La Comisión Federal de Competencia Económica recomendó que se reconozca formalmente a las plataformas tecnológicas Uber y Cabify como nueva categoría o modalidad de transporte, ya que tiene un impacto relevante en la dinámica social.
Para la Cofece, dichas aplicaciones se tratan de un nuevo producto en el mercado.
El Pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió la opinión dirigida a las autoridades, entre ellas Jefe de Gobierno del Distrito Federal y gobernadores, a través de un comunicado.
Estos servicios de movilidad, también conocidos como empresas de redes de transporte (ERT), permiten:
Conocer la identidad del conductor y los datos del vehículo previo al abordaje;
Planificar automáticamente la ruta, lo que elimina la posibilidad de que los conductores se desvíen de ésta indebidamente y cobren un precio o tarifa más elevados;
Arrojar una tarifa dinámica, de acuerdo a las condiciones de oferta y demanda en tiempo real;
Facturar de acuerdo a las leyes fiscales correspondientes, y desglosar y transparentar la tarifa dando al usuario información suficiente sobre el cobro;
Que pasajeros evalúen a choferes y,
Conocer, en tiempo real, la disponibilidad del servicio y los periodos de espera requeridos para iniciar el viaje.
Derivado de la tecnología y la innovación, las ERT ofrecen una modalidad de transporte con atributos diferenciados en cuanto a:
Confiabilidad y seguridad personal,
Certidumbre sobre el cobro que se va a realizar y el método de pago a utilizarse,
Confort y conveniencia,
Búsqueda y tiempos de espera, e
Información sobre el traslado.
El consumidor, beneficiado
El Pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica informó en el comunicado que, por el lado del consumidor, este nuevo producto es demandado por segmentos de la población que cuentan con acceso a medios de pago electrónicos y dispositivos de comunicación inteligentes.
“Por su propia naturaleza, ha creado una nueva base de consumidores y generado cierta migración de usuarios de taxis (sobre todo de radiotaxis o taxis de sitio) hacia las ERT. Incluso, algunos estudios internacionales sugieren que éstas pudieran ser una alternativa al uso del automóvil particular”
En términos generales, este tipo de servicios:
Facilitan, a través de la tecnología, la interacción entre pasajeros y conductores, reduciendo con ello las deficiencias de información y problemas de coordinación que suelen presentarse entre éstos, y alivian de esta forma la posición cautiva del consumidor;
Operan sobre la base de un modelo de autorregulación exitoso;
Contribuyen al bienestar del consumidor, al ofrecer condiciones convenientes de servicio en los aspectos arriba referidos;
Generan incentivos para que otras modalidades de transporte utilicen la tecnología en beneficio de sus clientes.
La Cofece se deberían evitar restricciones a la competencia tales como:
Autorizar vehículos para prestar el servicio o limitar su número imponiendo requisitos adicionales como placas especiales y/o cromáticas; y
Regular los esquemas tarifarios, que actualmente son determinados por los proveedores en función de la oferta y demanda del mercado.
“La Cofece emitió esta opinión de oficio el objetivo de promover las condiciones de competencia y libre concurrencia en el ámbito local”.