El sensacional regreso de los tenis Vans

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 10-12-2018

En 2002, cuando Rian Pozzebon, que era relativamente desconocido en el mundillo de las zapatillas, recibió la oferta para unirse a Vans y ayudar a reconstruir el programa de botas de patinaje de la marca con su viejo amigo y colega Jon Warren, tenía una gran pregunta: ¿Nos dejarán meternos con los clásicos?

En ese momento, Vans no estaba particularmente interesado en modelos básicos como son los Slip-On, Old Skool y Authentic. "Los clásicos simplemente existían", dice Pozzebon. "Pero no se apostaba por ellos". Más bien langidencían, con solo unos pocos colores básicos disponibles, en las tiendas de Vans.

El objetivo de la compañía estaba puesto en otros temas, en estilos más novedosos. Después de montar en lo más alto de la ola del auge del skateboard de los años 90, Vans tuvo que enfrentarse a una nueva competencia de marcas más jóvenes de zapatillas de skate como DC y Osiris. Estas compañías, que nacieron solo unos años antes, preferían una silueta (una palabra que la comunidad de la moda usa para describir la forma de un zapato) más fornida y tecnológicamente más moderna. El estilo retro de Vans, en comparación, parecía rancio. Durante los primeros años del nuevo milenio, casi una década de crecimiento sostenido había disminuido, a la par que la buena voluntad de los clientes.

"Nunca me tomé en serio el estilo de vida de los fans de las zapatillas. En absoluto", afirma Brian Trunzo, experto en tendencias de moda masculina en WGSN, sobre sus sentimientos sobre Vans en ese momento. Acosados por la nueva competencia en su mercado principal del skate, e ignorados por los sneakerheads que marcaban tendencias y que preferían la Nike Air Force 1 o la Adidas Superstar, Vans parecía estar a punto de caer en la irrelevancia.

Y ahí estaba Pozzebon –que todavía ni siquiera era un empleado–preguntando si podía mirar hacia el pasado en lugar de hacia el futuro para informar sobre sus decisiones de diseño. Fue una pregunta audaz, sin duda. Y más todavía cuando nos explica que "Cuando llegamos y nos entrevistaron, nos dijeron: 'Lo que sea necesario. Lo que sea que necesitéis'". Independientemente si ya sabía o no lo que quería hacer, había propuesto algo que sería crucial para el éxito futuro de la marca.

"Fue ese toque vintage", dice Pozzebon, que ahora es jefe de diseño de calzado para las divisiones Classics, California Collection y Vault de la compañía. "En ese momento, Vans no sabía bien lo que realmente tenía".

Al centrarse en ese elemento del ADN de la compañía, Pozzebon y su equipo de diseño lideraron a Vans a través de un cambio radical que fue asombroso. La marca se ha convertido en un elemento básico de la cultura del calzado estadounidense, al mismo nivel que marcas icónicas como Converse (que tiene el doble de edad) y Nike (que es casi 10 veces más grande). Las Vans son usadas por igual por famosos y personas influyentes en la moda, la gente que lleva vaqueros y camisetas que rara vez presta atención al mundo de la moda, los adolescentes y niños pequeños. Lo que lo hace aún más impresionante -especialmente en una era de innovación tecnológica sin precedentes- es que se apoyó en solo cinco estilos clásicos para impulsar su relevancia cultural, que podría decirse que nunca ha estado más alta, así como sus ventas, que indiscutiblemente nunca han sido mayores que ahora.

Van Doren Rubber Company abrió sus puertas en el 704 de E. Broadway en Anaheim, California, el 16 de marzo de 1966. Fundada por los hermanos Paul y Jim Van Doren (junto con sus socios comerciales Gordon Lee y Serge Delia), la empresa, que recibió su nombre de Van Doren era única porque fabricaba zapatos en aquel lugar y los vendía directamente al público. Aquellos zapatos, en sí mismos, eran únicos por otra razón.

"Cuando mi padre montó la empresa, hizo que la suela de los zapatos fueran del doble de tamaño que los de los demás competidores en ese momento", dice Steve Van Doren, hijo de Paul y, oficialmente, vicepresidente de eventos y promociones de Vans. (Extraoficialmente, con su desenfadado encanto y su ilimitado entusiasmo, es básicamente el espíritu personificado de la marca). Aunque la primera Classic de Vans, la # 44, ahora conocida como la Authentic, se concibió como una zapatilla para la calle, no tuvo que pasar demasiado tiempo para que los primeros skaters tomaran nota de su mayor durabilidad y del agarre que proporcionaban esas suelas que ahora son marca de la casa.

Fuente: Esquire

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