Con la apertura de ocho salas de Arte Prehispánico, el Museo Amparo de Puebla concluye la actualización de sus espacios de exhibición, su área educativa y de servicios al público tras cuatro años de intervención arquitectónica. Comienza, señaló Ramiro Martínez, director del recinto, un proceso investigación de sus colecciones para generar proyectos propios.
“Cierra una etapa arquitectónica y abre un proceso de continuidad en la investigación, de proyectos de apoyo en materia de mostrar la colección bajo otra visión”, puntualizó Martínez al presentar el nuevo guión museográfico del acervo prehispánico que exhibe en más de mil 200 metros cuadrados 500 piezas de las mil 700 que resguarda el recinto desde hace dos décadas.
A cargo de Pablo Escalante Gonzalbo, doctor en Historia por la UNAM, el nuevo discurso museográfico responde a núcleos temáticos más que a una cronología, pues la apuesta es mirar las piezas prehispánicas como obras de arte en el sentido estricto, y no limitarlas a su contexto histórico. Entonces la selección de los objetos para montar en sala tomó en cuenta su aporte al entendimiento de las culturas antiguas igual que su valor estético.
Las piezas forman así un recorrido por temas históricos como Sociedad y costumbres donde se abordan conceptos desde la guerra, el trabajo hasta la jerarquía y la religión, y en otras salas se desarrollan asuntos más plásticos como Arte, forma y expresión donde las obras en vitrina destacan por sus atributos estéticos como el uso de la geometría para representar la figura del hombre.
“Hay dos líneas principales que se siguieron; la primera fue la necesidad de enseñar, una urgencia pedagógica que sigue el museo, entonces se tomaron los objetos del pasado prehispánico para enseñar a los escolares porque el museo tiene una misión de enseñanza. Pero también hay piezas que tienen un valor artístico, y esta es la segunda idea: que las piezas se aprecien por sus valores formales, porque hay piezas con gran sentido de la composición y virtud técnica”, detalló Escalante Gonzalbo de la colección formada entre la década de los 40 y 60.
A la par, los núcleos temáticos hacen un recorrido cronológico y geográfico por las civilizaciones mesoamericanas desde el 1200 antes de Cristo hasta el 1500 después de Cristo. A ello responde la introducción que recibe al espectador con una suerte de mural el cual describe características y desarrollo de los pueblos antiguos, y se complementa con un mapa de México con las principales comunidades indígenas.
Para el museógrafo la oportunidad de rediseñar el discurso curatorial de las salas prehispánicas le permitió abandonar, en cierta medida, la mirada nacionalista sobre el México indígena para enfocar la atención del público en el valor de los objetos por su manufactura, su permanencia en el tiempo, sus aportes a la historia del arte, y con ello establecer un diálogo con los acervos de obra colonial y contemporánea del propio museo.
“La colección ha tratado de mostrar la contemporaneidad de las piezas prehispánicas, pues la parte prehispánica es parte de una cultura que sigue viva, que sigue en evolución, y es fundamental verlo de esa manera; no pensar que porque está en una vitrina es algo inerte, que no sigue cambiando”, añadió el director del recinto, quien dijo se produjeron audioguías en náhuatl, español e inglés.
En esta perspectiva radica la invitación al artista visual Rafael Ortega para producir una instalación sonora y visual a manera de herramienta educativa. La propuesta de quien trabaja principalmente con video fue establecer un diálogo entre las vitrinas y lo que se escucha a través de un sistema de audio. Por ejemplo, hizo la traducción de una serie de poemas del español al náhuatl que leen en voz alta narradores indígenas.
Habrá también elementos gráficos con los que Ortega busca un mejor entendimiento de la cosmovisión prehispánica más allá de ubicar fechas o nombres de dioses. “Empezamos a trabajar en el entendido de que no son piezas terminadas sino piezas abiertas a la discusión, y la idea era entender cómo ve uno el mundo prehispánico y su contrapunto con el contemporáneo”, detalla el artista, quien considera que las intervenciones sonoras hacen una obra completa.
Entre las herramientas didácticas también se ofrece una base de datos de las 500 piezas en exposición, que el público podrá consultar en el Centro de Documentación de manera gratuita. Martínez señaló que para finales de año se espera tener estas fichas disponibles en la página de internet del museo, y en un par de años ofrecer información de toda la colección prehispánica.
Aun cuando la museografía está terminada, Escalante Gonzalbo señaló que quedaron en bodega suficientes piezas para hacer una rotación de los objetos mostrados en las vitrinas o proponer exposiciones temporales que aprovechen las nuevas salas acondicionadas con un sistema de clima, humedad e iluminación nuevo, además de acabados en pisos y muros de acuerdo con el proyecto arquitectónico diseñado por Enrique Norten.
Fuente: http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/04/15/1018807#imagen-3
Dependiendo de la dosis recomendada, 1 sobre kamagra 100 mg es suficiente para 1-4 usos.