La ofensiva mexicana despertó su letargo, y el ánimo llegó a la novena nacional justo antes de iniciar su camino en el Clásico Mundial de Beisbol. México, con una ofensiva de 15 imparables, incluidos seis extrabases, venció 11-1 a los Rockies de Colorado.
El pitcheo también estuvo a la altura. Taijuan Walker, el abridor del partido, permitió sólo dos hits y una carrera, la única que toleró el pitcheo mexicano.
Manny Barreda entró a relevar a Walker, cuando había hombres en primera y segunda base sin out, y dominó a los tres bateadores que enfrentó para limitar el daño, incluido un ponche al estelar Kris Bryant.
México dio avisos de que su anemia ofensiva había llegado a su fin en la primera y la segunda entrada, cuando Randy Arozarena e Isaac Paredes, respectivamente, iniciaron con dobletes en ambos capítulos. Los dos se quedaron montados en la tercera base sin lograr anotar.
Alexis Wilson inició la tercera entrada también con batazo de dos estaciones, pero él anotó de inmediato gracias a un sencillo de Arozarena.
Después de eso la ofensiva mexicana siguió caminando, con rallys de tres carreras en la quinta y en la sexta. Arozarena, Joey Meneses, Paredes, de los jugadores que iniciaron y Luis Urías y Roberto Valenzuela, desde la banca, lograron conectar un par de imparables.
Alan Trejo, jugador de los Rockies, y quien pegó tres de los cinco hits del equipo de México en el primero juego, dio un sencillo productor de dos carreras en la quinta entrada.
Solamente Alex Verdugo, de los titulares del primer juego, no tuvo actividad contra los Rockies.
El relevo mexicano también lució después de Barreda, con una entrada en blanco de César Vargas, dos de Gerardo Reyes, una de Jake Sánchez, y la novena de Samuel Zazueta.
Solamente Julio Urías, programado para abrir el sábado ante Colombia, Patrick Sandoval, quien logará el domingo ante Estados Unidos, y Luis Cessa, son los únicos lanzadores que no vieron acción en los juegos de exhibición.
Con información de Excélsior