Milenio informa que en 28 centros penitenciarios existe sobrepoblación con “riesgo crítico” debido a que exceden más de 40 por ciento su capacidad instalada, reveló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En su análisis “La sobrepoblación en los centros penitenciarios de la República Mexicana” agregó que 20 cárceles tienen “riesgo alto”, ya que superan 20 por ciento de su capacidad, y 24 “riesgo moderado”, por rebasar con menos de 20 por ciento.
Dos penitenciarias poblanas se encuentran entra las 28 con niveles críticos de sobrepoblación:
El Centro de Reinserción Social de Puebla, más conocido como el penal de San Miguel, tiene capacidad para recibir a 2 mil 315 internos, pero hoy alberga 4 mil 120, una diferencia de mil 805, lo que representa un 43.81% de sobrecupo.
El Centro de Reinserción Social Regional de Tehuacán, con capacidad para 400 reos pero con una población actual de 771, es decir 371 por arriba de su capacidad, que representa un 48.12 por ciento.
Situación nacional
Ruth Villanueva Castilleja, tercera visitadora de la CNDH, destacó que en los últimos 10 años el índice de sobrepoblación se ha mantenido encima de 25 por ciento, por lo que la comisión ha recibido 6 mil 121 quejas.
Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2014, en una muestra de 130 centros penitenciarios, en 72 estatales la sobrepoblación es una de las principales violaciones de derechos humanos.
En 388 centros de reclusión en el país, a julio de 2015, 204 registraron sobrepoblación y prácticamente en todos es evidente el deterioro de la calidad de vida, al punto que no se pueden considerar sitios seguros.
Esos penales registran 254 mil 705 personas privadas de su libertad; de éstos, los sentenciados son 147 mil 612 y 107 mil 93 procesados. De la población, 241 mil 312 son hombres y 13 mil 393 mujeres.
El más poblado es el Centro de Readaptación Preventivo de Cuautitlán Izcalli; tiene cabida para 283 presos y actualmente alberga mil 132, es decir, la supera 75 por ciento; el reclusorio de Chalco cuenta con una extensión para 563 que ocupan 2 mil 217 internos, 74.61 por ciento más.
El Centro de Rehabilitación Social Venustiano Carranza de Nayarit tiene capacidad para 900 y ya tiene 2 mil 870 presos. En el Altiplano, de donde se escapó Joaquín El Chapo Guzmán, hay sobrecupo de 300.
La visitadora señaló que “en ningún caso debe permitirse sobrepoblación en los centros de máxima seguridad, ya que se vuelven vulnerables; por ello llamó a retomar su capacidad de diseño sin aceptar un incremento del número de camas”.
“En las visitas de supervisión a los centros de reclusión se observó fallas estructurales y de políticas públicas, por lo que resulta necesario que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial analicen el uso desmedido de la pena privativa de la libertad”, explicó.
La CNDH advirtió que el fenómeno de la sobrepoblación dificulta el goce de los derechos humanos de los internos, como son el resguardo de su integridad física, el acceso a una vida digna, a condiciones de gobernabilidad y atención adecuada para grupos vulnerables.
Detalló que esta problemática debe atenderse de manera sustantiva e integral, con acciones e iniciativas encaminadas a privilegiar el uso de penas alternativas a la prisión, la obtención de libertades anticipadas y la imposición de penas que permitan la reinserción social efectiva.
