Inspectores de ASEA y Profepa constataron que el oleoducto presenta una toma clandestina La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) evaluaron los daños ambientales y materiales del incendio y derrame de combustible registrados en el oleoducto Poza Rica-Salamanca, municipio de Huauchinango, Puebla, ocurrido la mañana del viernes 20 de marzo.
A través de un comunicado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó que los inspectores de ASEA y Profepa constataron que el oleoducto presenta una toma clandestina, que tuvo que ser taponada por personal de Pemex Refinación para detener el derrame de petróleo.
Agregó que la superficie afectada por la fuga de crudo y posterior incendio, que quedaron controlados poco antes de las 11:00 horas del viernes, abarca en total casi 5 mil metros cuadrados de suelo natural.
Además, aproximadamente 80 árboles de diferentes diámetros y especies resultaron afectados, principalmente árboles de pino sobre la margen derecha de la autopista con destino a la ciudad de México.
Indicó que parte del petróleo derramado alcanzó un pequeño arroyo que desemboca en varios criaderos de truchas en el mismo municipio. Se calcula que aproximadamente 3,800 de estos peces se contaminaron como consecuencia de la fuga.
Debido a la afectación observada, se solicitó a Petróleos Mexicanos (Pemex) implementar medidas inmediatas para contener el petróleo derramado y realizar la limpieza del sitio, como establece el artículo 130 del Reglamento de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.