Todo apunta a que el desplome de la Línea 12 del Metro el pasado lunes 3 obedeció a una falla estructural y al deficiente mantenimiento. Falló la obra civil del tramo de la llamada Línea Dorada donde ocurrió la catástrofe, entre las estaciones Los Olivos y Tezonco, a cargo de Carso Infraestructura y Construcción (CICSA).
Entre las anomalías: los elementos estructurales construidos de concreto armado, con muros, columnas, escaleras y trabes, tenían expuesto el acero estructural y eso generó “segregación, abombamiento y fracturas en el concreto hidráulico”. Y en todo ello tuvo que ver el consorcio compuesto por Ingenieros Civiles Asociados (ICA), CICSA y Alstom.
Después de la catástrofe, ICA aclaró que la construcción del tramo afectado no estuvo bajo su encargo, que le correspondió a Grupo Carso. Éste informó que esperará los peritajes que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, encargó a la empresa noruega DNV. En tanto Alstom señaló que se limitó a participar en pruebas y puestas en servicio de una parte de los subsistemas electromecánicos y trabajo de vías.
Mientras, CICSA fue la ganadora, junto con FCC Construcción, de la licitación pública internacional del tramo 2 del Tren Maya, que va de Escárcega a Calkiní. El contrato que le dio el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es para el suministro de materiales y construcción de plataforma y vía del Tren Maya, por un monto de 18 mil 553.7 millones de pesos, que incluyen mil 676.2 millones de pesos por cinco años de mantenimiento y 16% de IVA.
Por su parte, ICA construye el tramo 4, que va de Izamal, Yucatán, a Cancún, Quintana Roo. Además, ICA Fluor está a cargo del paquete 1 de la refinería de Dos Bocas, que consiste en la construcción de los tambores de coquización y los racks y soportes estructurales para la planta coquizadora, y en los paquetes 3A y 4B, correspondientes a la planta de recuperación de azufre.
Mientras que Alstom está interesada en proveer de trenes al Tren Maya, cuya licitación prevé la entrega de 31 convoyes de pasajeros y 11 de carga en los siguientes 42 meses después de la firma del contrato. Sin embargo, las empresas han manifestado su preocupación por la falta de información sobre la ingeniería básica del proyecto y los plazos de entrega estipulados en la convocatoria.
Fuente: Apro