Aunque para el próximo año el gasto en salud se incrementará casi en 15%, el Proyecto de Presupuesto de Egresos enviado por el Ejecutivo prevé una reducción en el gasto de medicamentos, por lo que se perfila que siga el desabasto. En el Parlamento Abierto, convocado por la Comisión de Presupuesto para analizar la propuesta de gasto del próximo año, especialistas se congratularon porque se destinarán más recursos para salud en el 2022, no obstante lanzaron algunas advertencias:
La distribución de gasto, la ausencia de fuentes de financiamiento para el futuro y la tendencia a desatender al tercer nivel de atención, es decir, enfermedades de alta especialidad como cáncer y VIH. Judith Senyancen Méndez Méndez, coordinadora del área de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), destacó que en salud sí se consideran los susbsistemas (IMSS, ISSSTE, Insabi e IMSS Bienestar): se destinarán 824 mil 181 millones de pesos.
El aumento en el sector salud será de 105 mil millones de pesos,“pero todo lo relacionado a vacunas, contratación de personal y adeudos son 65 mil 421 millones de pesos, (y) en realidad el aumento que queda para la atención a la salud distinta a COVID es de 40 mil millones de pesos”. Según el análisis, en 2021 se destinaron 118 mil millones de pesos. Para 2022 se proponen 92 mil 60 millones de pesos –sin considerar las vacunas COVID–.
“En realidad es una disminución en el presupuesto que va para medicamentos respecto al presupuesto aprobado en 2021 y respecto al monto ejercido en 2020 es una caída superior al 10 %. 'Solo para la compra de medicamentos el aumento en el gasto de los hogares fue de 68% y en los deciles más pobres fue superior al 100%, entonces ver esta caída en el rubro de medicamentos nos puede hablar de que van a seguir el problema de falta de medicamentos y que pudiera incrementarse también el gasto de bolsillo”, alertó.
En la revisión de las partidas para medicamentos, materiales médicos y de laboratorio, dijo que “se ve en realidad una reducción para estos dos últimos y el aumento en medicamentos se debe a la vacuna COVID”, destacó. Méndez añadió que la programación presupuestal no atiende la transición epidemiológica, pues solo se concentra en vacunas, en gasto para la Secretaría de Salud e IMSS Bienestar, en atención de primer y segundo nivel.
“Pero la mayor presión en las finanzas públicas se concentra en tercer nivel, enfermedades de alta especialidad como cáncer, VIH y cuidados especializados. Y no hay una fuente de financiamiento que asegure la atención de estas enfermedades, riesgo de que esta atención no sea sostenible”. El aumento en el gasto de salud proviene en su mayoría del Fondo de Salud para el Bienestar “y se corre el riesgo de que este aumento no se pueda repetir otros años”.
La coordinadora propuso que se vincule, en el futuro, el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para destinarlo al gasto en salud.
Fuente: Expansión