La creación de un frente contra el establecimiento jurídico de la figura del matrimonio entre personas del mismo sexo, realizar una consulta pública para que los mexicanos manifiesten si están a favor o en contra, que se nombre de otra forma pero no como matrimonio, así como una campaña para defender la familia encabezada por un hombre y una mujer, son propuestas que hacen congresos locales, iglesias cristianas y organizaciones civiles.
Ante el desacuerdo que tienen por la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sobre la inconstitucionalidad de leyes estatales que impiden la unión entre personas del mismo sexo, ministros religiosos, legisladores e integrantes de asociaciones no gubernamentales sostienen que su postura no se basa en un criterio homofóbico, sino en principios jurídicos, religiosos e históricos.
Ministros como Eugenio Lira, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM); Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas (Confraternice); así como los diputados locales Sergio Barrón Pinto y Gloria Aguilar de Ita coinciden en la defensa del matrimonio como base de la procreación.
Se excedió la Corte
En diferentes estados, ministros de la Iglesia católica han expresado su oposición a esas uniones. El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira Rugarcía, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que “la Iglesia católica es respetuosa de las decisiones de las personas y, en este caso, si dos personas del mismo sexo desean que el Estado proteja su convivencia, es correcto que se busquen figuras jurídicas que respondan a esta exigencia”.
“Pero no parece adecuado que se transforme una institución jurídica que ha permanecido igual durante tantos siglos y no solamente por disposiciones legales, sino porque responde a una realidad y a una necesidad de la sociedad, que es el bien de la especie humana y su continuidad”, señaló.
Según Eugenio Lira, quien es obispo auxiliar de Puebla, “la Corte se ha excedido porque se está transformando una institución jurídica reconocida a lo largo de los siglos, tanto en el occidente, como en México. Entonces transformar una institución que ha sido siempre la misma es dar un paso que quizá corresponda a otro poder, al Legislativo. Juristas coinciden en esto”.
Según el principio de libertad religiosa no está en contra de los homosexuales o lesbianas, pero un ministro no puede casar a dos personas del mismo sexo, aunque sí puede bautizar a un hijo de una pareja con esta característica.
La Corte determinó, el pasado 19 de junio, que son inconstitucionales los Códigos Civiles de los estados que consideren únicamente al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, cuyo fin último sea la procreación. Este criterio se aplica a todo el país e impacta en los procesos judiciales relacionados con el tema.
Esto surgió de una jurisprudencia que se creó a partir de los fallos en los que los jueces resolvieron en favor de los derechos de este sector de la población. La jurisprudencia 43/2015 establece sobre el matrimonio que “la ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad de aquel es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”.
En el marco de posiciones a favor y en contra, se ha establecido que las parejas del mismo sexo pueden casarse por amparo judicial en los estados que no han legalizado las uniones gay.
Será hasta que las legislaturas estatales cambien sus estatutos, cuando las parejas soliciten autorización a los tribunales caso por caso, sobre lo cual la ministra de la SCJN Olga Sánchez Cordero consideró que “tiene poco sentido que los estados persistan en esta fórmula”.
Sólo en el DF, Quintana Roo y Coahuila han avanzado en permitir los matrimonios de personas del mismo sexo. Aún en 29 estados está prohibido, luego de la resolución de la Corte.