Los ricos gastan en búnkeres para huir del COVID-19

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 27-02-2021

Los búnkeres ya no solo forman parte del imaginario colectivo. Debido a la pandemia de Covid-19, muchas personas han empezado a valorar estos refugios subterráneos para sobrevivir en un futuro cada vez más incierto.

«Hemos notado un crecimiento en el último año de 30% o 40%, y sigue en aumento. Prácticamente todos los días llama alguien o manda un correo solicitando información», asegura José María, gerente de Bunkeralia, en una entrevista para Business Insider España. «Cuando llama un cliente, lo primero que pregunta es en cuánto tiempo estará listo y cuánto le costará. Ya no te preguntan por las comodidades, ni el equipamiento, ni nada».

José María explica que 90% de los interesados son familias de mediana edad que sienten peligro debido a la situación actual y buscan protegerse. 

«Los riesgos estrella son el virus y un ataque nuclear», señala José María. A su vez, destaca el desabasto como otro de los mayores temores que han incrementado la demanda (Bunkeralia provee comida y agua para dos años en sus búnkeres de víveres).

También diseñan Refugios TTH, que ofrecen protección frente a tormentas, tornados y huracanes.

Su otro tipo de diseño es el búnker NRBQ, que protege a las personas de la contaminación nuclear, radiológica, biológica y química. Además, cuentan con una salida de emergencia y una puerta acorazada. Es autosuficiente y tienes diferentes instalaciones para asegurar el suministro de luz, agua y conexión con el exterior.

«Aunque los hay que lo utilizan solo para dormir o como segunda vivienda, también hay clientes que ya se han encerrado y tienen intención de salir cuando acabe la pandemia o bajen los contagios. Cada uno tiene sus sus parámetros», asegura.

Los búnkeres no son para todos

Pese a que a todo el mundo le gustaría tener la garantía de estar preparado pase lo que pase, no todo el mundo puede permitírselo. «Tienen que tener cierto poder adquisitivo porque esto no es como una vivienda, no puede hipotecarse. Hay que tener el dinero», señala. 

El precio del búnker varía en función del tamaño y del equipamiento según el tiempo que vaya a alojarse sin salir al exterior; sin embargo, está entre 48,000 y 3.6 millones de dólares. El búnker, que es totalmente personalizable, está listo en un plazo de tres a seis meses; siempre bajo demanda y en terrenos que cumplan con ciertos parámetros.

Además de familias, ahora hay demanda de búnkeres para comunidades de entre 15 y 35 personas. Esto es útil para, entre otras cosas, abaratar el precio de esta forma de vida. 

«Las comunidades tienen más posibilidades de supervivencia en el caso de que esto se pusiera peor, porque entre tantas personas siempre hay alguno que es enfermero, mecánico o una profesión que puede ayudar bastante al grupo», asegura.

Formación psicológica para la convivencia y el aislamiento

Como convivir ya de por sí es difícil, hacerlo en esas condiciones puede volverse imposible. Por eso, desde Bunkeralia ofrecen una formación para el reparto de tareas y otra información útil como saber medir la radiación o la meteorología. 

El equipo también cuenta con un arquitecto, un API (Agente de la Propiedad Inmobiliaria), un médico y una psicóloga. 

Esta persona se encarga de impartir unos cursos de formación de supervivencia dentro del búnker, especialmente en relación a la asignación de roles y resolución de conflictos. «Es un entrenamiento para sobrellevar el aislamiento y la convivencia con el resto», explica José María. Estos son necesarias, señala, porque pueden darse ataques de pánico por la situación, el estrés, la ruptura del modelo de vida y el cambio de valores. «Hay muchos cambios respecto a la vida normal, se vive de otra manera», afirma.

Pero hay un aspecto clave que no puede pasar por alto: tiene que ser un «secreto absoluto».

«Todo el mundo va a querer meterse en caso de que sea la única manera de supervivencia. Cuando me llama un padre o una madre de familia con la intención de meter a sus padres, hijos o abuelos les aconsejamos que no se lo comenten a nadie y lo mantengan en secreto. Esto para que a nadie se le escape», señala.

José María fundó Bunkeralia hace cuatro años, cuando notó que había cierta demanda que en España no se estaba cubriendo. Este año espera incrementar la facturación entre 20% y 30% respecto al año pasado, y los clientes en 35%.

Seguro de vida para un mundo peligroso

Bunkeralia no es la primera empresa en preparar a la población ante lo que pueda pasar.

La estadounidense Vivos, fundada por Robert Vicino, es la mayor red global de refugios subterráneos. Como especifica a Business Insider España Dante Vicino, director ejecutivo de la compañía, es un «proyecto épico de supervivencia humanitaria; totalmente preparado para lo que sea y cuando sea que se desarrollen los acontecimientos». 

Vicino insiste en que los miembros de esta comunidad no tienen miedo ni son «1% de la élite», sino más bien gente normal y bien informada de lo que está pasando en el mundo, de las «innumerables amenazas a las que nos enfrentamos» y con un sentido de responsabilidad sobre sus familias. 

Aunque Vicino asegura que el perfil de los clientes es diverso y que su objetivo es hacerlo asequible para todos, la mayoría son de un alto poder adquisitivo.

«Vivos es el plan B de respaldo para su vida en caso de que se desate el infierno. Cuando todo el mundo esté luchando, nuestros miembros se dirigirán a su refugio acompañados por cientos de personas con ideas afines que tengan la oportunidad de ser potencialmente parte de la siguiente fase de la humanidad; todos preparados para sortear cualquier amenaza que pueda estar ocurriendo en el exterior», señala. 

«La gente siente que el infierno está a punto de desatarse, desde Corea del Norte hasta Oriente Medio, y la posibilidad de una tercera guerra mundial con Rusia y China. Muchos prevén otra plaga, un colapso económico, grandes cambios en la Tierra potencialmente causados por fuerzas cósmicas, incluyendo nuestro propio Sol, y ataques de asteroides. Estamos viviendo en tiempos muy peligrosos, lo que hace que la necesidad de tener un seguro de vida sea imprescindible», alerta Vicino. 

Vivos cuenta con una enorme comunidad de refugios subterráneos casi del tamaño de Manhattan. Estos están estratégicamente situados en la esquina suroeste de Dakota del Sur, con más de 575 búnkeres privados con capacidad para 10,000 personas. 

Allí ya se han mudado Tom y Mary, que declararon a The Verge que no pensaban esperar a que la sociedad se derrumbara para mudarse. «Fue un gran alivio saber que estábamos en un lugar seguro», afirmaban. O Michael y Megan que decidieron dar el paso hace ya varios años cuando comprendieron que los gobiernos no pueden controlar las catástrofes naturales.

La compañía también cuenta con Vivos Europa One (de más de 23,000 metros cuadrados). Este es un refugio perforado en una montaña en el centro de Alemania y con un precio de entrada de entre 42,000 y 2.4 millones de dólares.

A raíz de la pandemia, la demanda de Vivos ha crecido exponencialmente. Las consultas y solicitudes han aumentado más del 1,000% año tras año, y las ventas, más del 400%.  

Un búnker de lujo con técnicas de arquitectura espacial

Si te aterra la idea de encerrarte entre paredes de hormigón y sientes claustrofobia de tan solo pensarlo, existe la opción de encerrarte en un búnker de lujo. 

El estudio americano ABIBOO, liderado por el arquitecto español Alfredo Muñoz diseñó DBX para que funcione no solo como un búnker de refugio sino también como una segunda vivienda completamente autosuficiente. 

Como explican desde ABIBOO, pese a su fortaleza y solidez, el refugio transmite una sensación de confort, distensión y lujo gracias al interiorismo y la distribución de los espacios.

El búnker, que se construirá en Carolina del Sur y cuya localización exacta no está disponible por voluntad del cliente, tiene capacidad para albergar hasta dos grupos familiares, y un máximo de 10 personas. Ocupa una superficie en planta de 1,200 metros cuadrados y se accede a través de una puerta levadiza que queda camuflada sobre una colina de cubierta vegetal. 

Los dormitorios son amplios, con armarios integrados y una estética característica de los interiores de vivienda de alta gama desarrollados por ABIBOO Studio. El refugio cuenta con sauna, bar, sala de cine y juegos, piscina, gimnasio e incluso una zona de tiro para practicar la defensa personal.

«El presupuesto es confidencial, pero a nivel cualitativo, la solución de DBX es 1.5 veces más caro que una vivienda de alto standing. La mayor parte del presupuesto está asociado a los sistemas de instalaciones y de drenaje necesarios para el correcto funcionamiento del búnker enterrado», explica Muñoz. 

Pese a ello, asegura, el proyecto es muy escalable y sencillo de reducir en tamaño, lo que da flexibilidad para ajustar el presupuesto. 

La vivienda subterránea está concebida en módulos que rodean un jardín de cultivo hidropónico y actúa como un invernadero, lo que permite aumentar la eficacia y reducir el mantenimiento. 

Este sistema de plantaciones sin luz solar es muy similar al que utilizará el equipo de ABIBOO en la ciudad de Nüwa, en Marte, que ha sido proyectada para construirse dentro un acantilado y protegerse así de la radiación. ABIBOO ha diseñado una ciudad para un millón de habitantes en Marte junto con SONet (Muñoz forma parte de la exclusiva lista de arquitectos espaciales, Space Architect, y es miembro del American Institute of Aeronautics and Astronautics).

Fuente: BI México

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