“Esta tarde tras una larga y grave enfermedad falleció Mijaíl Gorbachov”, informaron este martes fuentes del Hospital Clínico Central de Moscú a la agencia RIA Nóvosti.

El antiguo presidente de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas tenía 91 años y llevaba ya mucho tiempo apartado de los focos, pese a que su gestión cambió el rumbo de la historia, con consecuencias impredecibles, como la actual guerra de Rusia en Ucrania.

Gorbachov presentó su renuncia en diciembre de 1991, después de que 11 de las antiguas repúblicas soviéticas crearan la Comunidad de Estados Independientes (CEI), desmantelando ‘de facto’ la URSS.

RENUNCIÓ EN 1991

Gorbachov dirigió la Unión Soviética entre 1985 a 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y ya después como presidente. Su carrera culminó en 1991, cuando dimitió tras el acuerdo de disolución suscrito con Bielorrusia y Ucrania, ya con el Telón de Acero en retirada.

El exdirigente soviético, ocasionalmente activo en su vida pública, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990 por los cambios en las relaciones entre la URSS y el bloque occidental, encabezado por Estados Unidos, en las últimas etapas de la Guerra Fría.

En diciembre de 2021, en el 30 aniversario de la disolución del imperio soviético, Gorbachov señaló que si se hubiera reformado a tiempo, la Unión Soviética podría haber sobrevivido como una unión de estados soberanos, pero ya era demasiado tarde.

“Fueron días oscuros para la Unión Soviética, para Rusia y para mí también. Pero no tenía derecho a hacer otra cosa”, recordó Gorbachov en declaraciones a la agencia rusa Tass.

“NUNCA USÉ LA FUERZA PORQUE NO SERÍA YO”

El exmandatario también explicó por qué nunca usó la fuerza para tratar de mantener unido al imperio.

“En primer lugar porque habría dejado de ser yo mismo”, dijo. “Y entonces tal decisión habría desencadenado una guerra civil gravísima con consecuencias impredecibles. Estaba seguro de que este escenario debía evitarse a toda costa”, agregó.

“Sin embargo, es cierto que el país podría haber sobrevivido incluso después del intento de golpe de Estado en agosto de 1991 como una Unión de Estados soberanos”, aseguró el último líder soviético. (Con información de La Crónica de Hoy)