La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda denunció formalmente al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, y a la empresa Odebrecht y sus filiales, de haber desviado y lavado más de tres mil millones de pesos provenientes del erario a través de una amplia red de empresas fantasma.
Los recursos presuntamente desviados, de acuerdo con la denuncia presentada este 16 de julio ante la Fiscalía General de la República (FGR), se habrían triangulado en múltiples operaciones hacia las empresas fachada para luego ser retirado en efectivo en varios estados del país. Todo esto habría ocurrido entre 2012 y 2016 principalmente.
Animal Político publicó en octubre del año pasado que la UIF había encontrado indicios de que Odebrecht tejió en México una red de empresas fachada – similar a la que uso a nivel internacional – para desviar una buena parte de los recursos que se le entregaron a través de la firma de contratos con Pemex y sus subsidiarias.
Dichos trabajos de inteligencia financiera concluyeron a finales de junio pasado con la confirmación de que existía una red de por lo menos 38 compañías que se habrían utilizado para ir dispersando recursos provenientes del erario. Se trata de posibles operaciones de lavado de dinero.
El que estos recursos se hayan desviado hacia empresas fachada y finalmente salieran del sistema bancario a través de múltiples retiros en efectivo es relevante porque confirma que el sobreprecio que se pagó en diversos contratos a Odebrecht (y que ya también fue denunciado por la Auditoría Superior de la Federación) habría sido premeditado.
Lo anterior con la finalidad de obtener dinero “extra” que la constructora brasileña se prestó a desviar y que podría tener como destino otros fines ilícitos que van desde el enriquecimiento de los implicados, hasta el pago de otro tipo de sobornos, o incluso el financiamiento ilegal de campañas electorales.
Fuente: Animal Político