El final del año está cada vez más cerca y eso significa que faltan tres meses para el comienzo de la Copa del Mundo Qatar 2022. Serán ocho los estadios donde se realizarán los encuentros futbolísticos, entre ellos, el Estadio Ahmad Bin Ali, el cual ha experimentado un proceso de transformación total para llegar a su condición actual, con una capacidad de 40 mil asistentes para el Mundial.
Ubicado en la ciudad de Al Rayyan, este estadio fue nombrado en honor Ahmad bin Ali Al Thani, Emir de Qatar entre los años 1960 y 1972, y fue construido en el mismo sitio que el anterior estadio de la ciudad, con el que también compartía nombre.
En un comienzo, el plan era renovar la estructura original del estadio, construida en 2003, para ampliar su capacidad y añadir instalaciones especiales que se adaptaran a los requerimientos de la futura Copa del Mundo; sin embargo, en 2014 se optó por demoler el antiguo recinto para construir uno nuevo.
El estudio británico de arquitectura Pattern Design fue el encargado de diseñar la nueva estructura y desarrollar el plan maestro, mientras que el rol de constructor principal fue encabezado por la alianza entre Al Balagh Trading & Contracting y Larsen & Toubro Limited.
La construcción de este proyecto dio inicio a principios de 2016 y en el proceso participaron, además, diversos expertos para asegurar que el resultado final contara con las más innovadoras condiciones.
Entre los despachos que estuvieron involucrados en el desarrollo de esta nueva sede deportiva se encuentran KSS Design Group, a cargo del diseño interior; Gillespies, a cargo de la arquitectura paisajista; Hoare Lea, a cargo de la ingeniería MEP, acústica y física de la construcción; Schlaich Bergermann Partner, a cargo del diseño del techo y de la ingeniería estructural con acero, y el estudio polaco Matejko & Weso?y Biuro, a cargo de la ingeniería estructural con concreto, por mencionar algunos.
A pesar de la complejidad que significa construir un estadio a medio desierto y de la pandemia por COVID-19 que surgió durante el proceso de edificación, el proyecto fue concluido dos años antes del inicio de la Copa del Mundo Qatar 2022 y fue oficialmente inaugurado el 18 de diciembre de 2020, en el Día Nacional de Qatar.
A tan solo 22 kilómetros al oeste de la ciudad de Doha, el Estadio Ahmad Bin Ali también es conocido como la puerta de entrada al desierto.
Aunque llegar a esta sede es sumamente sencillo gracias a su conexión con el metro de la capital qatarí, a través de la cercana estación Al Riffa, debido a las características geográficas de la ciudad de Al Rayyan, un poco más al oeste del estadio se encuentra el desierto abierto, el cual ha sido central para el concepto desarrollado por Pattern Design para este proyecto.
Inspirados en la idea de una caravana que viaja por el paisaje desértico, representada por medio de una compleja configuración geométrica circular, los diseñadores del proyecto buscaron reflejar el inigualable paisaje circundante a través de múltiples ondulaciones que recuerdan las curvaturas orgánicas de las dunas de arena.
Posiblemente, una de las características más sobresalientes del recinto sea su llamativa estructura exterior. Se trata de una fachada sofisticadamente ornamentada a partir de una interpretación contemporánea de los patrones tradicionales naquish, que son parte intrínseca de la cultura qatarí.
Para ello, se utilizaron reinterpretaciones de figuras auténticas que pueden ser encontrados en casas de la Doha antigua, que alguna vez pertenecieron a comerciantes y artesanos, y, a partir de ellas se diseñó la estructura exterior en forma de malla ligera con un espectacular entramado creado a partir de estos motivos.
Uno de los objetivos de Pattern Design, que actualmente tiene oficinas centrales en Londres, Edimburgo y Lima, fue retomar estos elementos de diseño, que son sumamente simbólicos y poderosos en la cultura local, pero que también tienen un fuerte atractivo universal.
Esta distintiva fachada luminosa incorpora un complejo sistema de LEDs que permite la proyección de imágenes y fue creada a partir de un diseño paramétrico de vanguardia con el fin de, además de ser un componente de alto valor estético, también desempeñara un importante papel en la regulación térmica del edificio.
Este fue, sin duda, uno de los grandes retos del diseño, pues al tratarse de una estructura abierta a mitad del desierto, las temperaturas pueden alcanzar hasta 50 grados Celsius durante el verano, y es propenso a sufrir otros fenómenos, como las tormentas de arena o los vientos Shamal.
Con el fin de minimizar el impacto de este proyecto en el entorno natural, se implementaron múltiples medidas en las distintas etapas del proceso.
Un ejemplo de ello es que desde el momento en que se decidió demoler el antiguo Estadio Ahmad Bin Ali, se contempló el rescate del 90 por ciento del material para ser utilizado tanto en la construcción del nuevo complejo del estadio como en otros proyectos, incluyendo algunas instalaciones de arte público. Asimismo, los árboles que alguna vez rodearon la antigua sede se conservaron para replantarlos y así minimizar el daño al entorno natural.
De igual manera, se han implementado medidas de eficiencia energética y agua con el fin de reducir la huella de carbono. Como ejemplo, el agua de los serpentines de enfriamiento es recolectada para ser utilizada a modo de aguas grises y para su uso en sanitarios, mientras que el agua del drenaje se incorpora constantemente a las áreas verdes.
Por supuesto, el complejo del Estadio Ahmad Bin Ali ha sido concebido para disfrutar de los partidos de futbol, pero también para ofrecer múltiples opciones de entretenimiento a los visitantes. Entre las instalaciones deportivas que se han construido, se encuentran algunos campos de cricket, canchas de futbol, un parque infantil, un gimnasio al aire libre, un centro acuático, canchas de tenis, un parque de patinaje y una pista de atletismo.
En adición, el recinto cuenta con carriles para bicicletas y diversos senderos para caminar, así como 125 mil metros cuadrados de espacios verdes con plantas nativas de bajo consumo de agua para que la comunidad local y los visitantes puedan disfrutar de ellos.
Además de colindar con uno de los centros comerciales más importantes de todo el país, el Mall of Qatar, que fue inaugurado en 2016, en los alrededores del estadio también se han instalado cafés, restaurantes y tiendas que darán servicio a los apasionados del futbol que asistan a uno de los siete partidos del Mundial agendados en esta locación.
Fuente: AD