cero permanece sin cambios visibles, sin escombros, eso sí, pero aún con el hueco en el viaducto elevado como símbolo de la desgracia por la mayor tragedia en el transporte público de la capital.
La víspera del primer aniversario del fatídico suceso, entre las estaciones San Lorenzo Tezonco y Olivos la gente que pasa no deja de lamentar la mala planeación, diseño y construcción de esta línea del Metro que en menos de una década ha tenido que cerrar en tres ocasiones por fallas estructurales.
El lugar remueve aún el dolor a familiares de las 26 personas fallecidas, y a más de 100 heridas. La mayoría de ellos pasa todos los días por el lugar. “Al pasar por ahí revivo el momento, me vienen todos los malos recuerdos, siento coraje y a la vez tristeza por todo lo que hemos pasado”, explica Janneth Arzate, quien viajaba en el tren que se desplomó aquel día.
Para Marisol Tapia, madre de Brandon Giovanny, un menor de 12 que murió dentro de uno de los vagones, es tan grande el dolor por la pérdida de su hijo, que prefiere no hablar.
Las autoridades han advertido que más de 90 por ciento de las víctimas ya alcanzó un acuerdo reparatorio con las empresas constructoras. El 10 por ciento aún sigue peleando una justa reparación. “Con las vidas no se juega, una vida no puede valer 650 mil pesos, que quedes lisiado para toda tu vida ni puede valer 150 mil pesos, no vamos a permitir eso”, dijo Teófilo Benítez, abogado de 12 de las víctimas.
Fuente: El Financiero