La increíble historia del busto de Nefertiti

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 27-11-2019

Esta historia empieza hace más de 3000 años en Egitpto y acaba hace apenas unas semanas en Alemania, cuando el artista Cosmo Wenman anunció a principios de noviembre que el Museo Neues de Berlín le había enviado una unidad flash con los escaneos a todo color del famoso busto de Nefertiti después de una batalla legal que ha durado tres años.

Desde que el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt descubrió la pieza en 1912, Egipto ha reclamado que regresara a casa. La escultura pasó parte de la Segunda Guerra Mundial escondida en una mina de sal, pero los Monuments Men de las fuerzas aliadas la recuperaron en 1945. Gracias a eso, se volvió a exhibir nuevamente en Berlín.

Hace unos años, los responsables del museo decidieron escanear el bustoo. Los datos obtenidos, sin embargo, nunca salieron a la luz pública. Incluso dos artistas alemanes afirmaron haber hecho un segundo escaneo independiente. Pocos les creyeron. Con la polémica suscitada, Wenman aprovechó para pedir que le hicieran llegar los escaneos del museo.

Presentó una solicitud citando las leyes alemanas de libertad de información que se aplican a las instituciones financiadas por el estado. El museo lo remitió a la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano. Según Wenman, la fundación afirmó que “entregarle directamente copias de los datos escaneados amenazaría sus intereses comerciales”.

A cambio, le ofrecieron visitar el consulado alemán en Los Ángeles, donde reside. Y allí le permitieron ver los resultados del escáner bajo supervisión. Wenman, sin embargo, no se dio por satisfecho y siguió presionando . Tras tres años de negociaciones, la fundación finalmente le dio una unidad flash que contenía los resultados a todo color y en alta resolución.

El artista tardó pocas horas en poner todo el material en la red. Había capturas de cada detalle que convirtió el busto en icónico: el delicado cuello de Nefertiti, el tocado pintado, los pómulos altos y el delineador de ojos afilado. Pero también se incluyó un aviso de copyright grabado digitalmente en la parte inferior de la escultura.

Esta historia empieza hace más de 3000 años en Egitpto y acaba hace apenas unas semanas en Alemania, cuando el artista Cosmo Wenman anunció a principios de noviembre que el Museo Neues de Berlín le había enviado una unidad flash con los escaneos a todo color del famoso busto de Nefertiti después de una batalla legal que ha durado tres años.

Desde que el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt descubrió la pieza en 1912, Egipto ha reclamado que regresara a casa. La escultura pasó parte de la Segunda Guerra Mundial escondida en una mina de sal, pero los Monuments Men de las fuerzas aliadas la recuperaron en 1945. Gracias a eso, se volvió a exhibir nuevamente en Berlín.

Hace unos años, los responsables del museo decidieron escanear el bustoo. Los datos obtenidos, sin embargo, nunca salieron a la luz pública. Incluso dos artistas alemanes afirmaron haber hecho un segundo escaneo independiente. Pocos les creyeron. Con la polémica suscitada, Wenman aprovechó para pedir que le hicieran llegar los escaneos del museo.

Presentó una solicitud citando las leyes alemanas de libertad de información que se aplican a las instituciones financiadas por el estado. El museo lo remitió a la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano. Según Wenman, la fundación afirmó que “entregarle directamente copias de los datos escaneados amenazaría sus intereses comerciales”.

A cambio, le ofrecieron visitar el consulado alemán en Los Ángeles, donde reside. Y allí le permitieron ver los resultados del escáner bajo supervisión. Wenman, sin embargo, no se dio por satisfecho y siguió presionando . Tras tres años de negociaciones, la fundación finalmente le dio una unidad flash que contenía los resultados a todo color y en alta resolución.

El artista tardó pocas horas en poner todo el material en la red. Había capturas de cada detalle que convirtió el busto en icónico: el delicado cuello de Nefertiti, el tocado pintado, los pómulos altos y el delineador de ojos afilado. Pero también se incluyó un aviso de copyright grabado digitalmente en la parte inferior de la escultura.

La licencia describe tres condiciones para el uso del escaneo: el modelo debe atribuirse al museo, no puede usarse con fines comerciales y todo lo que esté hecho debe estar disponible para que otros lo puedan reutilizar. A pesar de estas restricciones, finalmente se ha podido ver la escultura de Nefertiti como nunca antes se había visto.

Fuente: La Vanguardia

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