El Sol de Puebla informa que para el sector salud la preocupación por la práctica del "sexting" es cada vez más alta. Y es que al menos ocho de cada 10 adolescentes ha enviado a su pareja alguna fotografía o video con contenidos sexuales, aunque sólo tres de ellos saben que las imágenes circulan por las redes sociales o vía internet, según datos de consulta de María Eugenia Torres Castillo, titular de las Jornadas de Salud Mental que organiza la Sociedad de Psiquiatría y Psicología de Puebla A.C.
Así lo informó en entrevista al anunciar el desarrollo de las terceras Jornadas de Salud Mental con el tema "La sexualidad en el siglo XXI: realidades, mitos y controversias" que se llevarán a cabo los días 24 y 25 de abril con la participación de 12 especialistas en temas de sexualidad.
Explicó que el tránsito de videos y fotografías con contenidos sexuales a través de las redes sociales con el uso de internet y en los móviles es más frecuente en el grupo de edad de 10 a 16 años, toda vez que es el periodo en el que los adolescentes empiezan a conocer y experimentar con su sexualidad.
Torres Castillo especificó que esta práctica en las parejas, además de ser motivada por el "enamoramiento", se da porque en la infancia los padres suelen censurar y reprender a sus hijos cuando se encuentran en la etapa de conocimiento y exploración de sus genitales, calificándolos como "sucios" de tal forma que los pequeños se reprimen y cuando tienen intercambios de experiencias con sus iguales existe una "liberación" para abordar libremente el tema, pero sin la información necesaria.
Con base en su experiencia la psiquiatra dio a conocer que por lo menos ocho de cada 10 adolescentes se han fotografiado o filmado videos con contenidos sexuales que si bien no tienen pensado que sean expuestos, aquellos en quienes "confían" pueden utilizar las imágenes para circularlos por las redes, de tal forma que argumentó que tres de estas personas no tienen conocimiento de que el material ya se encuentra en internet.
Comentó que la presencia de estas imágenes y videos en las redes se deben a que las propias parejas al finalizar una relación y la etapa del "enamoramiento" publican los contenidos provocando que la persona afectada caiga incluso en cuadros depresivos porque se sienten desorientados.
