Chevrolet Blazer 2019 llega a México

Por  Staff Puebla On Line | Publicado el 17-02-2019

AutoCosmos informa que aunque no lo parezca, Blazer es un nombre bastante polifacético en la historia de Chevrolet. Ok, siempre se ha usado para nombrar vehículos utilitarios, pero más allá del nombre ninguna tiene que ver entre sí.

La primera vez que se usó esta denominación, que poco o nada tiene que ver con los afamados sacos de caballero, fue en el K5 Blazer, un todoterreno puro y duro disponible en Estados Unidos entre 1969 a 1991, que tomaba como punto de partida las pickups de General Motors. Como podrás intuir era un rival directo para la mismísima Ford Bronco.

Curiosamente, a principios de los ochenta (en 1982 para ser más precisos), Chevrolet presenta la Blazer “a secas”, que, aunque comparte elementos mecánicos con la S-10, se presenta como una SUV de concepción más moderna y familiar.

Gozó de dos generaciones y se mantuvo a la venta en su mercado doméstico hasta 2005, teniendo un especial éxito en Brasil, donde de comercializó hasta 2012. Fue sustituida por la TrailBlazer…sin duda, Chevrolet se las ingenió para combinar este nombre de mil y una maneras.

LA HISTORIA SE REINICIA

Es así que la nueva Chevrolet Blazer 2019, más que apelara su pasado, es una especie de reboot , término bastante popular en el cine y comics, que se refiere a un reinicio o relanzamiento de una historia. Vamos, todavía es una camioneta, pero ya no es un todoterreno puro y duro o una camioneta enfocada tan enfocada en la función de auto familiar, sino ahora, su última reencarnación se presenta como el Camaro de las SUV.

Está expresión de inicio puede ser un tanto exagerada, pero tras un primer contacto con la Chevrolet Blazer RS en una ruta entre San Luis Potosí y Guanajuato, es posible que el último lanzamiento de Chevrolet tenga los suficientes argumentos para sustentarla.

Por fuera, es clara su inspiración en el pony car de Chevrolet, sobre todo en el anguloso frente, en donde destacan los grupos ópticos divididos (halógenos y LED), así como parrilla, emblemas y rines de 20 pulgadas en negro. Por atrás, es menos propositivo y aunque mantiene las líneas agresivas, luce más a tono con las otras SUV de la marca. El toque deportivo, viene por cortesía de los escapes dobles, los cuales son funcionales y no solo simulación cómo está muy de moda en muchos otros modelos.

Puertas adentro, el habitáculo resulta muy atractivo a la vista, ya que nuevamente se inspira en el Camaro. Incluso, el parabrisas inclinado y de un tamaño relativamente pequeño, dan la impresión de ir sentado en el mencionado pony car. De hecho, otro elemento importado desde el deportivo es las ventilas tipo turbina que sirven para controlar la temperatura del aire acondicionado.

En el volante, asientos y la parte superior de la consola hay piel oscura con bordados rojos de buena calidad, así como insertos en aluminio y acabados tipo piano en diversas áreas. Pero en la parte media, hacia abajo, justo en esos espacios que ya se empiezan a ocultar de la vista, hay un plástico negro, que, si bien se nota resistente, resulta un tanto contrastante con los elementos mencionados.

En materia de equipamiento, destaca el cuadro instrumentos de ocho pulgadas, el espejo retrovisor electrónico con cámara de visión trasera (estrenado en Buick Enclave), techo panorámico, OnStar con 4G LTE wifi, así como una pantalla táctil con Smartphone Integration con Android Auto y Apple Car Play.

Uno de los puntos más fuertes es el equipo de seguridad, ya que al menos en el acabado RS, la lista está integrada por 7 bolsas de aire, control de estabilidad, sensores de reversa, alerta de colisión frontal con indicador de distancia, asistente de colisión inminente, alerta de punto cielo, alerta de cruce trasero, alerta de detección de peatón, alerta y asistencia de abandono de carril y cámara 360º.

CON ASPIRACIONES DEPORTIVAS

Aunque en Estados Unidos están disponible con un motor de cuatro cilindros, a México la oferta se limita a un V6 de 3.6 litros capaz de entregar 308 hp y 270 lb-pie de torque, mismo que se asocia a una transmisión automática de nueve velocidades, la cual, para decepción, no cuenta con paletas detrás del volante.

Aunque el propulsor es compartido con Camaro (y muchos otros modelos de General Motors), al volante, está lejos de considerarse una muscle SUV (ese título se lo dejamos a modelos como Dodge Durango), pero esto no quiere decir que el falte carácter sino todo lo contrario. Vamos por partes.

Primero cabe mencionar que la suspensión, es lo mejor de este modelo. Como buen automóvil estadounidense, filtra a la perfección las irregularidades del camino, pero, al mismo tiempo, dista de brindar la sensación “lanchona” de antaño. Otro punto a destacar es el accionar de la caja automática, que realiza los cambios de manera casi imperceptible, con una soberbia suavidad y efectividad. Hasta aquí, luce perfecta para llevar a los niños con estilo a la escuela.

Todo cambia al elegir el modo de manejo Sport, ya que, aquí la transmisión es más proactiva y realiza los cambios hasta bien entrada la zona roja del tacómetro, al mismo tiempo que la dirección se endurece. La aceleración, como todo motor atmosférico es progresiva y efectiva. De verdad, que no echas de menos un turbocargador.

Sobre el consumo, Chevrolet anuncia 11.9 km/l en el ciclo combinado, y si bien no dudamos que en pruebas de laboratorio se puedan conseguir, en la práctica real, será verdadera imposible alcanzar esta cifra, sobre todo porque la persona al volante, buscará la mínima oportunidad para pisar el pesar del acelerador a fondo.

POSICIÓN EN EL MERCADO

La nueva Chevrolet Blazer 2019 llega al mercado mexicano en tres versiones: Tela $639,900; Piel $693,900; y RS $759,900 pesos.  Los cuales, al principio, pueden lucir un tanto elevados, pero si vemos a su competencia directa como Nissan Murano ($653,200 a $773,900 pesos), Ford Edge ($678,100 a $746,900 pesos) e incluso Hyundai Santa Fe ($545,900 a $695,900 pesos), vemos que está en perfecta sintonía.

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