MedioTiempo informa que después de analizar los ovoides que se utilizaron en la Final de la Conferencia Americana entre Patriots y Colts, la NFL encontró que 11 balones no cumplían con los requerimientos de la Liga.
Una investigación arrojó que 11 balones no tenían la presión adecuada requerida para jugar, es decir, estaban desinflados dos libras por pulgada cuadrada de aire.
El partido lo ganaron los “Pats” 45-7 sobre los Colts, y avanzaron al Super Bowl XLIX gracias a la tremenda actuación del QB Tom Brady.
La NFL empezó a investigar el asunto no sólo porque manipular los balones puede otorgar una ventaja competitiva, sino porque podría poner en riesgo la honestidad del deporte.
Desinflar una pelota puede cambiar la forma en que es agarrada por un jugador o su trayectoria por el aire. Algunos quarterbacks y receptores prefieren balones con más aire de lo normal.
La NFL quiere terminar una temporada manchada por casos de violencia doméstica, sin más contratiempos. Hoy, el ex QB de los Tampa Bay Buccaneers aseguró que pagó unos siete mil 500 dólares a algunos individuos para alterar los balones en el Super Bowl XXXVII.
En aquel partido, los “Bucs” se impusieron 48-21 ante los Oakland Raiders, y el QB de los “Malosos”, Rich Gannon, sufrió cinco intercepciones en el juego.
Según el reglamento de la NFL, cada equipo suministra sus balones para cada partido cuando su ofensiva está en el terreno. Los balones son inspeccionados antes del partido por los árbitros, y durante el partido son administrados por personal del equipo anfitrión.