Un equipo de arqueólogos localizó en el Golfo de México un ancla de la época de la Conquista española a 12 metros de profundidad en aguas del estado de Veracruz, en la zona donde Hernán Cortés hundió sus barcos en 1519 para evitar que sus tropas desertaran.
El hallazgo -que tiene una parte de madera de un roble endémico del norte de España- es resultado de un proyecto encabezado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que busca ubicar y recuperar esos navíos o lo que quede de ellos. El INAH no dijo cuándo se realizó el descubrimiento pero al anunciarlo el martes precisó en un comunicado que todavía no existe evidencia de que el ancla pertenezca a dichas embarcaciones ni tampoco a las de Pánfilo de Narváez u otros exploradores ibéricos que desde ese año atracaron regularmente en ese lugar. No obstante, dos dataciones distintas, una mexicana y otra estadounidense, la ubican entre 1417 y 1530.
La Universidad Nacional Autónoma de México colaboró en el proyecto junto al Meadows Center for Water and the Environment de la Universidad del Estado de Texas y la Universidad de Miami.
El ancla estaba cubierta por sedimento marino, lo que ayudó a su buen estado de conservación. El elemento de hierro mide 2.59 metros de largo y conserva no sólo sus dos brazos _de 33 cm cada uno_, sino también su arganeo (la argolla de un extremo) y parte de su cepo de madera, componente que permitió las dataciones.
"Sabiendo que el árbol de cuya madera se labró el cepo pertenece al siglo XV, hicimos otros análisis en el Laboratorio de Arqueobotánica de la Subdirección de Laboratorios del INAH, los cuales mostraron que aquel árbol era un roble endémico de la cornisa cantábrica, al norte de España", indica el comunicado.
En dicha época, vascos y cántabros, dos regiones del norte español, eran importantes productores de clavazón, anclas y otras herramientas de hierro utilizadas en la construcción naval.
Hernán Cortés inició la conquista del hoy territorio mexicano hace cinco siglos y al llegar frente a las costas de Veracruz deshabilitó casi todos sus barcos para impedir que una parte de sus tropas se insubordinara y volviera a Cuba. Todavía no hay evidencia suficiente para saber si barrenó sus naves o si las quemó pero los expertos se inclinan por la primera opción.
La nave restante de las 11 que integraron su flota, la envió a España al mando de Alonso Hernández y Francisco de Montejo para entregar oro y obtener el favor del rey Carlos I.
El equipo de arqueólogos exploró diez kilómetros cuadrados de las aguas de Veracruz y detectó más de 60 anomalías magnéticas en esa zona. El ancla era una de ellas.
"El proyecto está en su fase inicial. Tenemos por delante muchas horas de buceo para visitar los sitios que marcamos como anomalías magnéticas y ver si corresponden a objetos históricos o son elementos contemporáneos", detalló el doctor Chris Horrell.
El hallazgo, que los investigadores confían en que una vez analizado se quede en la zona, se detectó en una población veracruzana donde también se asienta una zona arqueológica y los vestigios de la Villa Rica de la Vera Cruz, el primer ayuntamiento español en territorio mesoamericano y el segundo del continente americano, luego del Darién, en Panamá.