Con motivo del Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, expertos hacen un llamado a conocer más sobre este acto de generosidad que brinda la esperanza de seguir viviendo a quienes más lo necesitan.
Dicha conmemoración tiene como fin reconocer el trabajo de organizaciones, médicos y donadores que hacen posible que pacientes como Sherlyn, una menor de 12 años diagnosticada con linfohistiocitosis hemofagocítica, mejoren su calidad de vida por medio de un trasplante.
“Cuando recibía quimioterapia no sabía que existía la opción de ser trasplantada, pero después el doctor nos dijo a mi mamá y a mí que mi enfermedad podía ser tratada de esa forma. Al principio sentí mucho miedo porque no sabía qué era eso, pero los doctores me explicaron cómo iba a ser el procedimiento y me sentí tranquila. Antes de mi trasplante tuve muchas recaídas, así como ingresos al hospital, varias veces al año. Después de mi trasplante ya no me he sentido mal y puedo hacer más cosas que me gustan, como dibujar o jugar”, comparte Sherlyn, paciente trasplantada.
Existen diversas enfermedades que pueden ser tratadas por medio de algún tipo de trasplante. Muchos de estos son en vida, es decir, provenientes de un donador vivo que decide compartir algún tejido u órgano (íntegro o parcialmente) con un paciente enfermo.
Los trasplantes pueden darse dentro del círculo familiar o fuera de éste (no relacionado) del paciente. Este tipo de donaciones no afectan el estado de salud ni la calidad de vida del donador y para quien lo recibe puede representar una oportunidad invaluable, de ahí la importancia de que las personas conozcan más sobre la cultura del trasplante.
“La desinformación limita las oportunidades. Poco a poco se ha vuelto más común escuchar sobre qué es un trasplante, pero aún existe la falsa creencia de que éste solo se puede llevar a cabo cuando el donador ha fallecido, lo cual demora la atención de miles de pacientes que están a la espera de recibir un órgano o tejido” agregó Karla Martínez, Navegadora del Centro de Apoyo a Pacientes de Be The Match® México.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social en México existen más de 23 mil pacientes que requieren de un trasplante de órganos y/o tejidos[1], quienes esperan meses, e incluso años, para encontrar un donador. Otro gran reto son los costos operativos de este tipo de intervenciones por lo cual pacientes y familiares buscan apoyo en asociaciones especializadas en el tema.
Ante este panorama, desde hace 5 años opera en el país Be The Match® México, una organización sin fines de lucro que funge como facilitadora para lograr que se lleven a cabo trasplantes de médula ósea y células madre. Se presenta como una alternativa de tratamiento para más de 70 enfermedades en la sangre, entre ellas la leucemia linfoblástica aguda, la leucemia mieloide aguda, leucemia linfocítica crónica, linfomas, anemia aplásica severa, inmunodeficiencia combinada o el síndrome mielodisplásico. Para algunas de estas enfermedades un trasplante puede representar la única cura.
“Los pacientes que requieren de un trasplante de células madre y médula ósea para mejorar su calidad de vida, o incluso para seguir viviendo, son un grupo vulnerable que requiere de atención oportuna y especializada. En Be The Match® México construimos redes entre médicos, instituciones de salud y donadores altruistas para facilitar la realización de los trasplantes de forma óptima y en el menor tiempo posible”, agregó Amaro Sanchez, Enlace con Centros de Trasplante de Be The Match® México.
Actualmente, la organización ha logrado el registro de más de 95 mil potenciales donadores en el país, quienes están listos para cambiar la vida de otros con un trasplante. Activamente comparten en su sitio web, en la sección “Un Match para Mí” los casos de pacientes que están a la espera de un donador, esto con la finalidad de que aquellos que estén interesados en sumarse a la causa puedan conocer sus historias.
El primer paso para unirse como potencial donador es registrarse en el sitio www.bethematch.org.mx/registro/. Para ello es importante conocer los requisitos indispensables necesarios: tener entre 18 y 44 años, estar libre de enfermedades de riesgo mayor crónicas o degenerativas y tener el compromiso de salvar una vida.