Entre las naciones que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en número de embarazos en adolescentes: cada año cerca de 16 millones de jóvenes, de 15 a 19 años, dan a luz, de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Puebla, a su vez, ocupa el cuarto lugar nacional con un registro promedio de 339 casos de embarazos por mes, de acuerdo con el INEGI.
Ante este panorama, la Facultad de Psicología de la BUAP se ha dado a la tarea de brindar apoyo a las jóvenes que se encuentran en esta situación mediante el Programa de Acompañamiento y Orientación Psicosocial para Adolescentes Embarazadas.
Dicho programa de la Facultad de Psicología de la BUAP se creó en 2012, como respuesta a una problemática social que exige de especialistas en el cuidado de la salud física, así como del bienestar psicológico y emocional de la futura madre.
La responsable de este programa, María Leticia Quiroz Ávila, expuso que una adolescente embarazada enfrenta múltiples problemas que impactan su vida, como presiones familiares, relación con la pareja y las amistades, molestias físicas, problemas de imagen corporal, autoestima, toma de decisiones y circunstancias económicas. Por lo que es de suma importancia brindarles un apoyo integral.
El objetivo es “construir de manera conjunta las condiciones que permitan brindar apoyo y orientación psicosocial a la madre adolescente, para propiciar una experiencia más armónica y saludable hacia su embarazo, en relación con ella misma y con su proyecto de vida”, refirió.
El Programa de Acompañamiento y Orientación Psicosocial para Adolescentes Embarazadas funciona en la modalidad de taller, el cual está estructurado en 16 sesiones que se imparten los viernes de 15:00 a 19:00 horas, de manera gratuita para toda la población adolescente de Puebla y los municipios aledaños, de entre 12 a 21 años de edad. A la fecha se han atendido 45 adolescentes.
“Lo ideal es que las chicas lleguen al taller con tres o cuatro meses de gestación para que podamos acompañarlas hasta el término del embarazo. Sin embargo, hay ocasiones en las que acuden con más meses por lo que no alcanzan a concluir las 16 semanas. En estos casos lo que hacemos es atender los temas prioritarios y una vez que nace el bebé continuar con los temas complementarios de atención básica y cuidados”, precisó.
La dinámica de trabajo está basada en el aprendizaje y conocimiento compartido: “de manera conjunta apoyamos a las jóvenes para que construyan y transformen su realidad, así como el comportamiento que asumen respecto a la situación que están viviendo. En esta dinámica se involucran, también, las parejas y familiares, en este caso la madre.
El programa está basado en diferentes ejes temáticos, como cuidados necesarios durante el embarazo y del recién nacido, “en este sentido abordamos los cuidados y atención integral que debe tener la embarazada para arribar a un buen alumbramiento”. Asimismo, temas médicos, nutrición, activación física y terapias para bajar los niveles de angustia, ansiedad o estrés.
Otros ejes con los que se trabaja son autoestima y auto concepto, comunicación asertiva y toma de decisiones, así como reelaboración del proyecto de vida. “Este último es muy importante, nosotros ponemos ahí nuestro mayor énfasis de atención y de orientación, debido a que en muchas ocasiones las chicas llegan con el autoestima muy deteriorado, con una gran incertidumbre y con temor a lo que será su vida futura”, agregó María Leticia Quiroz Ávila.
Otro tema importante es la relación madre e hijo, por lo que se promueve un vínculo emocional positivo para que vivan plenamente.
El programa funciona, también, como una red de apoyo, debido a que tienen contacto con otras chicas que están viviendo la misma situación: comparten necesidades, experiencias, temores e inquietudes de una manera solidaria.
A la fecha, se han atendido cinco generaciones, cinco talleres de adolescentes embarazadas, con muy buena respuesta, ya que además de mejorar sus relaciones con sus parejas y familia, han experimentado cambios en actitudes, percepción sobre la maternidad y seguridad sobre su futuro.
Diana Isabel Ronquillo Aguilar, una de las participantes del primer taller comentó: “como adolescente no sabes a lo que te enfrentas, tienes miedo, pero con la ayuda de este gran equipo pude seguir adelante, abrir mis ojos y continuar con una gran esperanza: mi hijo”. Verónica Aguilar Romero, a su vez, relató que el programa le permitió adquirir confianza, ver nuevos caminos y aprender los cuidados para criar a su bebé.
Dependiendo de la dosis recomendada, 1 sobre kamagra 100 mg es suficiente para 1-4 usos.