El poder adquisitivo de las familias mexicanas se redujo en -87.41% de 1982 al 2019, de tal forma que anteriormente con un salario mínimo se podía comprar casi tres Canastas Alimenticias Recomendables (CAR), mientras que las últimas cifras revelan que con un salario mínimo, solo se puede comprar el 32.62% de dicha canasta, según cifras de la UNAM.
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, se dio a conocer que actualmente el dinero alcanza para adquirir menos productos básicos en el país, debido a una mayor precarización laboral.
Lo anterior, también debido que los trabajadores tienen la necesidad de laborar más tiempo para poder ganar una cantidad suficiente de dinero que les permita cubrir sus necesidades básicas.
“En 1982 con un salario mínimo se podrían comprar casi tres canastas alimenticias, por lo que era suficiente trabajar 2 horas y 42 minutos de una jornada laboral de 8 horas, para 2017 con un salario mínimo solo podía comprar el 32.62% de una canasta alimenticia, por lo que los trabajadores se veían obligados a trabajar 24 horas con 31 minutos, lo cual es humanamente imposible”, puntualizó.
Aunado a esto, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), arrojaron que en las líneas de pobreza en el país, la pandemia por Covid-19 fungió como detonante para reducir el poder adquisitivo de los mexicanos, de tal forma que la pobreza ha aumentado.
Carlos Alberto Bautista, especialista y docente de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle señaló en entrevista con 24 HORAS que, pese a que el poder adquisitivo se ha deteriorado considerablemente los últimos 30 años, la pandemia por Covid-19 fue un catalizador para que éste valiera aún menos.
Añadió también que, pese a que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aprobó un incremento para el salario mínimo de 123.22 pesos a 141.70 pesos el año pasado, dicho aumento no abona al fortalecimiento del poder adquisitivo de los mexicanos.
Argumentó que ante la baja en los niveles de empleo que causó la contingencia sanitaria, los cierres de empresas y la inflación al alza, la pandemia se encuentra aún aminorando el poder adquisitivo de las familias en el país, hecho que también ha provocado modificaciones en los patrones de consumo.
Por otro lado, Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios del Empleo Formal, resaltó que si se toma en cuenta que el actual Gobierno ha tenido un “pésimo desempeño” en la creación de empleos formales, a lo que se suma las afectaciones de la pandemia a las empresas y trabajadores, la mejoría del poder adquisitivo está aún lejos.
Fuente: 24 Horas