Para contribuir a elevar la educación en México, a través de la mejora de la enseñanza, estudiantes de la BUAP emprendieron el proyecto Aula Tecno Interactiva Viso Virtual (ATIVv), cuyo fin es desarrollar materiales didácticos basados en tecnología de realidad aumentada e interfaz interactiva, que hagan de la clase una experiencia innovadora.
Apoyados por académicos del Instituto de Fisiología y de las facultades de Medicina, Psicología y Ciencias de la Computación, los alumnos Genaro Cerón Alejandro, de la Licenciatura en Biotecnología, Antonio Cerón Alejandro, egresado de la preparatoria Licenciado Benito Juárez García, y Eduardo Huerta Estrada, de la Facultad de Medicina, idearon diseñar un nuevo sistema para la transmisión del conocimiento en las aulas. Se trata de un nuevo modelo basado en una hibridación tecnológica, en la que se conjugan los aspectos pedagógico y neurobiológico.
Para generar emociones, desarrollan un modelo de simulación virtual para que una persona pueda manipular determinados objetos en tercera dimensión, como si fuera un videojuego, y que acompañado por un cierto tipo de música estimule determinadas zonas cerebrales.
El grupo de estudiantes ha comenzado a realizar las pruebas de simulación con la ayuda de un software interactivo llamado Leap Motion, el cual tiene un sensor que detecta las manos de un usuario para que con un simple movimiento sea capaz de realizar diferentes tareas en un ambiente digital.
Asimismo, cuentan con un brazalete llamado “Myo” que permite realizar manipulación a distancia de los elementos que se encuentran en la pantalla, gracias a los impulsos eléctricos que producen los músculos al moverlos.
“En psicología pedagógica existe un principio que dice: entre mayor emotivo e inédito sea el estímulo educativo para el estudiante, mayor será la capacidad de retención de la información. Es decir, si a los jóvenes se les enseña un aparato o sistema con el que nunca hayan interactuado, ellos aprenderán de una manera más rápida y mejor, ya que se involucrarán de manera directa y tendrán un mayor interés en usarlo”, explicó Genaro Cerón.
Por su parte, Antonio Cerón Alejandro destacó que con la ayuda de este tipo de herramientas se podrán reproducir distintos contenidos temáticos: “los alumnos de Medicina podrán observar un corazón, un cerebro u otra parte del cuerpo en tercera dimensión, serán capaces de manipular sus diferentes componentes, hacerlos grandes o pequeños, observar el flujo de sangre, dividirlos y moverlos, todo esto en tiempo real y sin complicaciones, lo que les aportaría un aprendizaje más significativo que el que se encuentra plasmado en los libros”.
Una característica de este proyecto es que la información con la que se trabaje podrá ser modificada de acuerdo con las necesidades de los alumnos y profesores, de tal modo que si lo que se busca es aprender sobre Química, Física, Biología, Matemáticas, Ecología o Historia, se podrá hacerlo dentro de un contexto virtual que a su vez brindaría la oportunidad de tener una interacción con los elementos de cada área.
Para evaluar el impacto de la tecnología en la estructura emocional de los estudiantes y así comprobar que el conocimiento adquirido fue realmente significativo, utilizarán unas diademas de lectura encefalográfica de catorce canales, capaces de leer cuatro señales básicas de la actividad cerebral. Esta parte del proceso la llevarán a cabo con el apoyo de investigadores de la Maestría en Diagnóstico y Rehabilitación Neuropsicológica de la BUAP, quienes interpretaran los resultados obtenidos.
“Diversos estudios han demostrado que las experiencias basadas en emociones son las más significativas, por lo que nuestra propuesta está diseñada en la educación tecnológica emocional, y lo que buscamos es que el estudiante experimente esas sensaciones para que pueda aprender de una manera más dinámica, en vez de pasar ocho horas sentado en una banca tratando de memorizar la información”, comentó Genaro Cerón.
Prototipo, impacto y planes a futuro
Gracias al apoyo de investigadores de las unidades académicas antes mencionadas, el equipo de estudiantes ya se encuentra desarrollando un prototipo de simulación virtual, basado en el diseño de una célula.
“La idea es que se pueda descomponer en cada uno de sus elementos, es decir, si lo que se quiere es ver el cloroplasto y desplegar su información genética se podrá hacer con facilidad, así como observar sus proteínas, el ADN, la presión de aire, de oxígeno, etcétera”, detalló Genaro Cerón.
Se prevé que este primer modelo esté terminado en septiembre próximo y será presentado en el concurso de prototipos del Centro de Innovación y Competitividad Empresarial (CICE). Posteriormente, se probará su adaptación en aulas y laboratorios de la BUAP.
Otra particularidad de esta tecnología es que puede funcionar como una unidad compacta de fácil traslado, para su uso en regiones alejadas del país, lo que permitiría que quienes por diversas razones no asisten a la escuela, tengan acceso a la educación tecnológica.
Gracias a su innovación tecnológica, el equipo de estudiantes ha establecido colaboraciones con el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyTE), campus Jalisco, y con la empresa Microsoft. Actualmente se encuentran en pláticas para generar vínculos con la Universidad de Barcelona, España, donde trabajarían con expertos en el área de la educación emocional.
Asimismo, por tal atributo en 2012 los universitarios recibieron una beca del gobierno del estado para presentar su proyecto en la Ciudad de las Ideas. Por su parte, el Centro de Innovación y Competitividad Empresarial de la BUAP, les otorgó un financiamiento para desarrollar el prototipo, y hoy Microsoft Singularity University evalúa los avances para determinar la posibilidad de un futuro financiamiento.
Dependiendo de la dosis recomendada, 1 sobre kamagra 100 mg es suficiente para 1-4 usos.