Acura ILX 2019 presenta su dinamismo en tierra azteca

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 13-05-2019

 

AutoCosmos informa que si bien, en la historia de Acura, la filial de lujo de Honda, la idea de un auto compacto como modelo de entrada ha estado presente prácticamente desde sus inicios, teniendo a uno de los exponentes más representativos en la historia de la firma, me refiero al Integra Type R, para muchos uno de los mejores deportivos de tracción frontal de la historia y todo un icono noventero.

En México, nuestro primer acercamiento con un modelo compacto de Acura fue hasta la llegada del ILX, un modelo que comparte plataforma con el Civic de novena generación y que acaba de recibir su segundo facelift, con la intención de mantenerse vigente y de paso lucir más congruente en relación al resto de la gama.

Nueva cara, mecánica conocida

Siendo entonces un profundo lavado de cara y no una renovación total es que se entiende el por qué el Acura ILX 2019, todavía no se beneficia de la estrategia de motores turboalimentados que de a poco están llegando a los diferentes modelos no solo de esta marca, como ya sucede en la RDX, sino también a toda la gama de Honda. El motor es el viejo conocido L4 de 2.4 litros con 201 hp y 180 lb-pie de torque asociado a una sofisticada transmisión de doble clutch y ocho velocidades.

La tracción evidentemente es frontal y la geometría de la suspensión es independiente en las cuatro esquinas.

La gran novedad sin lugar a dudas está en la estética exterior, que ahora luce una parrilla tridimensional con el gran emblema del compás al centro, así como los faros jewel eye de cortes angulosos ya característicos de Acura. Adicionalmente, ahora hay una versión de aspecto más deportivo denominada Spec A, que incorpora rines negros de 18” un pequeño alerón trasero y molduras también en dicho color y que francamente, se ve muy bien. Aunque, visto desde ciertos ángulos como el tres cuartos trasero, no dejo de pensar que guarda cierta similitud con el Alfa Romeo Giulia.

Puertas adentro, lamentablemente las cosas no cambiaron lo suficiente y si bien, del lado de materiales y ensamble no hay queja; la disposición de elementos, algunas decoraciones y ergonomía ya lucen veteranos, particularmente la solución de dos pantallas con un mando circular al centro del tablero. Y es que ahora cuenta con compatibilidad con Apple Carplay y Android Auto, pero manipular esas interfaces desde dicho control puede llegar a ser algo frustrante.

Hay que reconocer, que la lista de equipamiento es bastante completa, con elementos como aire acondicionado bizona (sin salidas de aire para los pasajeros traseros), quemacocos, asientos forrados en piel, volante multifunción, acceso y arranque mediante llave inteligente, etc. Mientras que, en materia de seguridad cuenta con 6 bolsas de aire, ABS, ESP, alerta de colisión frontal con frenado de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, monitor de punto ciego, entre otros.

Aunque ya habíamos tenido oportunidad de probar el Acura ILX 2019, fuimos al lanzamiento que se llevó a cabo en el norte del país, una ruta ente Monterrey y Cuatrociénegas en el estado de Coahuila, un lugar del que no había escuchado jamás y que, cuando llegó la información de la agenda no me causó el más mínimo interés, pero que, luego de visitarlo encantó. Es algo así como un oasis en medio del desierto, un mar prehistórico que se quedó atrapado en medio de la tierra en donde hay ríos cristalinos llenos de peces y tortugas en los que puedes nadar o navegar en kayaks, o bien visitar minas de mármol, unas dunas de arena tan blanca que parece talco (las dunas de yeso) y por si fuera poco, en la noche tener una experiencia de vista de estrellas, con explicación y todo, porque no es que no se pueda, pero francamente encontrar por uno mismo la forma de las constelaciones demanda, en el mejor de los casos, muchísima imaginación.

Regresando al Acura ILX 2019, la ruta en carretera me permitió recordar su manejo y la grata experiencia que es capaz de ofrecer. Si bien, el 2.4 litros responde bien, no podría decir que su mayor cualidad es la potencia, es adecuada y permite buenos ritmos en carretera, pero hasta ahí.

A nivel mecánico, la transmisión es quizá su mayor virtud, de transiciones muy suaves en bajas velocidades o bien, muy rápida y efectiva al accionarla mediante las paletas ubicadas detrás del volante. Por lo demás, es un auto bien plantado, razonablemente bien aislado y competente, aunque creo que se queda algo corto si lo que se busca es una experiencia premium cabal, algo que por ejemplo, si me transmitió exitosamente la más reciente entrega de la RDX.

 

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