Recordado por frases tan célebres como “Dios está en los detalles” y “Menos es más” el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe cimentó las bases del modernismo a nivel internacional. Hoy, sus diseños atraen a miles de visitantes anualmente.
El apacible condado de Plano en Illinois, a menos de hora y media de Chicago por carretera, es el hogar de su creación más importante: la Casa Farnsworth, reconocida como la meca de la arquitectura moderna.
Entre 1946 y 1951, la casa fue construida en acero y cristal para la doctora Edith Farnsworth, que deseaba un lugar de retiro para los fines de semana.
La construcción, hito del minimalismo, es muy sencilla: blanca y con suelo de mármol, ajena a todo adorno superfluo y centrada no en el interior, sino en el disfrute de la naturaleza a través de sus enormes ventanales.
Recorrerla, descalzo para no dañar los pisos originales, es una experiencia espiritual para los amantes de la arquitectura, solo equiparable a la de visitar la Capilla Sixtina en el Vaticano.
Aunque la casa sufrió graves inundaciones en 1996 y 2008, actualmente se encuentra en perfecto estado y es ideal para visitar en otoño, cuando el paisaje del medio oeste estadounidense se tiñe de naranja y ocres.
Fuente: Milenio