El FBI ha devuelto este martes un cuadro del pintor holandés Salomon Koninck de 380 años de antigüedad a sus legítimos dueños, una familia francesa judía, 75 años después de que fuera robado por los nazis durante la invasión de Francia en la Segunda Guerra Mundial.
La obra, A Scholar Sharpening His Quill, pintada por Koninck en 1639, fue entregada a los Schloss en una ceremonia que tuvo lugar en el Consulado de Francia en Nueva York, a la que asistió el ministro de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian.
“Robado en nuestro territorio por la Gestapo y trasladado a Múnich con la complicidad de colaboradores franceses en 1943, habíamos perdido su rastro”, explicó sobre el cuadro Le Drian, quien estuvo acompañado por el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey Berman, y un representante de la oficina de investigación criminal del FBI en Washington, Michael Driscoll. “Finalmente se está encontrando con sus nuevos dueños de nuevo, los herederos de Adolphe Schloss (un coleccionista de arte francés) y sus cinco hijos”, agregó el ministro.
Presentes en la ceremonia estaban los bisnietos de Schloss, Laurent y Michel Vernay, así como su nuera, Eliane Demartini, que describieron la devolución de la obra como una “pequeña victoria” y recordaron que aún hay muchas piezas de arte que fueron robadas y no han sido encontradas.
El representante de la administración francesa destacó que su país continúa con sus esfuerzos por acelerar la identificación y restitución de las obras robadas durante el régimen de Hitler, y apuntó que más de dos tercios de las 100.000 piezas usurpadas por los nazis fueron encontradas poco después del fin del conflicto.
El resto, apuntó, no han sido encontradas, pero Francia “nunca se ha rendido en su búsqueda”. “Algunos habrán sido destruidos, pero sucede, con el paso del tiempo, que las obras que fueron escondidas por los ladrones reaparecen en el mercado, como sucedió con la obra de Koninck”, dijo el ministro galo.
A Scholar Sharpening His Quill fue encontrado en 2017, cuando su entonces propietaria, la chilena Renate Stein, se puso en contacto con la casa de subastas Christie’s con la intención de venderla en Nueva York después de que su familia lo adquiriera en Alemania en los años 50.
Le Drian también quiso subrayar en su discurso el incremento del antisemitismo en la actualidad y enumeró los esfuerzos de su gobierno por acabar con ello, a la vez que denunció la falta de acción de Estados Unidos. “Algo similar (a Francia) debe hacerse en territorio estadounidense, donde demasiada nostalgia del nazismo se esconde detrás de la Primera Enmienda (libertad de expresión) para desatar la propaganda del odio”, expuso.
Por su parte, el fiscal del distrito Sur de Nueva York señaló que lo sucedido con el expolio de las obras de arte en manos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial “no sólo fue injusto, sino inhumano”. “Tenemos el imperativo moral de actuar, que es lo que estamos haciendo ahora y seguiremos haciendo”, añadió.
Por su parte, el representante del FBI explicó las arduas investigaciones que se tienen que llevar a cabo en este tipo de casos para demostrar el origen de la obra, y destacó la vital importancia de la colaboración de las casas de subastas a la hora de identificar y denunciar piezas robadas.
Fuente: La Vanguardia