Univisión informa que FC Juárez dio una gallarda presentación ante el Puebla en plan de visitante y se repusieron a un mal comienzo para ganar 2-1 en la Fecha 3 de la Copa MX. 

Puebla recibía a los Bravos de Ciudad Juárez en el Estadio Cuauhtémoc por la Jornada 3 de la Copa MX, ante una entrada discreta por parte de la afición del equipo de La Franja.

Aprovechando la localía, el equipo poblano se lanzó con todo al frente para hacerle daño a su rival de la división de Ascenso MX.

Y la resistencia de los fronterizos no duró mucho. A los 18 minutos Jonathan Espericueta, desde los 11 pasos, convirtió el 1-0 en favor de los dirigidos de Enrique Meza.

Así fue como Espericueta cobró el penalti, con firmeza, con seguridad, con buena colocación.

Pronto surtió efecto el asedio poblano sobre los Bravos de Juárez, quienes en desesperación cometieron una falta en el área con las peores consecuencias.

Los poblanos empezaron a apoderarse del esférico, jugando con el marcador favorable y desgastando al equipo visitante, que hacía el gasto para recuperarlo.

Y con un amplio dominio, los Camoteros se iban adelante en el marcador 1-0 al medio tiempo para beneplácito de sus leales aficionados presentes en el Cuauhtémoc.

La misión para FC Juárez era revertir el dominio territorial del equipo local en la segunda mitad y con esa mentalidad salieron al campo tras el receso.

Y el cambio de actitud de los fronterizos pagó dividendos apenas a los 10 minutos de haberse reanudado el cotejo: un penalti en favor de los Bravos.

Y a los 58 minutos Flavio Santos lo cobró de manera exitosa, efectiva y le quitaba la sonrisa a los aficionados y jugadores locales con la igualada.

Era esperanzador haber conseguido el empate luego de una mala primera mitad en lo colectivo para los fronterizos.

Pero las cosas no se quedaron ahí para los Bravos. A raíz del empate, cobraron confianza, empuje y complicaron a unos Camoteros que quedaron en shock con el penalti, polémico para algunos.

Ya cuando el juego cayó en una especie de marasmo, los Bravos se preparaban para asestar un inesperado y contundente golpe.

Desde afuera del área, ante la pasividad de la defensa poblana, y con una gran definición, Alejandro Hachen marcó el 2-1 a los 79 minutos, de manera improbable le daban la vuelta los chihuahuenses.

El festejo fue acorde al tipo de golazo y a la hazaña que consumaba una voltereta impensada, pues el Puebla pasó de predador a presa en cuestión de minutos.

Los minutos después del 2-1 de los Bravos transcurrieron muy rápido para el equipo local, que no tuvo capacidad de reacción, el tiempo se acabó y sucumbieron ante su público.