En un día histórico para la Institución, se celebró una reunión plenaria con los Consejos de Unidad Académica de la BUAP, un total de 1,300 representantes académicos, estudiantes y no académicos de las 38 unidades académicas de la Institución, a quienes el Rector Alfonso Esparza Ortiz invitó a elaborar sus agendas de trabajo en concordancia con el Plan de Desarrollo Institucional (PDI) 2013-2017, impulsar el trabajo en equipo y establecer sinergias necesarias para el cumplimiento de las metas propuestas.
Tras externar su reconocimiento y confianza en el trabajo de los consejeros –quienes son el máximo órgano de gobierno en cada una de las escuelas, facultades e institutos-, Esparza Ortiz ratificó su compromiso y voluntad de ejercer un rectorado de puertas abiertas al diálogo, la pluralidad y diversidad de pensamiento.
Luego de presentar a cada uno de los funcionarios que conforman la administración central de la BUAP, así como a los cuatro nombrados por el H. Consejo Universitario –Tesorería General, Contraloría General, Abogada General y Defensoría de los Derechos Universitarios-, puntualizó que durante su rectorado la única política ha sido la universitaria, lo cual implica dar prioridad a la vida académica y la correcta aplicación de las normas y la legislación universitaria.
Desde el presídium que compartió con los directores de las 38 unidades académicas, quienes fungen como presidentes de los Consejos de Unidad Académica de la Universidad, aseveró que se están impulsando transformaciones para fortalecer a la Universidad “como una institución de calidad pertinente y que responda a los desafíos de nuestro tiempo, con una clara visión de futuro”.
Al precisar que existe una relación coordinada entre autoridades personales, administrativas y órganos colegiados en actividades sustantivas, indicó que es tiempo de dar paso a una agenda de trabajo que dé relevancia a los asuntos académicos, entre éstos formular los planes de desarrollo de escuelas, facultades e institutos, con apego al PDI 2013-2017.
Se trata, dijo, de que los Consejos de Unidad Académica tengan claridad sobre los retos de cada programa educativo. En el caso del nivel medio superior el ingreso al Sistema Nacional de Bachillerato, la aprobación del plan de estudios por competencia, la capacitación de los profesores, la atención del rezago en Matemáticas y la mejora de la eficiencia terminal.
En el nivel superior la acreditación de los programas ante los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, los exámenes de egreso de la licenciatura, la formación docente, los proyectos de investigación ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el impulso a las patentes y la transferencia tecnológica, entre otros.