Debate infoma que la noche de este lunes, el Gobierno de México aclaró que Roberto Toledo, asesinado este día en el estado de Michoacán, no se desempeñaba como periodista, sino como auxiliar en un despacho de abogados.
Fue la tarde de este lunes 31 de enero cuando el medio de comunicación Monitor Michoacán dio a conocer el homicidio de Roberto Toledo, quien, según el medio, era su colaborador.
“El equipo de Monitor Michoacán ha venido sufriendo una serie de amenazas de muerte. El día de hoy, finalmente, las amenazas se cumplieron y hoy asesinaron a uno de nuestros miembros, de nuestro equipo; hace unos minutos atentaron en contra de su vida”, refirió Armando Linares, director del portal informativo.
Haciendo uso de su cuenta oficial de Twitter, el vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, informó que, de acuerdo con investigaciones judiciales, Toledo no era periodista.
No obstante, el funcionario no dejó de condenar el asesinato del auxiliar de despacho de abogados, al tiempo que envió las condolencias de la administración federal a los familiares y amigos del hoy occiso.
"De acuerdo con investigaciones judiciales, el C. Roberto Toledo asesinado el día de hoy, se desempeñaba como auxiliar de un despacho de abogados, no como periodista. Condenamos este crimen. Ningún ser humano debe ser privado de su vida. Nuestras condolencias a familiares y amigos", escribió.
Fue en el transcurso de la tarde de este día cuando Ramírez Cuevas publicó la condena de parte del gobierno de la Cuarta Transformación al homicidio perpetuado contra Roberto Toledo, presunto colaborador del portal Monitor Michoacán.
"El @GobiernoMX condena el asesinato del periodista Roberto Toledo del portal Monitor Michoacán. Trabajaremos en conjunto con el gobierno estatal y municipal para esclarecer el caso; no permitiremos la impunidad. Defendamos la libertad de expresión y el derecho a la información", refirió el servidor público.
Apenas la semana pasada fue asesinada a balazos por un sujeto desconocido la periodista Lourdes Maldonado en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, cuando se encontraba abordo de su automóvil afuera de su domicilio. El asesinato de Maldonado se dio una semana después del homicidio del fotoperiodista Margarito Martínez, quien también fue ultimado en la referida cuidad bajacaliforniana.