Luego de pasar una terrible noche, con fiebre y fuertes dolores de cabeza y hombros, Henry no dudó en acudir al sanatorio a la mañana siguiente en San José, Costa Rica.
Era 9 de marzo, tres días después de que en el país se detectara el primer caso del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que a la fecha ha dejado poco más de 700 contagios pero solo 6 muertes en la nación centroamericana.
En el centro de salud gubernamental le hicieron algunas pruebas básicas, tanto a él como a su madre, que también tenía síntomas, y los enviaron de regreso a casa.
"Me dijeron que tenía una infección muy grande en la garganta", cuenta a BBC Mundo vía telefónica.
El venezolano de 50 años, residente en Costa Rica, sospechaba haberse contagiado de covid-19 en su oficina, pues otro empleado dio positivo unos días antes, tras volver de un viaje a Europa.
Para el 17 de marzo, Henry fue de nuevo al sanatorio para que le tomaran muestras. Y cuatro días después recibió un correo electrónico: él y su madre dieron positivo de covid-19.
A pesar de tener algunas molestias, y de que su madre tiene mayor riesgo al superar los 70 años, su tratamiento debía cumplirse en casa. También su esposa y su hija estaban contagiadas.
Henry asegura que nunca se sintieron abandonados en la enfermedad, sino todo lo contrario.
"Desde el 21 de marzo y hasta hace como 10 días, los médicos venían para acá por lo menos un día sí y un día no" para seguir de cerca el tratamiento, explica Henry.
Los visitaban los trabajadores sanitarios de los Equipos Básicos de Atención Integral de la Salud (EBAIS), y su médico estuvo en contacto con la familia a través de mensajes de WhatsApp.
El sistema del EBAIS ha sido la primera línea de respuesta a la pandemia en Costa Rica y representa una de las claves que han permitido al país tener la más baja tasa de letalidad por covid-19 de América Latina, dicen los expertos.
A medida que el país llega a los dos meses desde el primer caso detectado, solo seis pacientes han muerto y hasta este miércoles había apenas 16 hospitalizados de unos 400 casos activos.
Más de 320 personas se han recuperado de la enfermedad.
"Nuestra mejor vacuna contra el covid-19 es tener una población disciplinada y educada, y un sistema de salud bastante consolidado", dice a BBC Mundo el doctor Luis Villalobos, experto en salud pública de Costa Rica.
"Nosotros no gastamos en ejército, pero sí gastamos mucho en salud, en seguridad social y en educación, y eso ha sido muy importante", añade el también exdecano de la Facultad de Medicina en la Universidad de Costa Rica.
Fuente: BBC