EFE dio a conocer que una gran cantidad de perros deambulaban desnutridos, heridos y en abandono en los alrededores de las obras del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México hasta que una iniciativa del personal del Ejército mexicano derivó en el rescate de decenas de canes y la creación de un refugio.
Los Perritos de Santa Lucía es el nombre de este albergue que “tiene como fin darle cuidados a todos esos cachorros que necesitan un hogar temporal antes de encontrar el lugar ideal y perfecto para continuar con su vida”, dice este miércoles a Efe la subteniente Carla Medellín, veterinaria del lugar.
Este sitio que, previo a las obras de construcción del nuevo aeropuerto, fungía como una escuela preescolar, fue adaptado para recibir a los canes que no tenían hogar y que se paseaban por los alrededores, lo cual se logró reutilizando material de las mismas obras del aeropuerto.
Situado a unos 45 kilómetros al norte de la capital mexicana, el nuevo aeropuerto consistirá en la construcción de dos pistas para aeronáutica civil que se sumarán a la actual pista militar.
Las obras en el futuro nuevo aeropuerto mexicano iniciaron en octubre de 2019, por órdenes del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario presume que estará listo para marzo de 2022 y operará a la par del actual Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y del de Toluca, capital del vecino Estado de México, y entre todos tendrán disponibles seis pistas.
Es en medio de esta zona de obras donde hace poco más de un año, un grupo de 30 personas, entre efectivos del Ejército y de la sociedad civil, pensaron el proyecto, que a partir de este año trabaja para rehabilitar y dar una vida mejor a estos cachorros.
ENTRE LADRIDOS Y CARIÑOS
Es la hora del recreo y Manchas, Orejas y Camilo salen a jugar entre ellos. Aunque al llegar al refugio algunos de ellos eran agresivos o miedosos, hoy nada queda de eso.
“La palabra adecuada es recuperarlos. No sabemos en qué circunstancias se encontraron. Empiezan a tener confianza y ya de ahí empezamos a trabajarlos, socializarlos, sacarlos más, que estén en un conjunto de personas hasta que se empiecen a adaptar”, dice la soldado militar Diana Lucía Ramos.
Diana se unió a esta labor como parte de sus trabajos como entrenadora de perros en el batallón de servicios especiales de la Policía Militar de la 37ª zona del Ejército Mexicano.
La clave de que tantos perritos hoy estén rehabilitados y la mayoría listos para ser adoptados es, a decir de ella, el amor.
“Lo que estamos buscando es darles una mejor vida, un hogar, sobre todo mucho amor y cariño, una familia que los quiera”, explica.
Pamela Díaz, coordinadora del refugio, afirma que los perritos que son albergados aquí no solo pueden tener una mejor calidad de vida, sino que también pueden tener un propósito. "Ya sea siendo mascota, perro de terapia o de asistencia”, declara.
De hecho, de los 58 perros con los que abrieron el lugar, dos ya están designados a trabajar en una dependencia gubernamental, mientras que uno más se desempeñará como perro de terapia para un niño autista.
“Son nuestras tres estrellas”, afirma.
Carla Medellín resalta que al llegar a este lugar los perritos tienen que permanecer en cuarentena, periodo en el que son vacunados y, en el caso de los adultos, esterilizados, además de darles un entrenamiento básico.
Asimismo, los clasifican según sus perfiles, para que sea más fácil su adaptación con la familia, dependiendo de si se trata de una con niños, de adultos mayores, una pareja joven u otra.
El problema, dice el soldado militar Carlos Daniel Vega, quien también colabora con el adiestramiento de los cachorros, es que en el proceso se llegan a encariñar con los animales.
“Ha habido ocasiones que hasta nos dan ganas de llorar porque uno se encariña con ellos. Ellos se van muy contentos, con la esperanza que van a estar mejor, que tendrán un techo, comida, se siente bonito porque ellos transmiten eso”, admite.
El principal objetivo de este refugio es encontrar un hogar para los canes.
Para que se concrete la adopción las personas interesadas deben presentar una identificación oficial, además de llenar un formulario y demostrar que están comprometidos con el cuidado de su mascota.